24 | Keith

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Keith

Aurora y yo andamos hacia el Wendy's el lunes por la tarde.

—¿Cómo ha ido el primer día? — le pregunto en cuanto a su primer día de clases de verano en el conservatorio.

—Muy bien, estresante, pero bien. He visto a amigos que hacía tiempo que no veia.

Miro rápidamente sus labios, recordando aquello del otro día. Me encantaría saber lo que pasa en su cabeza, estoy muy confundido.

—Qué bien.

Yo sí que hace tiempo que no veo a mis "amigos". También hace tiempo que no pienso en ellos. Supongo que está bien. Aurora y James se han convertido en las personas en las que confío más últimamente. ¿Son mis amigos? Yo los considero amigos pero... ¿cómo se decide esto? ¿Piensan ellos lo mismo de mi?

—No quiero sonar mal, pero, ¿has pensado ya que querrás hacer? De estudios, digo. — Me pregunta.

—No lo sé. Cuánto más lo pienso más confundido estoy.

—¿Pensaste en dedicarte a la música alguna vez?

—Muchas. Mi profesor de piano me dijo que debería apuntarme al mismo curso que estás haciendo ahora. Lo iba a hacer, pero luego... De todas formas, ahora ya no importa.

***

Por la noche, antes de ir a dormir, Ellie me explica todas las aventuras del casal.

— ... y luego ha caído al agua, con ropa y todo. Por suerte James ha llegado a tiempo.

Me alegro que se lo pase tan bien. A veces pienso que me gustaría volver a tener su edad. Todo era tan... simple. Mis únicas preocupaciones eran jugar y dormir.

Con estos pensamientos a la cabeza, intento dormir, pero no lo consigo. Me quedo en silencio mirando al techo, escuchando las suaves respiraciones de mi hermana.

***

Justo cuando estoy a punto de dormirme, oigo un sonido. Es como si alguien... ¿estuviera lanzando piedras en mi ventana?

Con cuidado de no molestar a Ellie, salgo de la cama y me dirigo a abrir la ventana. Reconozco la silueta de Steph en la oscuridad.

—¿Stephanie?

—¿Keith? Lo siento, se me ha desviado una piedra. — dice con voz temblorosa. — ¿Me puedes abrir?

Salgo de mi habitación y bajo hacia la entrada. Cuando abro la puerta, me encuentro con una Stephanie destrozada, con los ojos llorosos y el maquillaje corrido.

—No sabía donde ir... — se excusa.

—No pasa nada — me apresuro a decir.

—Jackie me está engañando. — suelta.

Seguidamente, la abrazo. Es un impulso, sé que lo necesita. Ella me susurra:

—Gracias.

— ¿Quieres ir a despertar a Aurora? Estoy seguro que no molestarás. Yo si quieres puedo ir preparando... ¿un té?

— ¿Hay helado?

— Sí. Ahora lo preparo.

Cinco minutos más tarde, Aurora y Steph bajan al comedor. Aurora va vestida con un pijama adorable.

Le doy a Stephanie su helado.

—¿Queréis que me vaya? — pregunto.

—No hace falta. — dice Stephanie, y Aurora le hace una mirada. No sé que significa, pero supongo que ella lo entiende ya que le susurra algo. Aurora asiente.

Nos sentamos en el sofá, y comemos el helado de Seph directamente del bote, cada uno con su cuchara.

Stephanie empieza a explicar lo que ha pasado. Nos cuenta que tenía ganas de sorprender a Jackie y que la ha ido a ver a su casa. Le ha abierto su madre la puerta, y no ha tardado en contarle lo que estaba pasando.

—Oh, Steph... — lamenta Aurora.

—No sabía que hacer, y sin darme cuenta he venido aquí.

—Me alegro que hayas venido. — dice Aurora. — Te puedes quedar a dormir.

—¿Podemos hacer una maratón de pelis? No tengo demasiado sueño. — dice Seph. — ¿Te quedas, Keith?

—Claro.

That summer's playlist [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora