A M I G O

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—Buenos días — dijo Alec cuando salió de la habitación, era domingo acababa de despertar, después de la noche anterior tenía miedo de ver la reacción de Magnus

—¿Qué hace él aquí? — era la voz de Rafael — ¿Acaso durmió aquí? — preguntó molesto

—Sí — era la voz de Magnus — en la habitación de invitados, por favor no empieces, aún es temprano y mi hija duerme, así que no la despiertes — amenazó Magnus, Alec por fin lo vio, estaba detrás de la barra frente a la estufa

—No puedo creerlo  Magnus, no puedes permitir esto — reto Rafael

—Dije que no empieces, por favor Rafael — Magnus se dio la vuelta y vio a su hermano con un rostro firme

—Bien, después no digas que no te lo advertí — Rafael dirigió su vista a Alec quien había permanecido en silencio

—Creo que mejor me voy, vendré más tarde, tengo que hacer algo — dijo dirigiéndose a Magnus

—Bien — dijo Magnus, en parte odiaba el hecho que su hermano estuviera allí, pero después de lo que había pasado la noche anterior, lo agradecía un poco

Alec salió de la casa de Magnus, pero su mente estaba en la noche anterior, había besado a Magnus, bueno Magnus lo besó, pero él no lo detuvo en ningún momento, él solo le siguió el beso y ¡Dios! Mentiría si decía que no lo había disfruta, que no había extrañado eso, esos labios, a Magnus sentirlo tan cerca, pero no debía ilusionarse, las cosas entre ellos estaban muy dañadas, lo único bueno y verdadero era su hija, la hija de ambos, la posibilidad de que entre ellos volviera a pasar algo, era una en un millón, recordó a su amigo Gian, quien decía, ese un ya es algo, pero él no lo sentía así.

Sacudió su cabeza y subió a su auto, debía recoger a su amigo en el aeropuerto.

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—No puedo creer que lo hayas dejado dormir aquí Magnus, con la niña en la casa — dijo Rafael una vez que estuvieron solos

—A veces tu comportamiento es el de un ex marido celoso, sabes me molesta y mucho, así que ya basta, si lo deje quedarse fue porque se hizo muy tarde y se quedó dormido jugando con Elara, no podía permitir que condujera en ese estado y tuviese un accidente — dijo Magnus

—¿Pasó algo ayer, entre ustedes? — dijo Rafael, sabia que su hermano aún amaba a Alec y sabía que Alec también

—No, no pasó nada — negó Magnus, se sorprendió que sonó tan seguro, pero una parte de él le decía que ese beso no significaba nada romántico o amoroso, solo significaba que hace mucho no estaba tan cerca de otro hombre guapo y atractivo

—Te creo — dijo Rafael

—No me importa si lo haces o no, es mi vida

—Arrastras a tu hija

—Te recuerdo que también es su hija

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Alec estaba en el aeropuerto, y había ido a su casa a ducharse y cambiarse, quería rápido dejar a Gian durmiendo en su casa y poder ir con su hija.

—Alexander — escucho una voz a su espalda y se dio vuelta para ver a su amigo, quien lucia diferente

—Tu cabello — señaló

—Oh sí, es plateado — sonrió Gian y luego dio un abrazo a Alec que fue correspondido

—Bienvenido, vamos — tomo una de las maletas que traía

—Estoy muy emocionado, aunque fue extraño cambiar mi boleto de Estados Unidos a Inglaterra — comentó Gian

—Lamento eso, si tienes que pagar o pagaste un cargo extra, te lo repondré, no pensé que me quería en Inglaterra, pero han pasado muchas cosas — dijo Alec

I GET TO LOVE YOU LIBRO #2 DE LA SAGA FIND YOU - MALEC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora