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ADVERTECIA: este capítulo cuenta con un leve grado de violencia. Si eres sensible a la aparición de sangre, por favor abstenerse a leer.

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   Aquel fin de semana se había pasado realmente rápido para la chica. Había intentado buscar trabajo, pero ninguna de sus opciones terminaba de convencerla. Finalmente había culminado en la propuesta de intentar ser aceptada para tener un puesto en la cafetería de la que GeumHyuk le había hablado. Tuvo su entrevista, presentó su currículum y no tardaron en darle la buena noticia de que había sido seleccionada. Le habían enviado un correo electrónico el domingo por la noche, diciéndole que empezaría el siguiente fin de semana y que tendría aquellos dos primeros días como una "prueba". EunJi no podía mentir, estaba algo emocionada por poder volver a tener una actividad con la que se sentía familiarizada. Trabajar era una de las pocas cosas para las que era buena, por lo que no quería perderla.

   Nuevamente allí se encontraba, parada frente a la gran entrada de ese instituto del demonio. Aún así, esta vez los demás sí la notaban entre la multitud. Una de las chicas del grupo que la había bañado en harina y huevos chocó contra su hombro, haciéndola tropezar y caer de rodillas. Unas risas burlonas se escucharon salir de los labios de aquella desgraciada pandilla de dementes. EunJi se quitó su bolso para poder sacudir levemente con sus manos su falda y el buzo de lana que se había puesto sobre la camisa del uniforme. Una mano extendida hacia ella le llamó la atención. Levantó la mirada con confusión y notó que se trataba de él primero de esos cuatro tontos que con los que se había cruzado: HeeJun. ¿Acaso intentaba ayudarla? No, imposible. Hacía unos días había formado parte de una "ronda de golpes" junto a HoSung, definitivamente nada bueno iba a salir de aceptar su mano. De todas formas, se trataba de HeeJun, el muchacho que emanaba buenas vibras pero que estaba tan loco como los demás; revoloeó los ojos y simplemente la tomó por la muñeca con algo de brusquedad. Comenzó a arrestarla hacía adentro del instituto sin prestar atención a los tironeos en vano de la muchacha para librarse. A pesar de había otros estudiantes, ninguno de ellos parecía inmutarse de la situación.

   Llegaron al cuarto de limpieza y el chico empujó a la muchacha dentro. EunJi chocó contra ya de las estanterías y dejó escapar un quejido de sus labios mientras se abrazaba a ella misma intentando llegar con sus manos al golpe que se había hecho en la espalda y se agachaba en el lugar. Se vió obligada a levantar la mirada cuando el contrario la tomó del cabello con fuerza.

—Estaba esperando que pudiéramos tener un tiempo a solas señorita becada...

—¿Qué mierda quieres? ¡Suéltame! —se quejó esta mientras intentaba forcegear. El chico solo bufó divertido por lo bajo. EunJi no entendía que buscaba de ella, no comprendía cómo se había ganado tantos problemas. Que la haya llevado a esa habitación y la haya encerrado con él la hacía sentirse asustada, no quería permitir que su cabeza se pusiera a pensar en las posibles ideas que podrían estar atravesando la mente del chico.

—Debo aceptar que eres bastante increíble. La única chica en este lugar que pudo herir el orgullo de HoSung y WooYoung —. ¿Qué era lo que quería ahora? No sentía ningún tipo de buena vibra prevenir del contrario, de hecho se sentía algo asustada por lo que fuera que tuviera en su perversa mente— tranquila, yo no seré tan malo contigo, te dejaré elegir. ¿Derecha o izquierda? —los ojos de la chica mostraban furia y horror. Solamente quería golpearlo en la cara y salir corriendo de allí.

—Púdrete —fue lo único que sus labios dejaron escapar con desprecio. Se sentía como si fuera a torturarla, estaba aterrada. Este dibujó una sarcástica sonrisa en su rostro y con su mano libre sacó un objeto punzante de su bolsillo, una aguja. Nuevamente la chica volvió a intentar escapar del agarre de HeeJun, pero no había manera, era muy fuerte para ella.

𝑵𝑶𝑻 𝑬𝑨𝑺𝒀 𝑻𝑶 𝑪𝑶𝑵𝑻𝑹𝑶𝑳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora