NARRADORA
Alaia se la pasaba riendo con sus amigos cuando un enorme jaleo se escuchaba afuera del gimnasio.
- ¿Qué es ese ruido?- Preguntó Jason confundido.
- Mejor dicho ¿Qué es esta niebla?- Preguntó Min Ying al ver el suelo, el cual no podía verse debido a aquella extraña niebla densa.
- Adorad todos a Addison- Susurró Camila mientras se tambaleaba.
- ¿Cami? ¿Dijiste algo?- Preguntó la loba confundida, la cual quedó horrorizada a ver aquella escena, de un momento para otro sus amigos era prácticamente zombies, los cuales adoraban a Addison como a una diosa.
- Oh Addison ¿Qué demonios hiciste?- Se preguntó a sí misma mientras trataba de sacar del trance a sus amigos, de pronto, la puerta del gimnasio se abrió de golpe y por esta entraron Addison, Xein, humanos y zombies, estos últimos completamente poseídos.
- Hola primita- Saludó hipócritamente Addison a su prima- ¿Qué te parecen la reformas que hice?
- ¿Reformas? ¿O lavado de cerebro?- Noten el sarcasmo- ¿Qué diablos les has hecho?
- Digamos que esto no es niebla normal- Rió como loca mientras jugaba con la suso dicha- Y ahora te haré una pregunta... ¿Estás conmigo o estás contra mi?- Aquello me sorprendió, fueron exactamente las mismas palabras que le dije antes de que todo esto ocurriera.
- Si ya lo sabes ¿Para qué mierda preguntas?- Aquello hizo que su prima frunciese el ceño.
- Que pena- Dijo formando un muy notable falso puchero con sus labios- Bien queridos amigos ¿Quién es tan amable de traerme a mi prima?- Preguntó a sus "zombies", los cuales constaban de humanos y obviamente zombies reales, quienes rápidamente corrieron dirección a Alaia, esta se elevó en el aire haciendo que muchos cayesen al suelo lo cual le dio el tiempo justo para salir de allí, por muy peligrosa que fuese Alaia y más con sus poderes, era demasiada gente, la cual, aunque quisiera negarlo, eran buena gente.
Durante casi veinte minutos Alaia estuvo, corriendo, empujando, golpeando y congelando a más de la mitad de las personas, las cuales seguían siendo demasiadas y en un descuido de ellos, Alaia pudo esconderse en una clase.
- Uff- Suspiró ella agotada, había gastado demasiada energía en muy poco tiempo.
ALAIA
- ¿Alaia?- Preguntó una voz delante de mi, fui elevando la vista mientras me preparaba para abalanzarme sobre el dueño de aquella voz, Zed.
- ¡Ahhhhhh!- Gritó cuando me abalancé sobre él- ¡Mamá aiuda!
- Espera... ¿Estás despierto? ¿No eres un zombie?- Pregunté extrañada.
- Obvio sí soy un zombie, pero no uno de los de Addison- Dijo recuperando el aliento.
- ¿Como...
- Le ayudamos nosotros- Dijeron unas voces a mi lado, mi manada- Le encontramos, le explicamos todo y le dimos un collar de luna- Me informó Willa, era cierto que Zed portaba uno de nuestros collares, pero notaba como este no estaba cargado- Los collares de luna en sí te protegen de la magia de otras manadas, esté o no cargados, por eso no nos fue problema dárselo.
- Alaia... quiero pedirte disculpas- Dijo Zed, llamando toda mi atención, no sabéis como voy a disfrutar esto- Sé que fui un idiota, pero el amor me cegó, y ahora....
- Ahora tu exnovia quiere matarte- Dije con una sonrisa, él solo me miró triste- Bueno, bienvenido al club- Reí mientras rodeaba con mi brazo los hombros del zombie, cuando levanté la vista vi el rostro de Wyatt, el cual se encontraba confuso- ¿Qué? Al parecer en el reformatorio me encontraban irresistible- Dije haciendo pose de diva, al final sí que soy parecida a mi hermano.
- Bueno, dejando las tonterías a parte... ¿Cómo demonios salimos de aquí?- Preguntó Willa.
- Creo.. que tengo una idea- Dijo Zed, ¿Por qué será que tengo un mal presentimiento.
...
Bueno, pues aquel mal presentimiento llevaba razón, resulta que, logrando esconder bien el collar de Zed, este me llevará hasta Addi fingiendo estar poseído y así, al acercarme a ella podré quitarle el collar, posibilidades de que salga bien... cinco entre un millón.
