╭SAGA INSIEME╮
[🖤]❝Graduada de la Universidad de Washington - Seattle, Chiara Di Angelis regresa junto a su ahora prometido, Edward Cullen, a Forks para poder casarse con él justo como habían prometido hace cinco años atrás después de la...
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Chiara tiene en brazos a Matthew mientras que Edward cargaba a la pequeña Selene, la niña se encontraba profundamente dormida dejando que su padre pudiera tomar de la cintura a su madre que miraba con suma atención a su hijo que soltó un tierno bostezo.
El matrimonio de vampiros dirige su mirada hacia el bosque y se da cuenta de que se van acercando Emmett, Esme, Carlisle, junto con Alice y Jasper.
Chiara regresa la mirada hacia su hijo que soltó otro bostezo antes de que se quedara dormido, Edward sonríe y se inclina para dejar un delicado beso en la sien de su esposa que la hizo sonreír encantada.
Ambos padres se dieron la vuelta al momento en que escucharon varios pasos acercándose a ellos.
—Mi turno —dice Rosalie al acercarse a Edward.
El vampiro le da una ligera sonrisa y le entrega con mucho cuidado a la pequeña Selene, que se removió un poco, pero no tardó en volver a quedarse dormida.
Chiara le sonríe a Verónica y deja que cargue a Matthew.
—¿Dónde duermen? —les pregunta Chiara con curiosidad mientras que Edward la tomó de la cintura.
—En mi cuarto, a veces con Edward o con Esme —le explica Rosalie con una sonrisa.
La neófita asiente y, con cuidado, se inclina hacia sus hijos para darle un pequeño beso en sus frentes a cada uno.
—¡Feliz Cumpleaños! —dice Alice emocionada al llegar con ellos y quedar enfrente de Chiara.
—Dejé de envejecer hace tres días, pero gracias, Alice —le responde la vampiresa con algo de diversión.
Ambos se da un corto abrazo antes de que Chiara retomara su lugar junto a Edward, que no dudó en tomarla de la cintura y pegarla a su cuerpo.
—Vamos a festejar de todas formas —asegura Alice con ilusión—. Te aguantas.
La vampiresa de corte pixie, sin decir algo más, le extiende a Chiara una llave que hizo que frunciera el ceño confundida.
—¡Vamos! —la anima Alice con entusiasmo antes de comenzar a bajar las escaleras.
La neófita mira un momento a Edward, que le dio una pequeña sonrisa y un ligero asentimiento.
—Cuídenlos, por favor —les pide Chiara, a Verónica y a Rosalie que se apresuraron a asentir.
La pelinegra, estando un poco más tranquila, sigue a Alice teniendo su mano entrelazada con la de Edward.
