╭SAGA INSIEME╮
[🖤]❝Graduada de la Universidad de Washington - Seattle, Chiara Di Angelis regresa junto a su ahora prometido, Edward Cullen, a Forks para poder casarse con él justo como habían prometido hace cinco años atrás después de la...
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Chiara, junto con su esposo, terminan de subir las escaleras a la segunda planta de la casa Cullen, en donde se encuentran con Alec, Emmett, Carlisle, Jacob y Seth.
Con sus manos entrelazadas, se detienen enfrente de los todos ellos que estaban haciendo diferentes cosas.
Alec y Emmett estaban leyendo el periódico del día, Carlisle estaba resolviendo algunos asuntos de trabajo en su laptop, mientras que Jacob y Seth miraban por la ventana hacia el bosque en donde se encontraban Rosalie, Verónica, Bella y Esme jugando con los niños de la casa.
Verónica cargaba a Selene y Rosalie cargaba a Matthew, aunque los dos pequeños querían estar con sus padres.
—Vaya —dice Emmett tras ver a la joven pareja de vampiros—. ¿Ya acabaron?
Chiara sonríe un poco al escuchar el tono burlón de su cuñado, ya que tanto ella como Edward desaparecieron por dos días completos.
—¿Y los niños? —pregunta Chiara.
—Los están cuidando Rosalie y Verónica —le explica Jacob con tranquilidad sin dejar de mirar por la ventana—. Gianna y Violet están con ellas.
—¿Rompieron muchas cosas, sorella? —le pregunta Alec divertido a su melliza que regresó a verlo.
La pelinegra es tomada de la cintura por Edward que estaba sonriendo.
—Para serte sincera, sí —responde Chiara con tranquilidad—. Necesitamos una nueva cama y algunas almohadas, que lindo que te preocupes por nosotros, hermanito.
Alec niega ligeramente sin dejar de sonreír y pone los ojos en blanco.
Todos se quedan callados al momento en que el teléfono de la casa comenzó a sonar, Chiara frunce el ceño confundida y se acerca a dicho objeto para darse cuenta de que era el número de su padre.
—¿Es papá? —pregunta la neófita hacia su hermano en un bajo susurro.
—Llama dos veces al día —le explica Edward a su esposa.
—La está pasando mal, sorella —asegura Alec tras dejar el periódico a un lado y se cruza de brazos.
—Tendremos que decirle que no sobreviviste y que tu hermano tuvo un accidente junto con su familia —dice Carlisle hacia Chiara que se mordió el labio inferior nerviosa.
—Tiene que llorar tu muerte, amore —explica Edward con delicadeza porque sabía lo delicado que era ese tema para su esposa—. Así no estará en peligro.
—Sí —acepta ella en un susurro—. Lo haremos otro día.
Chiara se da la vuelta y se acerca nuevamente a Edward, que la abrazó por la cintura con delicadeza para dejar un pequeño beso en su mejilla que pudo tranquilizarla.
