True love ♡ 𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎.

Lo siento mucho.

La canción de portada es para la primera mitad del capítulo, después ya aparece la que sigue. Gracias por leer, en serio.

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Era la mañana del sábado 24 de Octubre cuando Chloe Bourgeois despertó con la pierna de Sabrina encima suyo. La chica sonrió y lentamente se levantó de la cama para darse una ducha.

— ¿Chloe? — pronunció la pelirroja.
— Descansa... Iré a tomar una ducha, vuelvo en unos minutos. —
— Te acompaño... — dijo entre sueños con tono de broma y cara pícara.
— Ja-ja-ja... En seguida regreso. —
La chica de gafas se rió y se acomodó en la cama para seguir durmiendo otro rato más.

En el baño, la chica reprodujo su playlist lo-fi favorita y se dispuso a relajarse, había vivido demasiado en pocos días y tenía que pensar todo eso.

Minutos después, la chica salió con su bata blanca y gruesa lista para preparar su outfit de ese día... Pensaba ir a casa de Marinette y hablar con ella, lo haría al medio día o quizá en la tarde, pero antes de entrar a su gigantesco closet, su mejor amiga le dijo:

— Chloe, estuvo Pierre aquí y me dijo que tus papás te esperan para desayunar en el restaurante del hotel... Se veía algo serio, espero que no se hayan enterado de lo que pasó anoche... — dijo preocupada.
— No te angusties, la verdad sí me pone algo ansiosa porque vamos... Tú conoces muy bien a mis padres, nunca quieren estar juntos ni hacer nada conmigo... No sé que me vayan a decir, no pienso que solo quieran un desayuno familiar. —
— En eso tienes razón, perdóname... —
— Ya te dije que no te preocupes Brina, ya sabes que puedes tomar la ropa que quieras, date una ducha si gustas — le dijo Chloe de una manera suave y con una sonrisa.
— Oh, muchas gracias... —
— Sí, sabes que no es nada... Pues supongo que iré con ellos, pero sabes que estás en tu casa. —

La chica de ojos turquesa se dirigió a la ducha y antes de entrar le dijo:

— Gracias Chloe, me alegra que sigamos siendo amigas. —
— Por siempre — le contestó la rubia con una sonrisa.

Sabrina se metió al cuarto de baño y la chica de ojos color cielo preparó su bolsita con todo lo que necesitaba tanto para el desayuno, como para ir a hablar con Marinette, y salió de su habitación rumbo al desayuno que ella no sabía, pero que cambiaria su relación con sus padres para siempre.

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Marinette despertó con el desayuno en los muebles de jardín que tenía la pequeña terraza de la habitación de la japonesa.

— Buenos días, Nette. — Le sonrió la japonesa.
— Gami, hola! jaja buen día... ¿Qué está pasando? —
— Bueno... Quería que desayunáramos juntas. —
— Gracias Gami, oye... Hay algo que tengo que decirte. —
— Creo que lo sé, ¿desayunamos primero? — Le dijo Kagami poniendo una cara de petición con ojos de cachorrito.
— Claro. —

Las chicas desayunaron hotcakes de moras acompañados de nutella y posteriormente unos omelettes con ensalada.

Terminaron y se quedaron hablando un poco en aquel lugar.

— Gami... yo... —
— Nette, antes de que digas algo... — la interrumpió la japonesa. — Quiero decirte que aunque sé qué decisión tomaste ya, te aviso que mis sentimientos por ti no desaparecerán así como si nada. Te quiero mucho, y me gustas aún más... y cómo te dije antes... Respeto tu decisión, pero necesito que me digas... Que me prometas; que nunca te dejarás pisotear por Chloe. —
— Gami... Yo... —
— Te escuché en la madrugada. No sé realmente qué fue lo que te llevo a tomar esa decisión, pero definitivamente supongo que ella tiene algo que yo no, y aunque eso me duele y hace que incluso me decepcione de mí misma... Lo respeto. —
— Oye, no tienes que pensar así... Mira... Sí. Tomé mi decisión, pero quiero que sepas que, aunque me fue difícil identificar qué era lo que mi corazón quería decirme... Yo siempre te voy a ver como una chica excepcional. Gami, tú eres preciosa, la mejor en todo, amable, decidida, segura... Por favor no dejes que algo que hice te haga sentir menos, te mereces lo mejor porque lo eres. Vale? Y no te preocupes, Chloe ya cambió.
Y no sabes cuánto te agradezco por respetarlo y por favor, no dejemos de ser amigas. —