CAP 2: LEYENDA DE DOS ALPHAS

229 17 9
                                    

Estaba atónita, tendría una piedra terrenal para mí, por fin podría ser como mi admirada prima, pero de pronto un pensamiento surgió en mi cabeza.

- Pero ¿De dónde la has sacado?- Aquello fue lo único que salió de mi boca.

- Sé que te contaron la historia de la Gran Alpha de pelo blanco que ayuda a todos los lobos y es un amor de loba, pero ¿Te han contado la historia de su hermana, la gran Alpha de pelo negro?- Preguntó la loba, yo me sorprendí ante aquella revelación- Hace miles de años existieron dos piedras lunares, una blanca como bien sabes, y una negra, ligadas cada una a una Alpha, la portada de la piedra lunar blanca tenía obviamente el pelo blanco, el cual brillaba como mil diamantes bajo la luna, sin embargo, la portadora de la piedra lunar negra tenía el pelo más negro que jamás habrás podido ver, el cual no es como el del resto de las personas con pelo negro, no, este negro era especial, ya que con la luna su cabello brillaba como si tuviese una galaxia entera en cada pelo de su cabeza.
Ambas Alphas cuidaban la manada como si fuesen su mayor tesoro, pero el Alpha de pelo blanco y el Alpha de pelo negro eran la viva representación del Ying y el Yang, ambas tan distintas tanto física como mentalmente que provocaron sin darse cuenta un enfrentamiento entre los lobos, dividiendo la manada en dos, los que seguían al Alpha blanco y los que seguían al Alpha negro- Dijo la loba mientras me mostraba su collar- Como podrás observar soy seguidora del Alpha negro, y creo que tú podrías ser nuestra Alpha- Dijo la loba- Si te pones este collar dominarás la luz y las sombras tal y como lo hacía nuestra Gran Alpha y podrás volver a unir a las manadas en una sola- Dijo con una sonrisa algo macabra.

- Pero.. las piedras lunares blancas no tienen poder ¿Por qué estás sí?- Pregunté confusa.

- Todo a su tiempo Addison, tú ahora solo debes decidir- Dijo balanceando el collar que portaba en su mano- ¿Acaso quieres que los lobos sigan en guerra toda la vida, o prefieres que vivamos en paz y armonía?- Me preguntó mirándome a los ojos- Creí que querías el bien de nuestra raza- Dijo apenada.

- Yo... acepto el collar de piedra lunar negra- Dije casi de golpe.

ALAIA

Estaba sentada tranquilamente cuando un escalofrío repentino me cruza toda la espina dorsal.

- Cariño ¿Estas bien?- Me preguntó Wyatt.

- Sí, tranquilo, solo es un mal presentimiento- Dije con la mirada perdida.

- Alaia- Dijo Jason serio- Ya sabes lo que pasa cuando tienes un mal presentimiento.

- ¿A que se refiere?- Me pregunta Wynter.

- En el reformatorio Alaia era como un radar, siempre que algo malo pasaba o estaba por pasar ella ya lo sabía de antemano- Informó Camila- Si ella tiene un mal presentimiento significa que algo muy malo va a pasar.

- ¡Addison!- Grité poniéndome en pie- Es Addison- Y tan rápido dije esto subí como un rayo hacia el balcón, en el cual estaba ella acompañada de una loba, la cual me daba la espalda.

- ¿Quién es esa loba?- Preguntó Wynter preocupado.

- Jajajajajja- Rió la chica, pero no era una risa normal, por desgracia era una risa que conocía perfectamente, ya que yo misma la había usado más de una vez, una sonrisa de una persona completamente vacía que solo quiere ver el mundo arder- Nos vemos luego querida- Dijo la chica sin darse la vuelta aun mirando a Addison, la cual tenía un collar entre sus manos.

- Adiós- Susurró mi prima antes de que la loba saltara por el balcón antes de desaparecer entre los árboles, yo rápidamente me acerqué a este para tratar de localizarla, pero nada, al darme la vuelta vi a Wynter y Wyatt, los cuales miraban a Addison con la cara completamente palidecida, o más bien miraban lo que esta sostenía en sus manos.

- Addison, suelta ese collar- Dijo Wyatt con cautela.

- Pero...- Replicó ella.

- Nada de pero Addi, es peligroso, dámelo- Repitió Wyatt, pero algo iba mal, tanto Wyatt como Wynter estaban demasiado asustados.

- No- Negó Addi, haciendo que todos nos sorprendiéramos- Este collar es mío, me lo ha dado ella, solo ella puede decirme que lo devuelva- Replicó ella ¿En serio está actuando como niña de 3 años por un collar?

- Addison- La llamé lo más seria que pude- Deja de actuar como una niña pequeña y dame el collar- Dije firmemente extendiendo la mano, ella por su parte sintió un pequeño escalofrío bastante notable, sabe perfectamente qué pasa cuando hablo en serio- Deja de tratar de actuar como yo y devuélveme ese dichoso collar.

- ¿Qué te hace pensar que actúo como tú?- Preguntó ella molesta, yo por mi parte abrí los ojos mirándola con ironía.

- Addison, tres...- Dije ya harta mientras daba un paso hacia ella.

- Ali no por favor- Suplicó ella.

- Addison, dos...- Otro paso hacia ella.

- Ali- Susurró con los ojos cristalizados apretando el collar contra su pecho ¿Pero que le pasaba con ese collar? ¿Acaso costaba un millón de euros?

- Addison, uno...- Con este paso me encontré con Addison a apenas veinte centímetros, no dudé en extender mi mano hacia adelante.

- Yo...- Dijo poniendo el collar sobre mi mano, pero sin llegar a soltarlo- Lo siento- Inconscientemente di una pequeña sonrisa pensando que lo soltaría, gran error, Addison se colocó con rapidez alrededor del cuello y un gran rayo cayó detrás de ella, provocando que tuviésemos que dar unos pasos hacia atrás.

- Maldita sea- Gruñí por lo bajo ¿Qué diablos acaba de pasar?

- Wow- Dijo ella contenta mientras miraba con asombro sus manos, las cuales estaban rodeadas por un aura color blanco- Esto es increíble- Addison empezó a jugar con aquella energía, pero por muy blanca que fuera aquella energía me daba muy mala vibra, y ya sabéis que pasa con estos presentimientos.

- Addison- Gruñí mirándola con enojo- Dame el collar- Dije furiosa, por suerte o por desgracia Addison conocía todas mis expresiones de enfado, y ella sabía perfectamente que va a ocurrir si no hace lo que le pido, durante mucho tiempo me han comparado con la mala de los cuentos, la que lanza maleficios a los que no cumplen sus órdenes, ¿Y para qué mentir? llevan toda la razón.

- Alaia atrás- Dijo apuntándome con sus manos, ¿Acaso cree que me da miedo? 

- Addison- Gruñí- Dame el puto collar- Dije con una furia que hacía tiempo que no sentía, una furia que amaba sentir, una la cual volvía mis ojos color celeste casi blanco, una furia que hacía ver a la gente el significado del mismo infierno.

Me acerqué un poco más, tratando de mantener algo de cordura, pero resultaba algo difícil, mis ojos estaban celestes, mi pelo blanco empezaba a tornarse celeste como mis ojos y mis manos estaban envueltas el un aura del mismo color, acompañado de un brillo anormal de mi anillo.

- Addison- La miré con una mirada de una completa loca enojada- Dame... Ese.... Collar...

º·ESPIRITU DE ALPHA·º (WYATT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora