Marinette descubrió algo de sí misma que además de confundirla, la hizo la chica más feliz del mundo. Superó a Adrien para sentirse plena y darse cuenta de su verdadera orientación gracias a Kagami, pero... ¿Qué es esta sensación que experimenta cua...
Nota: Gracias, gracias, gracias por darle una oportunidad a mi historia, leerla, comentar y poner sus estrellitas 🥺. Ya al final me echo un choro. Ustedes saben que esta canción debía estar en el final... Es su canción ♡ y lo saben! ♡ Disfruten 😌 Ig: @miraculous.sunset
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Chloe subió al auto donde Pierre servía de conductor.
— Pierre... — — Sí Señorita Bourgeois... — — Gracias. — — ¿De qué agradece? Si no es que soy indiscreto. — — Tú jamás lo eres, — le dijo viéndolo por el espejo retrovisor. — te agradezco por hablar con papá. Tú sabes justamente cuando hacerlo... Te debo muchas. No sé qué sería de mí sin ti. Gracias. — — Señorita Bourgeois, me alegra que todo esto haya tomado este rumbo. Me siento feliz por usted y también me siento feliz por todo lo que se viene. — — ¿Lo que se viene? — — Claro... En una litera abajo duermo yo... ¡Y ARRIBA EL CHLOENETTE! —
La rubia ante tal comentario soltó una carcajada a la que se unió Pierre segundos después. Ella le agradeció de nuevo y le dijo que subiera el volumen de la música.
La ventana del auto estaba abajo, pasaron por la rotonda donde se encuentra el arco del triunfo... Era una mañana soleada y tranquila, el aire acariciaba su rostro de una forma delicada y ella con los ojos cerrados disfrutaba del trayecto hacia casa de su rayo de Luna.
Mientras tanto, Marinette se había dado una ducha y ya tenía puesto un vestido muy cottagecore de color amarillo pastel, el color que representaba a su chica. "Mi chica..." pensó con la mirada puesta en el techo y mordiendo su labio inferior. Claramente nadie le pertenece a nadie, pero era un apodo muy bonito y que pensaba con mucho respeto.
Se encontraba colocándose un collar dorado muy discreto cuando su teléfono comenzó a sonar... Ella muy ilusionada pensando que se trataba de la rubia, vio con recelo que se trataba de Kagami.
Su ringtone sonó durante 15 segundos y ella decidió contestar.
— ¿Hola? — pronunció con la voz temblorosa la japonesa. — Gami... — — Nette... No cuelgues por favor. — — Jamás te haría eso, ¿que sucede? — — Yo... Sé, sé que voy a encontrar un día a alguien que me quiera con la misma intensidad con la que yo le querré; solo quiero decirte que... — la línea se quedó en silencio por unos segundos hasta que Marinette le dijo: — Está bien, puedes decirme lo que quieras. —
Aquellas palabras le dieron algo de tranquilidad a la asiática, que suspiró y le dijo:
— Marinette... Por favor, no te alejes de mí. Sé que será difícil salir contigo después, y que posiblemente ya no quieras volver a verme... Pero, por favor; no me quites el privilegio de poder ser tu amiga. —
Cuando la azabache escuchó aquellas palabras, recordó lo que Gami había vivido con otra chica cuando vivía en Japón. Kagami se mudó a Francia porque a Nami, aquella chica de la que se había enamorado en su país natal, y a ella... Las atraparon besándose una vez... Eso jamás se lo había dicho a su madre, Kagami le había dado la excusa a Tomoe de que en Francia estaba la mejor escuela de esgrima, y que por esa razón quería vivir ahí.
