Tu eres la excepción ⸙ YoonTae

18

El pálido se había levantado temprano, aún así tenía pereza para levantarse de la cama y se quedó observando a su novio, el cual seguía durmiendo plácidamente.

Sus párpados caídos se veían relajados, sus labios estaban cerrados y sus mejillas esponjosas al apoyar su rostro en la almohada, su naricita linda con ese hermoso lunar que Yoongi amaba besar.

Miró la hora en su teléfono; 10:03. Iba a levantarse o ni siquiera tendría tiempo de desayunar.

Con cuidado se puso unos jeans negros que había por ahí y una remera holgada blanca, sus zapatillas y se miró al espejo, acomodando sus cabellos desordenados.

Salió de su habitación para ir al baño, hizo pipí,cepillo sus dientes y lavó su cara, principalmente sus ojos adormilados llenos de lagañas que se le formaban cuando dormía.

Una vez decente fue a la cocina donde prepararía el desayuno, probablemente su madre estaría por irse al trabajo.

Y así fue, llegó a la cocina y la señora Min tomaba un café mientras guardaba las cosas en su bolso.

—Buenos días Yoon—dijo la mujer blanquecina y sonrió, de la misma forma que su hijo, mostrando sus encías.— ¿Tae aún duerme?

—Si, no quería despertarlo. Se veía muy lindo y cómodo durmiendo.—dijo el rubio y soltó una risita, para luego dirigirse a la cocina.

Puso a calentar la pava llena de agua, mientras buscaba galletas o algo para comer en los frascos de vidrio que su madre ordenaba en los entantes de la cocina. Una vez encontró algo comestible para el desayuno, agarró dos tazas y un sobre de té y otro de café, ya que sabía que Taehyung odiaba el café.

Su novio odiaba lo que él más amaba.

Mientras tanto, Taehyung en la habitación de su novio abrió un ojo, dándose cuenta que ya era de día y Yoongi no se encontraba a su lado.

Se sentó en la cama y observó todo el lugar, limpió sus ojos y fijó su vista en una zapatilla de Yoongi.

Quien sabe cuánto tiempo estuvo mirando aquella zapatilla.

Se levantó y estiró sus brazos con pereza, miró su pantalón y cómo no encontraba su remera agarró una del rubio, tampoco encontró sus zapatillas así que fue hacia el baño sin calzado.

Se lavó la cara y hizo sus necesidades, para luego dirigirse a la cocina.

Allí vio a su tierno novio poniendo tazas y galletas en la mesa de color madera oscuro, aún estaba dormido pero eso no impidió admirar lo hermoso y perfecto que estaba, al parecer se había levantado hace poco, se notaba en su mirada, la remera holgada le quedaba hermosa sin duda.

—¡Buenos días Taehyungie!—saludó la señora Min, su ahora suegra.

—Buenos días señora Min—le sonrió e hizo una reverencia.

La señora Min agarró su bolso y unas llaves de la mesa, se dirigió a la puerta principal y saludó con su mano.— los veo en la tarde, adiós pequeños.

—Adiós.—dijeron los dos al unísono.

La puerta fue cerrada con llave y Taehyung miró a su novio, esperando que dijera algo, este le sonrió mostrando sus encías y ambos rieron.

El rosita se acercó a su mayor y lo abrazó por la espalda, Yoongi rió y empezó a acariciar las manos de su menor las cuales estaban en su panza, dándole caricias.

—¿Como dormiste?—preguntó el mayor y soltó el agarre del rosita, dándose vuelta y quedando justo frente a él.— anoche no parecías para nada bien, enserio nunca te había visto tan borracho.