No debería hacer esto...
No debería porque ni siquiera sé si es lo correcto...Todas las mañanas que me levanto, me repito que no te necesito, que está bien estar así.
Y es mentira.Durante el día le doy vueltas y vueltas y todo duele cada vez más, el pecho se contrae y la garganta se cierra como si un ataque de asma fuera a suceder en ése momento...
El aire trae ése ambiente nostálgico de navidad, y te recuerdo sentado frente mi casa, observando el volcancito que tiraba esas chispas amarillas que tanto te fascinaban...
Comenzó a cernir cuando salí de la cabaña.
Mauricio siempre disfrutó del frío que calaba los huesos.
Decía que el clima templado hacía que los corazones cálidos compartieran su calor con otros...Quise entenderlo, siempre quise entender lo que decía, o porqué lo decía...
Revisé su diario, el que la tía Luci me dió cuando nos juntamos...
Tenía muchos garabatos y hojas arrancadas.
Recordé que alguna vez, en una de nuestras conversaciones, mencionó que siempre hay un porqué de las cosas...
Pero jamás dijo que el porqué de sus secretos hacia mí...
En su diario ha dejado indicaciones para encontrar las hojas faltantes del mismo...
Y las encontraré. Las encontraré a como dé lugar.
Así deba recorrer toda Guatemala...
Así deba recorrer todo el mundo...La tía Luci me ha dicho que esas hojas quizá tengan algo interesante que contarme, pues es cierto que Mauricio nunca me ocultó nada... Salvo su enfermedad y todo lo que pasó después de ella.
"Cabello negro, graso. Piel trigueña, pero una tonalidad más oscura.
Me recuerda a la canción que dice "Piel canela". A pesar de sus 17 años, tiene ya una estructura ósea muy pronunciada. Se nota en su quijada.
No sé qué clase de vida llevaba antes de conocerlo, pero ha desarrollado una musculatura muy marcada, aunque no es robusto o tosco a la vista. Tiene un acento peculiar: No es la típico "cantadito" (como dicen) de los guatemaltecos.
Sus ojos son tornasoles. Es alto, considerando que pronto terminará su desarrollo, concluyó y me atrevo a asegurar que medirá cerca del 1.90 de altura o un poco más.
De sus palmas emana una sudoración excesiva.
Tiene un aroma peculiar: A romero y ruda. Es una mezcla extraña, más no desagradable.
Su voz es muy ronca, grave y profunda. Sus patillas muestran su pronta excesividad de vello corporal.
Es ya un hombre siendo sólo un niño.
Tiene una cicatriz en el mentón, según dijo, se la hizo jugando con su hermano.
Tiene otras en el abdomen, pero apenas puedo identificar manchitas de tonalidad más clara que su piel en su abdomen. Son deformes y muchas."Así reza la primera hoja del diario. Adherida con un trozo de cinta transparente y de color amarillento.
¿Qué demonios haré con ésta descripción? ¿Cómo hallaré a éste Sebastián?
Quiero entenderte Mauricio, quiero hacerlo...
Pero sus juegos me irritan mucho...
Me irrita el sólo hecho de saber que debo encontrar a alguien que fue como yo hace tanto.
Me irrita saber que es buscado.
Me irrita saber que le dió atención.
Me irrita saber que... Él estuvo con Mauricio cuando yo no pude estarlo...Dejé el libro en la cama y me asomé a la ventana de mi cuarto.
Me llevó un tiempo percatarme de una hoja que sobresalía del diario.
La tomé y tenía un pequeño párrafo escrito. Contuve mis ganas de gritar y tirar el diario, quemarlo y deshacerme de él, de aparentar que jamás existió, que jamás conocí a Mauricio y que jamás le amé...
Intenté calmarme, tomé mi celular y decidí salir a dar una caminata..."Día 1: Tiago antepuso a su familia por sobre su corazón. Partió ayer a las 2:00 p.m. Se llevó todas sus pertenencias, salvo una pulsera que se dejó en la mesa. Es la misma que le regalé cuando viajamos a Panajachel.
Un lugar muy bello, por cierto... Me gustaría que mi cuerpo quedase allí...Tengo miedo de no volver a verle.
Tengo miedo de la enfermedad que me han detectado. Tengo miedo de que no sea feliz... Tengo mucho miedo..."

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A Más Ver.
RomansaNo te pido que me perdones... Léeme por lo que más quieras... Eres la única persona a quien puedo recurrir. No te pido que te responsabilices de él, pero lo que puedas hacer por él, házlo, por favor. No tiene la culpa de nuestras tonterías de jóvene...