Capítulo 05

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Después que un destello de luz entrará por la ventana, un papel doblado se deslizó por debajo de la puerta, me levanté y tomé el papel con cierta confusión y a la misma vez una curiosidad que me mataba.

Desdoble el papel y leí las palabras que habían trazado allí, éstas decian lo siguiente:

Ten, conoce algo de mi, ya que mamá no te lo permitió.

Atrapada en el dolor que una que una vez el amor causó.

Viviendo del recuerdo de lo que una vez fue.

Encerrada en el ayer y dejando pasar el mañana.

Y sin poder liberarme del lazo que me tiene atada.

Con una soga en el cuello y una caída al vacío.

Si la cortó me muero y si la dejo me asfixia.

El miedo a la muerte y a la vida tal cual es.

Un miedo que ciega como la carnada a un pez.

En tus manos unas tijeras, y si no fuera por el miedo vieras que si la cortas en libertad vivieras.

En una caída a un vacío imaginario.
Creada por las marcas que el dolor ha dejado.

Pero la vida sigue y el pasado al pasado. Así que corta la soga y ven a vivir feliz a mi lado.

Sálvame charlie, hazlo por que solo de esa manera podrás desatar lo que entre nosotras habita.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al leer aquellas palabras que componían un poema, un misterioso poema. Era esa su forma de ser, misteriosa y terrorífica.

Por un momento me sentí amenazada, no sé con exactitud, que tiempo llevaba en esta habitación, pero después que intenté asesinarla con mis propias manos, no la había visto jamás, ni siquiera había escuchado su espantosa voz. Tampoco es que tenían deseos.

Pero aquella carta fue la confirmación de que no estaba muerta, no la había asesinado como pensé. Un alivio surgió en mi, mi conciencia se sintió liberada al saber que no había cometido una locura o más bien, un error.

¿Ser feliz? ¿En serio creía que yo caería en sus juegos macabros? No, estaba más que equivocada.

Prefería mil veces la muerte antes que volver a confiar en otro ser humano, pues la persona que me llevó 9 meses en su vientre, que me dió la vida (mi madre), me había fallado al mentirme, ¿Que podría yo esperar de los demás? Traición, mentiras y más mentiras.

Una vez descubres la mentira y de quien viene, es casi imposible volver a creerle.

Entre la espada y la pared. Así me sentía y realmente así estaba.

Sabia como ordenarle a mi mente no pensar en todo aquello, lo que no sabía era como hacer que me obedezca.

Abrí las puertas de aquel armario, había cantidad de ropas, muy variadas.

Escogí una abrigo negro, hacia mucho frío. Observé una luz que se escapaba por alguna chaqueta que se encontraba en un rincón, empecé a rebuscar y no pude creer lo que había encontrado.

Mi hermana es un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora