CAP 6: MALOS RECUERDOS

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ADDISON

He de confesar que estaba aterrada, jamás había visto así a mi prima, parecía el mismo demonio allí presente.

- ¡Addison!- Gritó una voz entre las sombras del bosque- Sé valiente- Dijo aquella voz ¿Que fuese valiente? ¿De qué me serviría en aquel momento?
Obviamente mis pensamientos fueron irrumpidos por un gran bloque de hielo que se abalanzaba sobre mi, el cual pude romper, sin siquiera saber cómo, con un rayo de luz negra

- Wow- Dije con la boca abierta mirando mis manos, en las cuales flotaba una gran masa de luz negra.

- ¿Y eso primita, nuevos trucos?- Preguntó con una mezcla de psicopatía y asco, aquella chica, cuyos ojos brillaban al igual que sus manos, y ese pelo que se movía como si mil ráfagas de viento lo azotaran, no se parecía en nada a Alaia, de hecho, de no ser porque la había visto transformarse minutos antes creería que es una completa desconocida, pero en sus ojos había algo familiar, algo típico de Alaia, la mirada furiosa al ver a alguien que desprecia, ella había cambiado, ella ya no me veía como alguien amigable y fiel, ahora me veía como una rival... y por alguna razón aquella sensación me agradaba.
Poco a poco empecé a lanzar bólidos de luz negra a han velocidad, algunos lograban acercarse a ella pero ni siquiera la rozaban, yo maldecía por lo bajo mi escasa experiencia en combate.

- Puede que no seas fuerte físicamente- Oí en mi cabeza- Pero mentalmente eres la más fuerte- Rápidamente giré mi vista, allí se encontraba la loba que me había dado mi nuevo collar, la cual me miraba con convicción, al parecer ella cree que podré ganar a Alaia, ojalá yo también lo creyese.

- Bien Addi- Dijo Alaia bajando un par de metros hasta que sus pies tocaron el suelo- Sinceramente ya me aburrí, así que...- De la nada un gran bloque de hielo apareció a mi alrededor, hielo el cual provenía del pie de Ali, en cual había creado un fino camino de hielo y nieve hasta envolverme por completo.

- Alaia... no puedo... respirar- Dije a duras penas, aquel bloque de hielo me estaba asfixiando, ella solo me miró con diversión, como si disfrutase viéndome sufrir mientras me retorcía en mi agonía, y a estas alturas ya no le extraña que la psicópata de mi prima se divierta con estas cosas.
Poco a poco, las manos de Alaia empezaron a acercarse unas a otras a una velocidad bastante lenta, a la vez que el bloque de hielo en el que me encontraba encerrada se fuera encogiendo.

- Dame el collar o tendré que quitárselo a tu cadaver- Dijo con una sonrisa, como si no fuese la primera vez que hacía esto, como si esto solo fuese un... juego. ¡Claro! Eso es, para ella todo es un juego.

- Pie a ver si te gusta mi juego- Susurré mientras apoyaba ambas manos en el cristal, concentrandome todo lo que podía.

- ¿Que diablos haces?- Preguntó con molestia antes de callar en seco, antes de ver figuras de luz blanca corretear a su alrededor, aquellas figuras podrían ser indiferentes para cualquier persona, menos para ella, aquellas figuras jugaban felizmente al pilla pilla mientras reían y jugaban.

- Katherine- Susurró ella mientras sus ojos se cristalizaban, Katherine fue la única amiga que tuvo en su infancia, pero por desgracia la cosa no acabó bien para ella.
Alaia trató de tocar la personita de luz que representaba a su amiga, pero esta desapareció y volvió a aparecer, pero esta vez más lejos de ella, esta vez no corría ni reía, ahora su aura era oscura y sombría, y miraba en dirección a Alaia, puede que no tuviese rostro aquel sujeto, pero claramente se notaba decepcionada.

- ¿Alaia?- Preguntó la "niña", la susodicha solo asintió mientras en su rostro se formaba una sonrisa a la vez que una lágrima caía por su mejilla, la sombra solo rió de una forma cínica y odiosa- Esto es increible- Empezó- ¿En esto te has convertido?- Preguntó con asco- Patético.

Pude ver como el rostro de Alaia se ensombrecia nuevamente, creando una pequeña grieta en una de las paredes de mi fría prisión.

- Eres patética ¿En serio para esto morí? ¿Para que la niñita de mami y papi no sepa respetar a nadie?- Otra grita en el hielo, seguido de una lágrima de Alaia, está no era por felicidad.

- ¿Qué quieres decir?- Preguntó Alaia con desesperación.

La sombra rió.

- ¿Quieres que te lo diga? No creo que quieras saberlo, afín de cuentas siempre fuiste demasiado débil para admitir las cosas, ¿Por qué debería decirte nada?- Otra grita, está vez más profunda que las otras, Alaia sin embargo no mostraba ninguna expresión, solo miraba a aquella sombra- ¿Acaso no lo sabes o es que no quieres admitirlo?- … - Yo morí... por tu culpa- Susurró al oído de Alaia, está solo abrió los ojos como platos antes de empezar a negar con rapidez- ¿Como que no? ¿Acaso no fue por tí que empecé a aumentar mi tiempo de castigo, haciendo que por ende mis padres me pegaran más?- Preguntó retóricamente- Si nunca te hubiese conocido mis padres me habrían internado, habría mejorado y ahora seguiría viva- Dijo volviendo a acercar su boca al oído de la contraria- Fuiste literalmente el cáncer de mi vida, que fue matándome poco a poco- Otra grita, prisión hecha añicos, sombra desvanecida y mi prima de rodillas, con el rostro completamente demacrado mientras las lágrimas caían como el agua de una cascada, sin embargo no emitía ni un solo ruido.

- ¿Alaia?- Preguntaron los lobos y la pesadillas detrás de ella, habían observado tasa la escena en silencio desde los arbustos, pero Alaia no se dignó a girar la vista, siguió con la mirada perdida con las lágrimas aún cayéndole por las mejillas mié tras una nube de humo blanca aparecía alrededor de ella, la cual al disiparse dejó ver qué Alaia ya no estaba, los lobos no tardaron en alterarse.

- Tranquilos- Dijo Min- Se ha teletransportado a otro sitio, Summer me lo enseñó hace un par de días, por lo visto ella también lo aprendió- Dijo mirando con seriedad hacia el lugar en el que hace unos segundos estaba su amiga- Probablemente no la veamos en un tiempo- Dijo tomando rumbo al bosque, Imagino que hacía la cueva de los lobos.

- Eso-Fue-Increible- Dijo una voz a mi lado, de nuevo esa loba- Addison, sin duda vas a ser una Gran Alpha.

- Gracias pero, esa sombra fue muy descortés- Dije un poco apenada recordando las palabras de la sombra.

- ¿Pero que dices? Esa sombra no era ella realmente, las luces blancas son recuerdos, pero las negras son aquellas cosas que guardas en tu interior, por lo visto sí que querías herir a Alaia- Dijo sonriente mientras caminaba al bosque mientras tomaba mi mano ¿Yo.. quería destrozar de esa manera a Alaia?

º·ESPIRITU DE ALPHA·º (WYATT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora