Día 14 🍂

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Advertencias: Historia de amor BL, smut.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, así como los fanarts y gifs que se ocuparon para esta historia; con fines de entretenimiento.

Palabras del reto: Armadura y ¿Me puedo quedar contigo está noche?

Pensamientos y "Pensamientos"
-Diálogos- y -Diálogos-

Pensamientos y "Pensamientos"-Diálogos- y -Diálogos-

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~Casino~

-Esto no es ningún juego- amenazó como si se tratara de una plática casual en medio del parque -Al caer el siete, tu cabeza será mía- dijo, sonriendo triunfal.

-Esto no es ningún juego- amenazó como si se tratara de una plática casual en medio del parque -Al caer el siete, tu cabeza será mía- dijo, sonriendo triunfal

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Deseo. Ajetreo. Y bullicio. La cotidianeidad en su máxima expresión cuando se vive una noche de apuestas en la ciudad del pecado. Las Vegas, Nevada.

Envidia. Ilusión. Un torbellino de emociones desenfrenadas por cada rincón y cada área en el palacio de las apuestas.

Los peligrosos instintos revelan los más bajos deseos del hombre, así como su verdadera naturaleza. Olvidando a Dios y perdiéndose en el laberinto de el fauno.

Las sombras vespertinas procedentes del Oeste avanzaban sigilosas sobre el cielo, dando paso a la oscuridad, oscuridad que era opacada en cada crepúsculo. El cielo seguramente estaba estrellado, pero ninguna estrella podía verse a causa del smot.

Dentro de una casa de juegos, más específicamente dentro de una lujosa alcoba privada, el fino y delgado cuerpo de un hombre, descansaba amarrado sobre la suave cama de la habitación.

Daisuke Kambe mentiría si dijera qué, encontrarse en una posición realmente comprometedora no le provocaba cierto éxtasis.

Tenía ambas manos atadas a cada lado de la cabecera de la cama, y llevaba puesta una sola prenda de vestir. Prenda que le servía de mal hecha armadura, qué cumplía la función de resguardar la cabeza de su erecto y palpitante miembro. La parte más sensible de su anatomía.

Tenía, además, los ojos cubiertos por una venda, qué le daba más emoción al asunto.

Realmente no podía ver nada. Y eso, nunca le inquietó. Más bien le excitó de sobremanera.

El sonido de una puerta siendo abierta atrajo su atención. El suave caminar en la recámara aún era perceptible, pese a que el suelo estaba recubierto de alfombra.

Daisuke sintió un peso extra posarse con delicadeza a un costado de la cama, y aunque no podía verle sabía que empezaría a gatear hasta él, buscando colocarse sobre su regazo.

Y así lo hizo.

-Tchi- fue la queja que escapó de sus labios, cuando Haru cayó lentamente sobre su falo. Luciendo sin pudor alguno su traje de Adán.

-Estas duro- dijo con suavidad manteniendo una fricción rítmica entre ambos sexos, con el líbido más allá de las nubes -y caliente- susurró, cerca del oído de su compañero.

-¿Y... de quién... es la culpa?- atacó Daisuke entre suspiros de satisfacción.

La verdad, la culpa no era de nadie. Pues haber sido asignados a una misión de rastreo, en contra de unos traficantes de droga, y esta travesía los envíase a la Ciudad que nunca duerme, había cogido sus bien merecidas cinco estrellas.

El papel en cubiertos de estafadores y apostadores profesionales les había favorecido en demasía. La transacción había sido ofuscada con éxito, los malhechores enviados tras las rejas y un pequeño juego de relajación había terminado en un candente juego sexual. Intimidad que la pareja no gozaba hace mucho.

-Re... cuerdame, enviar... enviarle al director Yukihiro una generosa re... retribución monetaria- Daisuke trató de no gruñir sumido en el placer, mientras disfrutaba de húmedos besos en el cuello y de un delicioso masaje en toda la longitud de su polla (la cuál había sido liberada por Haru de su prisión de tela), propiciada por los firmes glúteos de su pareja.

Haru detuvo los besos y, sentado de rodillas a cada lado por sobre la pelvis de Daisuke, elevó sus caderas.

Llevó dos de sus dedos a su boca y los humedeció. Posteriormente llevó su mano detrás de su espalda, bajando, hasta posarse detrás de sus asentaderas, en dirección a su entrada. Preparándose para recibir a su amado.

-¿Me puedo quedar contigo está noche?- preguntó, cerca del oído del hombre qué estaba bajo su completa merced.

Daisuke tragó pesadamente la saliva qué se había acumulado en su boca. Le encantaba cuando Haru tomaba iniciativa en la intimidad.

-Haz... haz lo que quieras conmigo- respondió, listo para abrirse paso en la estreches de su delirio de ojos miel, y llegar más allá de lo profundo en su interior.

 haz lo que quieras conmigo- respondió, listo para abrirse paso en la estreches de su delirio de ojos miel, y llegar más allá de lo profundo en su interior

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Notas de la autora: sí sigo practicando el smut, capaz el último día del reto me haga un One shot más detallado. ¡Viva el Yaoi!

Fora 🌸

DaiHaruDai [Fictober 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora