41

57 4 6
                                    

SuJin había faltado a clases de nuevo, preocupando a HyeSun y el resto de sus amigas. Estaba ahogándose en su propia envidia, despreciaba a EunJi por haber pisado Ao desde un principio. Había echado todo a perder, si no hubiera sido por ella, su padre ahora ni estaría cuestionandose si mantener los acuerdos con el grupo Kim o no. Definitivamente tenía que hacer algo para reparar las cosas y recuperar a HoSung. SuJin era una chica inteligente, seguro encontraría el punto perfecto para dañar a Kang EunJi.

Había sido cercana a HoSung desde que eran pequeños. Ella era —por decreto de la señora Kim— un buen partido para su hijo. Y debido a la solitaria vida que ambos habían tenido, se encontraron el uno al otro. Hasta el chico le prometió que cuando crecieran iban a ser una pareja felíz y que estarían juntos por siempre. Sin embargo, eso había pasado hace mucho tiempo y aquel futuro que HoSung había prometido estaba al borde de la destrucción. SuJin no solo estaba rota por ello, sino que también obsesionada con algo que se había desvanecido hacía tiempo.

Ató su cabello castaño y se recostó en su cama, ocultando su rostro en su almohada para soltar un grito mudo. Sus ojos estaban humedecidos, no quería ni agarrar su teléfono. Sus amigas le habían escrito, una vez para recordarle el ridículo por el que había pasado hacía semana y media, y el resto de las veces para preguntarle cómo se encontraba. HyeSun hasta le había mandado una billetera Gucci como regalo para que la disculpe por haberla molestado, pero ni eso le había levantado el humor. Una de las empleadas domésticas de la casa tocó la puerta y esperó a que la dueña del dormitorio le permita entrar. Le mostró una sonrisa y le dejó una bandeja en la cama con unas tostadas y algo para tomar. Nuevamente sola, SuJin se sentó en el lugar y dejó escapar un suspiro deprimido. Su teléfono sonó de nuevo y maldijo en voz baja. Solo quería algo tan básico como el silencio. Sin embargo, al encender su pantalla notó que no era ni HyeSun ni alguna de sus amigas, era Zang Peng.

“¿Estas molesta con HoSung?” “Sí lo estás, hace días que no vienes a clase” SuJin miró el teléfono con rabia. Nunca había hablado con Peng, no solo por ser becado, sino que también porque le daba asco. Sabía qué clase de persona era y, aunque no lo demostraba, le tenía algo de miedo. No podía meterse con él, así que se reducía a no acercarse.

“¿Qué mierda quieres Zang?”

“¿Ahora estás molesta conmigo?” “Venía a hacerte un trato, pero parece que no estás de humor, así que me lo guardaré” la mirada de SuJin paso de enojada a confundida. ¿Qué estaba planeando? Peng era in tipo peligroso, por lo que debía ser extra cuidadosa con lo que fuera que hiciera.

“¿Qué trato?” respondió siendo víctima de la curiosidad.

“Uno que hará que Kang se lamente haber entrado a Ao y que acabará con HoSung” “Solo tendrás que hacer una cosita por mí a cambio”

SuJin pasó saliva. Sabía que los juegos del chino eran engañosos; un día parecía una persona y al siguiente era otra totalmente diferente. Confiar o no confiar era el nuevo gran dilema al que la castaña de estaba enfrentando, sin embargo no se le había ocurrido ninguna otra mejor idea. Lo único que Jacob pedía a cambio era que ella lo mantenga en Corea, puesto que la señora Kim ya había hecho toda la publicidad que quería presumiendo que “daban becas a extranjeros”. Con las controversias que HoSung había empezado y las nuevas preocupaciones que la señora Kim tenía, seguramente no iba a pensar seguir invirtiendo dinero en un becado. Ya no necesitaba a Peng, pero él no estaba listo para regresar a China por razones que SuJin desconocía. Ella realmente no debía hacer mucho, solo mantener al chico cuando la directora dejara de hacerlo, así que cayó en su red y aceptó.

“Te veo mañana, SuJin” aquel mensaje hizo que un escalofrío recorra la espalda de la castaña. No se sentía segura con Jacob, pero estaba desesperada por vengarse de EunJi.

𝑵𝑶𝑻 𝑬𝑨𝑺𝒀 𝑻𝑶 𝑪𝑶𝑵𝑻𝑹𝑶𝑳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora