Aurora
Todavía me pregunto porque no nos hemos mudado nunca. Sé que mamá hizo un pacto con los abuelos, pero aún así...
Ah, hablando de mis abuelos, seguro que los conoce. Bueno, probablemente sólo os suena el nombre de mi abuelo, ya que él era la cara de la empresa. Estoy bastante segura de que mi abuela era el cerebro (es la persona más sabia que he conocido nunca), pero claro, era una mujer. Ahora me podría poner a hablar sobre las injusticias de las mujeres, pero (1) me acabaría indignando y ahora ya estoy bastante indignada, (2) estoy hablando sobre mi abuelo y (3) mi propósito para este año era intentar no enrollarme demasiado (siempre empiezo hablando de un tema y acabo con otro completamente diferente), estamos en verano y todavía no lo he conseguido.
En fin: Thomas Ainsworth. (Ahora es cuando todos hacéis aaaaaaaah.) Sí, este es el nombre de mi abuelo. Mi abuelo era Thomas Ainsworth, el director de uno de los bancos más importantes del país en su época. Para que entendáis el nivel de riqueza que tenía: con su herencia, mi madre, mi hermano, yo y un par de generaciones más podrían vivir sin tener que trabajar durante toda la vida.
Mi madre, sin embargo, siempre se ha negado a usar su dinero, ni antes cuando estaban vivos ni ahora que están muertos.
Antes de ir a la universidad, como hija rebelde que era, se tomó un año sabático. Entonces fue cuando conoció a mi padre. Siempre explica que fue amor a primera vista, he escuchado su historia más de un millón de veces. Mamá estaba en Paris en aquellos momentos (porque claro, todo lo romántico tiene lugar en Paris). Sé quedo un poco corta de dinero tras su último destino, Amsterdam, así que estaba trabajando de camarera en una cafetería. Papá estaba en Paris de gira con una orquestra. Estuvo allí dos meses, y durante aquellos dos meses fue cada día a aquella cafetería. Pero nunca se digieron nada. Hasta que un día mi padre dejo de ir a la cafetería. Fue la coincidencia más grande de su vida cuando se encontraron otra vez en el vuelo de regreso a Estados Unidos, pues sus asientos estaban uno junto al otro.
Se casaron dentro de poco. Mi padre estudiaba en el programa de música de Lelton, mientras que mi madre estudiaba filología inglesa en la universidad pública. A su tercer año, mamá se quedó embarazada de mi hermano y de mi, y dejó los estudios.
Los abuelos la apoyaron, y quisieron menos que aceptara una pequeña cosa: esta casa y un poco de dinero (que no era para ella, si no para nosotros). Como mi madre no quería que hubiera malos rollos, aceptó. Y aquí estamos.
El abuelo murió cuando yo tenía dos años, y la abuela cuando tenía seis. No me acuerdo demasiado de ellos en general, pero si de recuerdos concretos. Es extraño. Por ejemplo, no recuerdo de qué color eran los ojos del abuelo, pero sí que recuerdo la forma en que se sentaba a su taburete ante la chimenea para calentarse las manos. O no recuerdo cómo vestía la abuela, pero todavía recuerdo el sabor de aquel pastel de manzana que tan bien le salía. Nuestro cerebro nos engaña a veces.
— Mama, pero... — intento articular.
—Aurora, vosotros no debéis sufrir por ellos. Si los quieres ayudar a integrarse, puedes hacerlo, aunque pienso que por el momento sería un poco complicado. Seguramente ahora necesitan un poco de espacio. Sin embargo, no debe preocuparse: esto es problema mío.
—Pero es que viven en casa, dejar espacio será un poco complicado...— murmuro.
Mamá no lo escucha, ya que mi voz queda solapada por la pregunta de Jamie:
—Ellie... es consciente, ¿de lo que está pasando?
Una sonrisa triste se esboza en la cara de la madre:
—Lo dudo. Se lo he intentado explicar, pero no creo que se haya enterado del todo. Es muy pequeña, ella cree que su madre se ha ido de viaje, que es temporal.
— La intentaremos ayudar,— digo por mi hermano y por mí—ya sabes que nos llevamos muy bien con los niños.
— Sí— confirma en Jamie.
— Gracias, de verdad.
Nota de la autora:
¡Hola! Espero que os haya gustado este capítulo. Decídme que os ha parecido y si podéis, votad :)
Martina <3
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That summer's playlist [EDITANDO]
Genç KurguAurora Lee tiene muy claro su objetivo para este verano: conseguir una plaza en el programa de música de la prestigiosa universidad Lelton College. Keith Hastings solo quiere un verano normal. Cuando la madre de Keith fallece en un trágico accidente...