Alice
—Da miedo, ¿No es así?
Asentí cuando escuché la voz de Bastian. Se había detenido a mi lado.
—Asusta.
Sinceramente, fue lo único que pude decir en ese momento. Mi mente se había entumido desde que había visto la vieja pintura en la pared.
—No creo haber visto jamás a ese hombre y espero que nunca en mi vida vea ese lado de Byron. Me asustaría.
—Mi hermano no es el mismo que ves en esa pintura, Alice. Él ha cambiado por ti. Ese hombre no existe más.
Bastian puso su mano en mi hombro y lo miré para darle una sonrisa. Tenía razón.
—¿Las lobas han terminado de acostar a los niños?
—Todos están arropados y en la cama, mi luna. Tal y como me lo pediste.
—Eso me alegra. No imaginé que terminaríamos teniendo la casa llena de niños, pero creo que amo el sonido de eso. La casa se siente llena de energía. Me gusta —. Asentí recordando lo bien que se había sentido ver a Jake comer al otro extremo de la mesa solamente para acompañar a un cachorrito tímido. No había soltado a mi hermano desde que entramos a casa.
Clark estaba igual, sus brazos se estiraban hacia los niños de manera nata y los perseguía haciéndolos reír. El cazador tenía esa armonía en su mirada y, aunque aún me preocupaba la tristeza en su aura, creo que estaba bien por ahora. No parecía lamentar nada de lo que había pasado y eso me tranquilizaba. Sentía que Clark estaba más que feliz de seguir en casa, porque este es su hogar.
Byron a veces lo tocaba como a los demás, ponía su mano en su hombro o le rozaba el codo con sus dedos cuando Clark hacía algo bien. Creo que eso es cosa de lobos. El contacto físico es importante para ellos y, en el fondo, quería que Clark se sintiera como uno.Deseaba que mi amigo se sintiera en manada.
A veces no decía nada, otras solamente se reía con alguna tontería que Byron hacía; pero su mirada siempre estaba fija en Bastian. Lo buscaba, rozaba su hombro con el suyo, pegaba sus dedos contra la mano del menor y después se alejaba sin decir nada. Entendí que él también aprendió a sentir como lobo, aprendió a seguir a Bastian incluso cuando sus ojos no lo veían. Fingía no saberlo, pero sé que él se había dado cuenta de que podía acercarse a él sin miedo a que los demás lo alejaran. Entonces me sentí orgullosa.
Saber que él y Bas por fin iban a poder estar juntos me hizo feliz.Justo como debía ser. Justo como debería ser siempre.
—¿Alice?
Parpadeé un par de veces cuando me di cuenta de que me había perdido en mis pensamientos por tanto tiempo.
—¿En qué estabas pensando? De repente perdiste la mirada en algún punto del cuadro —. Bastian me miró preocupado—. Escucha, si es por lo de la pintura de Byron, la quitaré. Pediré que quiten todos los cuadros como este para que no molesten a nadie. Es más, me voy a deshacer de ellos. Sé que a mi hermano le encantaría la idea de no volverlos a ver.
—No los tires —. Lo detuve antes de que llamara a alguien—. No hay que tirarlos.
—¿Estás segura?
—Ver a ese hombre no me molesta, no ahora. Deseo recordar siempre lo que Byron fue capaz de hacer para impedir que tome ese camino de nuevo. Jamás permitiré que su alma se pierda de nuevo.
—Está bien, pero igual los quitaré. Los dejaré en el tercer nivel, ya sabes. Nadie los verá de nuevo.
Vi por encima de su hombro las escaleras. Sabía perfectamente que Byron no permitía que nadie subiera, pero esta era mi casa también, ¿No es verdad?
Debería...
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La Luna del Alfa Luna Creciente ©
WerewolfLa historia de los Hale vuelve a tomar un nuevo giro cuando Alice empieza a cambiar. Sus poderes cada vez son más fuertes y pronto descubrirá que ser un ángel tiene dos lados. Mientras esto sucede, la transición de reconstruir Månen es una tarea que...