[Capítulo 2]

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AYÚDAME A CONQUISTARLO

Mina me empuja hacia él y huye de la situación, intento parecer normal pero no lo logro... Dije que improvisaría pero justo ahora es imposible.

¿Cómo voy a actual normal si lo que voy a pedirle es rarísimo?

–¿Se te ofrece algo? – me pregunta Jungkook con el ceño fruncido, rió como babosa y sobo mi codo incómoda y nerviosa.

–No... Ehhmmm... Bueno sí —balbuceo como idiota – Tú no me conoces, yo tampoco, ya que técnicamente saber tu nombre no es conocerte y entonces eso signific...– antes de seguir diciendo estupideces me interrumpe.

–¿Por qué tu sabes mi nombre y yo no sé el tuyo? – me pregunta con una expresión extraña, hasta parece que sabe que estoy nerviosa y quiere aprovecharse de eso.

—Porque... Porque... Todos te conocen, ya sabes – digo intentando lucir tranquila pero fallo en el intento, arquea la ceja y me mira confundido.

–Pensé que sabías que saber mi nombre no era conocerme – Dice con la voz ronca y profunda.

¿Por qué habla así? Es intimidante.

–Bueno Jungkook... Te cuento, yo... Necesito tu ayuda – murmuro bastante insegura de lo que estoy haciendo, arquea la ceja y creo que no podría estar más confundido.

–Te dás cuenta que ni siquiera sé tu nombre y nunca te he visto en mi vida y te estás acercando a pedirme ayuda, ¿Sabes lo raro qué es eso? – pregunta mirándome, intimidándome más que todo – ¿Sabes que nadie en esta maldita escuela me habla, verdad? Mucho menos se me acerca a pedirme ayuda.

–¡Estoy desesperada! ¡No quiero morir virgen! – exclamo sin pensar en lo que acabo de decir, enseguida me retracto pero me doy cuenta que ya es tarde.

Jungkook me mira confundido, pero luego una sonrisa se refleja en sus labios.

–Te vistes raro y dices cosas aún más raras – dice con un tono divertido, bajándole un poco a su voz de intimidador sensual de televisión.

–Ya sé que me visto como abuela de convento, pero por favor no me lo recuerdes...

–¿Cómo te llamas? – Jungkook me pregunta sin dejar de lado su tono intimidante mientras me observa.

–TN TA – digo casi en un susurro.

–Acabas de gritarme que no quieres morir virgen, ¿Y me susurras tu nombre? – pregunta arqueando la ceja, me encojo de hombros, que te puedo decir – Bueno, TN TA —dice mi nombre como si disfrutara cada palabra – ¿En qué puedo ayudarte?

Un nudo se hace en mi garganta, no sé si pueda decirlo.

Bueno... Dilo y ya.

Sin pensar.

–Tú eres hombre... Y los hombres saben de hombres, si no es mucha molestia Jeon Jungkook me gustaría que me enseñarás todo lo que sabes – pido intentando sonar segura, me mira neutro para luego fruncir el ceño.

Estoy preparada para que me llame loca.

–¿Cómo es que tú sabes mi nombre completo y yo ni siquiera conocía tu existencia? – pregunta mirándome raro.

–¿Es en serio? – pregunto arqueando la ceja, debe de estar jugando – ¿Acaso no escuchaste lo que te pedí? ¿Cómo es que sólo te preocupas por tu nombre?

–Es raro. Y sí, te escuché pidiéndome que te enseñará cosas sexuales y todo eso, ¿Te permiten eso en el convento? No quiero ir al infierno por corromper a una monja.

Es un idiota.

Vestirse poco atrevido no me hace una monja. Pero estamos en el siglo veintiuno.

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