Neji ¿Es gay? (NejiTen)

Reminiscencia

Después de la ceremonia habían pasado a un salón en donde fue el turno de escucha a los ancianos faltantes, y luego al patriarca. Los matrimonios en la familia no eran exactamente iguales a los de los civiles normales en los que había una pista de baile, para ellos esas eran frivolidades innecesarias, así que una vez terminadas las palabras les sirvieron la cena y tras eso la tradición dictaba que ellos debían pasar y hablar con cada uno de los invitados. Dado lo mucho que podía hablar sus amigos tal tarea les tomó mucho más de lo que debería, pero finalmente habían terminado y ya todos se estaban retirando. Esperaron un rato más, Tenten estaba recostada en su hombro evidentemente cansada, y en el momento que los últimos miembros ajenos a la familia se fueron, los autorizaron a retirarse.

Tomados de la mano caminaron por el pasillo que daba a la habitación designada para esa semana, él deslizó la puerta para que ella pasara y cerró tras de sí. El lugar no tenía mayor diferencia con el que había sido su cuarto hasta el día anterior, excepto que era un poco más grande, tenía una chimenea crepitando en una de las esquinas y la cama era de tamaño matrimonial en lugar de ser sencilla, la decoración era tan sobria y simple como la de todo en los terrenos. Tenten se había quedado inmóvil en la mitad de la habitación y al verla a los ojos pudo ver que estaba completamente asustada, se acercó a ella y la abrazó, quedándose algunos minutos así y luego empezó a acariciar una de sus mejillas mientras ella cerraba los ojos y ladeaba un poco la cabeza disfrutando el ligero toque, pero en el momento que la fue a besar la castaña se apartó.

- Tranquila, no tenemos que hacer nada si no quieres

- Deberíamos, es nuestra noche de bodas... - ella redujo la distancia y escondió la cara en su pecho - no sé porqué estoy tan nerviosa, no es como si no lo hubiéramos hecho antes o fuera nuestra primera vez

- Es nuestra primera vez como esposos - enterró la nariz en su cabello, tenían el resto de sus vidas para estar juntos y oficialmente nadie podía volver a impedirle estar a solas con ella. No tenía ningún problema en pasar la noche solamente abrazándola - aunque no recuerdo que nuestra primera vez estuvieras ni un poco asustada - dijo en un susurro y en respuesta Tenten empezó a reír, relajándose un poco, subiendo la cabeza y estirándose lo suficiente para rozar sus labios.

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...Flashback...

Era su primera misión solos desde que habían empezado esa relación escondida, tenía una memoria perfecta y siempre recordaba claramente las instrucciones que le eran dadas para las misiones y luego se las repetía a su equipo cuando alguno de los integrantes olvidaba algo, pero ese día mientras esperaba junto a la salida de la aldea a Tenten tuvo que releer el pergamino con las indicaciones pues su mente se había distraído por completo después que Tsunade pronunció que solamente estarían ellos dos asignados, simplemente sus oídos se desconectaron y no escuchó nada más. La castaña le sonrió con timidez al llegar y sin más empezaron a saltar de árbol en árbol hacia su destino que era la aldea de Yu.

Era poco más de un día de camino, probablemente si aumentaban la velocidad esa misma noche podrían estar en el lugar, pero no contaron con la tempestad que se desató cuando el sol apenas se iba a empezar a ocultar. La lluvia lo tomó por sorpresa pues no había ningún indicio en el cielo que los hubiera alertado, o tal vez sí lo hubo y él al encontrarse tan sumido en su propia mente no lo notó, pero de todas formas ahí estaban, en medio de un descampado y lavándose por completo por el incesante aguacero. Encendió su byakugan en búsqueda de alguna cueva o lugar que les pudiera servir para guarecerse pero era inútil, y así encontraran de casualidad una guarida temporal sus bolsas de dormir ya estaban mojadas, por lo que amplió su rango de búsqueda y una pequeña posada a algunos kilómetros apareció como un faro en la oscuridad. Le señaló la dirección y una empapada y tiritante Tenten asintió. Al entrar al lugar todos se quedaron viéndolos, escurrían agua a cada paso que daban y ella tenía cara de pocos amigos pues aunque su ropa era holgada se le estaba pegando como una segunda piel así que alcanzaba a notarse lo mucho que le estaba calando el frío y para colmo hasta su peinado se había desarmado, el encargado de la posada les aclaró que solo le quedaba una habitación con una cama matrimonial, su vocecita interna decía que era incorrecto aceptar dicha habitación pero antes de poder preguntar de nuevo si estaba seguro que no había nada más disponible ella ya había avanzado, tomado la llave y se estaba dirigiendo a hallar la puerta con dicho numero escrito en el frente.