🐺CAPÍTULO DOCE🐺

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—Me gustas mucho, cachorro. —Confesó el Alfa. Y por intermedio de su transparente mirada, advertí sinceridad… Mis capas erizaron ante su franqueza y una cálida sensación se resguardo en mi gélido corazón.

Lo observo con desconcierto, con preguntas sin respuestas, con entrega sensata reprimida. Y soy consciente de mi casi mordida… Expuse mi níveo cuello esperando deseoso por ello. Y eso, me aterra.

—Jimin… ¡Hey! No te estoy solicitando casamiento, tranquilo, no naufragues en errados pensamientos. Solo debía confesar porque realmente me sobrepasa todo esto, me gustas como nunca alguien lo hizo con anterioridad —confiesa mientras acaricia mi espalda suavemente —. ¿Trabajas mas tarde? Quizás debería irme cachorro, para que descanses. —Objeta aturdido, tratando de levantarse.

—¡Quédate!.. Es decir, quiero que te quedes... Solo si gustas, claro. — Me boicoteo nuevamente. Mi mente ruega que huya. Y el resto de mi ser, que no me abandone. “¿Desde cuándo soy dependiente?”

—Si es lo que quieres, con gusto me quedaré. ¿No estabas con hambre? — Pregunta el Alfa sin dejar de acariciarme esporádicamente por divergentes lugares —. Espérame aquí, que caliento el ramen cariño… solo espérame. —Dice mientras se incorpora direccionándose a la cocina. Como si esto perteneciera a la rutina de sus días.

Me siento confundido. Perdido por sus expresiones sinceras de afecto... ¡Es que ni siquiera besos compartía con los otros! Con otros alfas, todo se reducía al plano sexual. Y aunque mi lobo esté de regocijo, me observo traicionado.

—Aquí tienes cachorro —Jungkook deposita el tazón sobre la mesita ratona, posicionándose a mi lado.

—¿Puedo preguntar algo íntimo? — dice mientras se admite de un largo trago, toda la cerveza. Asiento rebosante de fideos —. ¿Te cuidas? Digo, porque te anude sin poder controlarme y anteriormente eyacule en tu interior… ¡Y no es que me queje! ¡Ni de coña lo hago! Pero como puedo olfatear tu aroma de lejos…

—Soy infértil... Así que no te preocupes —desembucho como si nada. No es algo que ande anunciando a los cuatro vientos pero, lo amerita la ocasión —. ¿Quieres? —ofrezco.

—¿Cachorros? —demanda el Alfa entre asombrado y dubitativo.

—No lobito. Ramen, si quieres ramen te pregunto. Cachorro no puedo ofrecerte aunque quisiera. —Confieso con un deje de nostalgia —. ¿Aún sigues con la idea de hacerme tú Omega? —le cuestiono, atento a su respuesta entre bocados.

El Alfa, me observa con serio semblante y analizando mi pregunta mientras ladea su cabeza, responde —: Ya lo eres Jimin... Y a eso, nada ni nadie lo modifica, cachorro. — Afirma mientras consume, nuevamente, de su bebida.

—¿Aún estando dañado... me quieres? — lo miro incrédulo de tal gesto.

Cualquier Alfa se espanta de un defectuoso.

—Eres un precioso, carismático, tierno y sexi Omega... Lo "dañado" no existe en ti. Solo es un engaño de tu mente. Absolutamente todo en ti, es sublime cachorro. —anuncia arrimando su cuerpo hacia el mío.

"¿Por qué eres tan lindo, Alfa?" Pienso consternado. "Despeja tu mente de locas ideas, Omega".

—¿Y... Si en un futuro, quieres cachorros? —interrogo, acomodando mi cuerpo hacia él.

—Los adoptamos... tan simple como eso. ¿Puedo saber como te sucedió? Solo si te sientes cómodo con contarme algo así... —cuestiona robándo ramen de mi tazón.

—¡Hey! ¡Esto no funciona así..! —me alejo distanciando el tazón de nuevos hurtos —. Éste es el momento en donde tú, también arrojas tus más oscuros secretos. Ya que estamos de confesión ¿O no? —Emito en un tono acusatorio aproximándome a su cuerpo.

—Soy un adicto en recuperación. — Confiesa el Alfa cabizbajo mientras declina su agobiante cuerpo, juntando sus manos por delante —. Me he metido dentro, todo lo que puedas imaginarte y más mierda también... De mi última desintoxicación, hará tres meses. — Aprieto sus manos como muestra de mi apoyo. Aunque él no me observe, necesito que perciba mi confianza —. No he reincidido en merca... Lucho día tras día con ello y con todas mis malditas fuerzas. Lucho para salir de ésta mierda, lo juro. Pero el faso, se me impone imposible, es algo que me domina... O eso creí, hasta que te conocí, Omega.

—Pero…¿Cómo es posible eso? O sea, soy consciente de mi desagradable aroma Jungkook. — Digo entre tanto me toma posicionándome en su regazo.

—Es justamente tu aroma... Ese aroma me vuelve loco. Estalla mi cabeza causando estragos en mi interior. Eres... Eres como mi dosis perfecta. Tu cercanía me controla. Provoca que no tenga ganas de fumar ¿puedes creerlo? — Me lanza una intensa tormenta informativa que me atropella de frente.

—Pero, es que... mi aroma se modificó, Jungkook. Años de abuso a supresores para así evitar mi celo, cambiaron mi olor. Dejándome así imposibilitado de procrear... —Trato de explicarme a mí lo que mi necedad ya conoce...

—Hueles a mota —anuncia absorbiendo mi aroma y enterrando su nariz en mi espalda mientras me abraza con todas sus fuerzas.

—¿Qué? ¿Me estás diciendo que huelo... A la maldita mariguana?

—Sí...Y me encanta —suelta absorbiendo mí aroma sin aflojar su toma.

Y para nada se advierte errado. Al contrario, mi cuerpo se atañe a sus sentidos y mi lobo se enrosca estremecido... Y conmovido por la situación, podría dictaminarme a su entrega y permitirme conocerle...

Entonces, lo examino acariciando mi cuerpo con toques suaves y leves mientras da por terminado con tazón de ramen.

Y pienso, que en una de esas, la vida compartida a su lado no sería indigna...

—¿Lobito? —cuestiono girando un poco sobre su regazo.

—¿Sí? —El Alfa me observa expectante.

—Tú, también me gustas...





































HAW ME MUERA...CREO QUE ESTE PAR, SE NECESITAN PARA SANAR...

¿SE IMAGINABAN EL AROMA DE NUESTRO OMEGA? ESA FUE LA LOCA IDEA EN LA QUE SE PENSÓ ESTE FANFIC...

GRACIAS POR LEER Y RECUERDEN QUE LOS AMITO MUCHO❤

"𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora