Capitulo 23

905 100 12
                                    

Camino en busca de los guardias no camino mucho los encuentro sentados al sentir mi caballos ellos se levantan — soldados necesito que armemos una castra para dar aviso a nuestro ejército para mañana. Nos ponernos armar la castra. Nos todo casi todo el día en crear la castras y montarle los artefactos para dar avisos. Cuando terminamos ya casi estaba cayendo la noche. Cabalgamos hasta llegar a la entrada del pueblo.

—Irvin quiero que vallas al sur de las tierras ahí encontraras cuando llegue en escuadrón te unirás ellos dándole información. Arlec y yo vamos a entrar al pueblo. —Cuida tus espalda no confíes en nadie. Nos vemos en Cameron, de lo contrario en la morada de Morrigan.

—Lo mismo para ustedes. —dice y se marcha a su encomienda. — vamos Arlec vamos tenemos que entrar. Cabalgamos y nos adentramos en el pueblo nos juntamos en con los demás moradores tomamos un callejón para poder hablar — ¿Qué haremos?

—Arlec quiero que estudies todos los puntos estratégicos. Donde están los guardias. Y que te mescles con los demás moradores. Cuando llegue el ejército los guardias trataran de cerrar las puertas de la ciudadela. Te vas a ubicar en la torre que da a las puertas. Y vas a impedir que eso suceda. Sé que puedes por algo eres un arquero.

—Si general. Se prepara para marcharse—Arlec mantente con vida de ti depende que los soldados entren a la ciudad. —Toma —Le extiendo uno de mis frascos con veneno de la víbora de la muerte — Pon le esto a tus flechas. Todo se vale soldado estamos en desventaja. Asiente y se retira.

Salgo en dirección de mi soldado camino hacia dónde puedo conseguir información la taberna me acerco a un niño. — ¿Niño te doy una moneda de oro si me dice dónde queda la taberna. Se le ilumina el rostro.

—Venga señor lo llevo señor.

—Si me quieres traicionar no la vas a contar —le digo al niño solo para asustarlo. El niega asustado. —No milord no lo hare asiento.

Caminamos por unos minutos él se detiene — señor es aquí. Señala una estructura deteriorada. Me giro hacia el busco en mi bolsa saco dos monedas de oro. — Ten no vallas muy lejos voy a necesitar. El asenté y se retira. Camino hacia la entrada al entrar todos me miran pero no le prestó atención. Camino hacia la barra. Si quiero obtener información la taberna es aquí. —Buenas noches caballero. —habla una las tabernera haciendo salir a flote sus atributos. Sonrió en mis adentros si se enterara que soy una mujer. Echaría el grito al cielo.

—¿Es usted extranjero? —La observo no me conviene decirle que soy extranjero.

—No, soy un guardia a una comitiva que vino a traer un mensaje al rey.

—Ah, por eso está usted todo cubierto. — Si espero a mis señores para que partamos al alba. El rey está muy contento según lo que vi así que lo deje con su amigo si pueda disfrutar.

—Si con lo que sucedió, como no lo estará.

—Maela que te he dicho sobre cerrar la boca — no puedo desaprovechar la oportunidad.

—No se preocupe señor, se todo lo que sucede en el castillo. —Ella sonríe —dame una cerveza el tabernero sonríe.

—Tenga señor. ¿Entonces porque el rey según está contento?

—La princesa que una vez fue desterrada regreso. El príncipe Evan la perdono.

—Valla debe de ser importante ella. Que hizo para que el la perdonara.

Aquí entre nos señor ella entrego a un pez gordo. Entrego al príncipe del imperio Cameron al rey.

—Si eso escuche.

La  Legítima Reina De Escocia (Errores)Saga Reinas Del Clan Cameron #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora