𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝟭𝟭. Él.

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Al cabo de un rato, se encontró atravesando esa entrada de madera que supuestamente iniciaba el camino al Bosque Kokiri

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Al cabo de un rato, se encontró atravesando esa entrada de madera que supuestamente iniciaba el camino al Bosque Kokiri. Mascot, a paso lento, iba estudiando un discurso para la hora en que tuviera que encontrarse con el Gran Árbol Deku. Si Link provenía de allí, era más que evidente que le preguntarían por él... hubiera sucedido lo que hubiese sucedido. Y él sentía la responsabilidad de contarlo.

El Héroe de la Luz atravesó el pequeño puente de madera hasta llegar al segundo túnel. Tan pronto como lo hizo, las miradas curiosas de los niños del bosque no podían hacer otra cosa que seguirle los pasos. Nunca, en esa línea temporal, habían visto venir a nadie del exterior. Y aquella persona grande, para ser la primera, era mucho más que llamativa. Con ropas tan blancas, esa apariencia celestial... que contrastaba con esa mirada tan triste.

Mascot se sintió algo incómodo con tantas miradas clavadas en la nuca, pero no dijo nada al respecto. Siguió avanzando hacia uno de los carteles que vio al fondo. Allí en una pasarela lejana. Se detuvo a leerlo y vio que tras la pasarela, encontraría la pradera del Gran Árbol Deku. No imaginaba que sería tan sencilla de encontrar, por lo que le supuso un alivio.

El Héroe de la Luz se dio la vuelta para entrar por la pasarela, cuando de pronto, se encontró con otros ojos que no había visto en ningún momento. Eran los de un niño que le miraba con descaro y las manos a la espalda. Tenía la cara redonda e indescifrable, pero su actitud decía de él que era un niño no demasiado amable.

El niño le examinó detenidamente y de arriba a abajo. A ese hombre no podía decirle nada más allá de algunas preguntas, incluso iba armado. No parecía peligroso aun así, pero Mido, ese niño que no dejaba de mirarle, desconfiaba de todo desde... ese día.

Mido.- ¿Quién es usted? —le preguntó directamente, con un tono de voz bastante borde—. ¿Qué ha venido a hacer aquí?

Mascot tardó en responder. Miró al niño un par de veces, pensando que no era a él a quien debía darle tantas explicaciones.

Mascot.- He venido a conversar con el Gran Árbol Deku —sentenció.

Mido no pareció muy conforme, por lo que siguió mirándole con la cabeza ladeada.

Mido.- ¿Y qué ha venido a hablar con él?

Mascot resopló. Estaba empezando a cansarse de ese niño entrometido, por lo que sin más, se dispuso a atravesar la pasarela.

Mascot.- Algo que solo él entenderá. Por ende, solo a él le concierne.

Cuando el chico del pelo verde se perdió a través de la pasarela, dejó a un Mido atrás no muy conforme con la respuesta. En esos siete años que habían pasado, las malas costumbres del niño no se habían corregido, por lo que no pudo evitarlo. Era superior a él.

Mido salió corriendo a través de la pasarela, aún desconfiando del hombre de blanco que parecía tener demasiados secretos. Quería escuchar la conversación y lo iba a hacer. Por el bien del Gran Árbol, pensó. Y por el de todos los kokiri. Por si acaso volviese a aparecer algo... algo que les amenazara.

𝐓𝐡𝐞 𝐥𝐞𝐠𝐞𝐧𝐝 𝐨𝐟 𝐙𝐞𝐥𝐝𝐚: 𝐃𝐚𝐫𝐤 𝐓𝐫𝐢𝐟𝐨𝐫𝐜𝐞 𝐚𝐰𝐚𝐤𝐞𝐧𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora