Especial Halloween (Contenido Sensible)

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Baihumon le había concedido parte de su poder en los instantes finales de su vida, revitalizando su cuerpo a la vez que le brindaba una gran cantidad de datos digitales que le hicieron digievolucionar. Psychemon, lleno de ira por lo acontecido en el poblado, tomó un rumbo oscuro y sombrío, transformándose en un ente demoniaco.

 Psychemon, lleno de ira por lo acontecido en el poblado, tomó un rumbo oscuro y sombrío, transformándose en un ente demoniaco

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Nivel: Campeón

Tipo: Virus

Huntermon, el rey del camuflaje. Se valía de su pelaje morado, el cual se asemejaba a un arbusto, para pasar inadvertido y dar caza a sus presas sin ser visto. Con una mordedura feroz y unas garras afiladas, su ataque más potente era la 'Llamarada del Inframundo'. Testigos afirmaban haber visto a algunas de sus víctimas reflejadas en las llamas azuladas...

La bestia con forma de lobo feroz juró vengarse de los humanos por la destrucción del poblado y la desaparición de sus amigos. Solo, buscó la compañía de aquellos con los que compartía el mismo sentimiento, uniéndose a un grupo de Digimon oscuros cuya finalidad era la aniquilación de la raza humana. Allí se sintió uno más.

Liderados por Duskmon, un gran número de Devidramon y el mismo Huntermon pusieron rumbo a su próximo objetivo: un pueblo humano de campesinos, con casas bajas de tonos grises, que no gozaba de la protección de La Capital.

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Las mujeres araban la tierra después de recoger los frutos que habían cosechado, mientras que los hombres se dedicaban a reconstruir la pequeña muralla hecha de estacas que había sido destruida. Días antes, dos Digimon furtivos les habían atacado con el fin de llevarse parte del ganado, causando varios destrozos. Afortunadamente, nadie había resultado herido, salvo alguna oveja.

Los niños se entretenían jugando con una pelota desgastada. Menos Lyla, una pequeña de coletas rubias, ataviada con un vestido azul celeste. Ella prefería hablar con Cloe, su peluche con forma de mono al que le faltaba un ojo y se le notaban varios puntos donde habían tenido que coserle para mantenerlo con vida. Tenía muchos años encima Cloe.

—Claro que sí, papá dice que pronto llegará el frío y podré ponerte de nuevo tu jersey —dijo la niña, dando saltitos para avanzar.

{ Comienza a sonar Música de Fondo:

The Host Of Seraphim, por Dead Can Dance}

Nadie le prestaba atención. En el pueblo estaban todos ocupados. Pero ella era la niña más feliz del mundo con su peluche, sin necesitar nada más.

Desde la atalaya, el punto más alto, los vigías dieron la voz de alarma al ver acercarse algo a lo lejos. Hicieron repicar las campanas alterando a los habitantes, que comenzaron a movilizarse de inmediato.

Digimon: Our Last StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora