Neji ¿Es gay? (NejiTen)

Insólito

Tsunade lo había visto divertida, despachó a Tenten después de decirle que el delegado de Suna había reportado que llegaría en la mañana del lunes por lo que debería estar a primera hora en la entrada de la aldea pendiente de su arribo. Tan pronto se quedaron los dos solos, la rubia empezó a reírse y en cualquier otro momento diría que no había una razón aparente, pero en ese preciso instante estaba seguro que era el maldito rumor.

- Un hombre vino a mi oficina al día siguiente que ustedes partieron a la misión, me dijo que era solicitada en los terrenos de tu familia — así que habían cumplido lo de hablar con la Hokage — le dije que no tenía tiempo para ir hasta allá, a menos que se tratara de algún asunto médico que requiriera mi presencia con urgencia ¿sabes qué pasó después?

- No Tsunade-sama

- Un "adorable" anciano se presentó aquí, hablándole de mala forma a Shizune hasta que lo hizo seguir. Debo decir que para ser un Clan tan antiguo pareciera que los modales no son algo que le hayan enseñado — sin duda el viejo se había molestado por la negativa de la mujer — vino a decirme que a partir de ese momento me quedaba totalmente prohibido enviarte a misiones en las que el equipo sean solamente hombres — Tsunade dibujó una sonrisa de lado — no sé en qué mundo cree ese sujeto que vive, pero mira que hay que tener los huevos muy grandes para atreverse a intentar darme órdenes a mí

- Le pido disculpas Tsunade-sama

- Quiero que sepas que le dejé muy claro que los equipos para las misiones se disponen de acuerdo a las habilidades de cada uno de sus integrantes para que se complementen entre todos, por lo tanto tus misiones serán asignadas sin tener en cuenta dicha solicitud — hizo una pausa — no sé qué hiciste para desencadenar ese rumor que está circulando, sé que es falso pero donde fuera real sería una sacudida fantástica para esos dinosaurios que componen el consejo de los Hyūga

- ¿Tsunade-sa... — la mujer lo interrumpió

- A ti te gustan tanto los hombres como a mí me gusta verme de mi verdadera edad, retírate — el tono de voz no daba lugar a réplicas

Las miradas y cuchicheos a medida que caminaba por la aldea no se hicieron esperar, en el momento que por fin se adentró en los terrenos de su familia los sonidos desaparecieron. Estaba dirigiéndose a su habitación cuando pudo ver otra vez a los ancianos juntos viéndolo fijamente mientras hablaban entre ellos, inhaló profundo para ignorarlos y continuó su desplazamiento.

Despertó en la mañana sin saber si al fin estaba en confinamiento o no, por lo que salió de su cuarto hacia el comedor para desayunar. Los otros integrantes de la rama secundaria no dijeron nada ni cuando ingresó ni mientras comía, aunque eso no era una novedad, el silencio era una virtud muy valorada por todos. Tan pronto dejó el plato vacío con los encargados de la cocina ese día se retiró, ninguno de los ancianos se veía por ahí así que probaría su suerte intentando salir de los terrenos. A paso lento se dirigió a la puerta principal y nadie lo detuvo, una vez afuera fue avanzando y con su byakugan comprobó que no lo estaban siguiendo.

Bueno ¿ahora a dónde iba? No tenía realmente algo qué hacer en la aldea, pero ya que había salido se dirigió a la entrada de la aldea en donde Tenten se encontraba sonriéndole al marionetista que al parecer acababa de llegar, refunfuñó para sí mismo, si se hubiera apresurado un poco habría alcanzado al menos a saludarla, pero bueno. Los vio irse hablando entre ellos y por un momento pensó en seguirlos, le dijo la verdad a la castaña sobre que Kankuro no le agradaba, y así mismo sabía que nada ocurría allí, pero es que a veces le era difícil controlar lo posesivo que era con ella. Al final bufó y optó por ir a entrenar un rato a su campo de entrenamiento.

~

Kankuro había llegado a la aldea pasadas las 9am, ella sabía muy bien que él no iba a aparecer antes de esa hora pero aun así para evitar cualquier llamado de atención sobre faltar a su labor o contradecir la orden directa dada por Tsunade, había estado en la entrada esperando desde las 7am y se había dedicado un rato a juguetear con su pulsera y otro rato a ensayar desde que distancia podía invocar objetos para guardarlos en su pergamino. Disimuló que había estado a punto de quedarse dormida esperando y lo saludó alegremente, riéndose mientras lo escuchaba quejarse por el viaje.