18-20 🍂

361 32 0
                                    

Advertencias: Historia de amor BL, sin lemon, fantasía, reencarnación.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, así como los fanarts y gifs que se ocuparon para esta historia; con fines de entretenimiento.

Palabras del reto: Trampa, Mareado, Coral, Tentación, Contracorriente y Vainilla.

Pensamientos y "Pensamientos"
-Diálogos- y -Diálogos-

Pensamientos y "Pensamientos"-Diálogos- y -Diálogos-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

~La Danza del Fuego Pt.2~

La bufanda qué cubría su cuello; la llevó directamente por sobre su nariz congelada. El frío era algo incómodo, pero no molesto.

Exaltó vapor cuando llegó a su destino, el templo budista de Kaneiji.

Pagó, y recibió su pasé de entrada. El lugar estaba inesperadamente poco concurrido, a diferencia de cómo imaginó que se encontraría.

Y todavía con compras en mano, Daisuke realizó el recorrido por las escaleras hasta la cima del santuario, para hacer, algo que nunca hizo desde que empezó a vivir en Tokio; pedir una oración.

El hecho de recordar con franqueza el fastidioso pero bien intencionado interés que mostraban sus padres respecto a su vida, llenó de un inesperado calor su pecho.

No cualquiera tiene el lujo de decir que es afortunado por contar con el apoyo de los seres que le dieron la vida, y que siempre procuran por su bienestar. Siempre amorosos, siempre pacientes, siempre comprensivos. Más aún, a la faceta poco religiosa que Daisuke mostraba.

Desde muy joven, el chico pelinegro se ha considerado una persona que le gusta seguir la vida contracorriente, lo que la volvía, a sus ojos, mucho más entretenida y disfrutable. Claro, sin dejar de lado su faceta responsable.

No obstante, Daisuke siempre encontraba la manera de divertirse con ello. Por ejemplo, sí su padre decía chocolate, el decía vainilla. Sí su madre decía coral, el decía ópalo. O su favorita, cuando su abuela decía abajo y él respondía, descaradamente, un 'arriba'.

Y ahora, algo similar a eso le ocurría en esos preciosos instantes. Cuando vislumbró un letrero que señalaba un camino, con una especie de atajo, hasta (supuestamente) la entrada del templo.

Su lado racional pensó, "no seas ridículo, seguir el camino amarillo sería la peor decisión que pudieras tomar en tu vida. Hasta podría ser una trampa, para secuestrar a pobres e ilusos viajeros como tú".

Sin embargo, su lado irracional, aquél tan impulsivo, y el cuál había regido gran parte de su vida hasta la fecha, se vió severamente atraído por la tentación.

Realmente no tengo nada que perder, pensó, al tiempo que cambiaba su rumbo y se adentraba al camino alumbrado por resplandecientes lámparas de aceite.

DaiHaruDai [Fictober 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora