Keith
Observo la cama de matrimonio en medio de la habitación. Es muy grande, pero no se nota porque la habitación en sí ya es enorme. Las sábanas están perfectamente puestas, sin arrugas, y hay un montón de cojines de tonos azules, colocados de grandes a pequeños. Parece sacada de un catálogo de decoración. Incluso tenemos un baño para nosotros dos, con bañera y todo.
La única cosa en la que yo pienso es en tirarme en medio de todos estos cojines y dormir durante el resto de mi vida.
Siento un vacío en medio del pecho, y parece que me vaya aspirando la poca energía, alegría, vida, que me queda. Es como si llevara unos pesos a los pies, y no puedo hacer más si no arrastrarlos. Es como si de golpe, el tiempo pasara muy rápido y yo lo intentara parar, pero se me escapa entre los dedos.
Saco el ebook de la maleta, para leer un rato. Quizás adentrándome en los dramas de otro personaje me olvidaré algo de los míos. Es una cosa que hago demasiadas veces. Sé que no es la mejor manera de lidiar con los problemas, pero ahora mismo no quiero centrarme en hacer o no lo correcto. Pero al parecer, Ellie no tiene las mismas intenciones.
—¡Va, Keith, hagamos un rompecabezas! ¡Mira qué he llevado!—Me enseña una caja con un rompecabezas de Star Wars. Era mi preferido cuando era pequeño, y ahora es el suyo.
Me lo regaló mamá después de que fueramos a ver una de las películas al cine. Ellie aún no había nacido, todo era muy distinto. Teníamos que ir a ver una película de dibujos animados, pero de alguna forma nos eqivocamos de sala y terminamos viendo Star Wars. Recuerdo como mamá me iba preguntado si quería que nos marcharamos, pero yo me acabé enganchando a la trama. Des de aquel entonces tengo una adicción a esta saga.
Ellie actúa como si estuviéramos de vacaciones, o como si hubiéramos ido a casa de los abuelos a pasar unas semanas. Creo que sabe más de lo que dice, pero no me atrevo a preguntar.
—Quizás después, pero primero tenemos que deshacer las maletas. — Recuerdo que aún tenemos las maletas en el suelo. En estos momentos tengo la cabeza en otro sitio.
—De acuerdo, pero luego hacemos el rompecabezas y... me dejas dormir al lado de la puerta en la cama.
A Ellie nunca le ha gustado dormir al lado de la ventana, dice que así, si entra alguien por la ventana, la verían a ella primera. Tiene una imaginación desbordante.
A demás, se que se acabará moviendo por toda la cama y que a lo mejor termina con los pies en el cojín (o en mi cara). Alguna otra vez que he dormido con ella me he despertado con moratones de sus patadas.
— Está bien... — digo esforzándome por sonreír ligeramente.
Tal vez me ayudará que Ellie sea como es. Así no pensaré en la realidad cuando hable con ella, y me tendré que esforzar a hacer como si nada para que ella no sospeche que alguna cosa va mal.
Hay dos habitaciones de invitados. En teoría, Ellie tenía que dormir en una y yo, en la otra. Pero le he pedido a la Sally si podíamos dormir en la misma habitación. Se hace demasiado grande para una persona sola. Parece que lo debería haber hecho por mi hermana, para que no esté sola, pero más que nada lo hago para mí, yo soy lo que no quiero estar solo.
Ellie nació cuando yo ya era un poco mayor, pero creo que es nuestra diferencia de edad la que nos hace llevarnos también. Algunos podrían llegar a decir que soy como una figura paterna para ella, pero yo no lo creo. Me veo más como el tío guay, si da el caso. Para mi, soy su hermano y su amigo.
Deshacemos las maletas y colocamos todas nuestras pertenencias sobre la cama. Después, dividimos el armario en dos partes, una para mis cosas y la otra para las de Ellie.
Al haber de recoger todas nuestras pertinencias con tanta prisa, he cogido las maletas más grandes que he encontrado y he amontonado nuestra ropa en ellas. Hay cosas que han quedado muy arrugadas, así que me dedico a estirarlas un poco como puedo y volver a plegarlas. Ellie se encarga de los calcetines. No sé como pero lo encuentra entretenido.
Noto algo que me vibra en el bolsillo del pantalón: el móvil. Ya no recordaba que todavía lo llevaba. Cuando lo abro, sin ni siquiera desbloquearlo, veo que tengo varias llamadas perdidas y mensajes de mis amigos. Hue es una ciudad bastante grande, pero, como en todas partes, las noticias vuelan.
Ahora mismo no me quiero preocupar por nada más, así que apago el móvil del todo y lo guardo en el bolsillo pequeño de mi maleta, que dejo en un rincón junto con la de Ellie. No quiero tener que lidiar con todo esto de golpe.
Mis amigos... No he leeído ningún mensaje porque no quiero estar más mal de lo que estoy. He vivido muchas aventuras con mi grupo de amigos pero nunca he sentido que acabara de encajar. No pensaba mantener contacto con nadie al empezar la universidad, así que porque no comenzar ya ahora.
Estoy en Compass, un lugar nuevo. Aquí nadie me conoce, nadie se ha enterado de mis desgracias. Dentro de menos de tres meses, estaré en la universidad. Bueno, ya no estoy tan seguro, pero... La única esperanza que tengo ahora es pasar un verano normal... tranquilo.
Nota de la autora:
¡Hola! Espero que os haya gustado este capítulo.
Tengo una sorpresa: cuando llegue a cinco votos, ¡subiré el capítulo siete! Si no lo hace lo actualizaré el martes que es cuando tocaría.
Por cierto, he puesto al principio un nuevo capítulo con los personajes principales como animojis, pasaros y decídme que os parecen :))
Martina <3
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That summer's playlist [EDITANDO]
Novela JuvenilAurora Lee tiene muy claro su objetivo para este verano: conseguir una plaza en el programa de música de la prestigiosa universidad Lelton College. Keith Hastings solo quiere un verano normal. Cuando la madre de Keith fallece en un trágico accidente...