Neji ¿Es gay? (NejiTen)

Acatamiento

Un suave suspiro se escuchó en el momento que él pasó su nariz por el cuello de ella, repitiendo la acción pero ahora con sus labios. Tenten le apretó por un momento el brazo y creyó que volvería a apartar, pero no, al contrario, sus manos empezaron a buscar la forma de deshacerse del haori ceremonial. A ninguno le importó donde caía la prenda, su kosode fue lo siguiente y debajo de esas dos prendas estaba su acostumbrada camiseta de red, la castaña bufó por la cantidad de ropa que tenía puesta y él solo sonrió en respuesta buscando el nudo del obi de color gris oscuro con algunas flores bordadas para empezar a soltarlo, era un obi largo y pesado que solo era usado para esa ocasión y daba varias vueltas alrededor de la pequeña cintura de ella. El kimono era de color blanco con flores grises y era irrelevante el lugar al que fue a parar, la castaña quedó solamente en un revelador vestido de seda de tirantes blanco y dejó salir un gruñido cuando la castaña rozó su entrepierna por encima de la ropa antes de empezar a tratar de desatar el nudo de su pantalón sin éxito así que él la ayudó a conseguir el objetivo, una suerte que esa ropa ceremonial solo debía usarla ese día y ya después volvería a lo que usaba normalmente, prendas que ella ya sabía quitarle muy bien.

Tenten se deshizo de sus calzoncillos y lo empujó con fuerza para que se sentara en la cama, su mirada chocolate había cambiado por completo, toda señal del temor anterior había desaparecido y en cambio ahora lo veía con lujuria, caminó hacia él como desfilando y en pasos lentos pero no le permitió tocarla, con calma tomó el borde del vestido y se lo quitó, dejando a la vista un juego de lencería blanco que no le conocía y que dudaba le hubiera sido entregado con el atuendo de ese día.

- ¿Te gusta? — tragó pesado y solo asintió, había estado con la castaña incontables veces pero aun así la visión de ella así vestida lo había dejado sin habla y le era imposible perderse ninguno de sus movimientos — hasta la ropa interior de tu familia es aburrida... tuve que cambiarla

- ¿Te lo permitieron?

- No pregunté — se encogió de hombros mientras sonreía con maldad, le encantaba esa expresión — quería probar si todavía te podía corromper... y tal vez he aprendido un truco o dos sobre ocultarle cosas al byakugan

No esperó que dijera nada más, pues ella se subió en sus piernas para besarlo de forma abrasadora y cuando fue a intentar que él se recostara para empezar a pasar sus labios por su pecho fue su turno de detenerla, no, él quería ver un poco más de esa provocativa y diminuta ropa interior en ese momento así que la giró para ser él quien se deleitaba recorriéndola completa. Lentamente repartió besos por todo su cuerpo, quitó el sugerente sostén de encaje y se entretuvo con sus senos, bajando después un poco más para remover el liguero y las medias, luego la pequeña tanga que escasamente cubría su intimidad, su gemido resonó en toda la habitación cuando él empezó a lamerla con dedicación en ese lugar, porque en los años que llevaban juntos sabía perfectamente cómo hacerla disfrutar al máximo.

Con sus manos buscó a tientas en el colchón hasta encontrar una de las almohadas tomándola para pegarla a su cara y ahogar el grito de su orgasmo, Neji se ubicó sobre ella y reclamó una vez más sus labios pero no la penetró como suplicaba su cuerpo que hiciera, en cambio la sostuvo de la cadera antes de girarlos de nuevo en la cama, ella no perdió el tiempo, necesitaba sentirlo así que se acomodó a horcajadas para introducirlo en ella, con sus primeras cabalgadas cayó en cuenta que al parecer él había escogido esa posición y era casi la misma que su primera vez tiempo atrás, con la diferencia que esta vez sabían con más seguridad lo que estaban haciendo y a pesar de todo el tiempo no había dejado de ser igual o más placentero. Le fue difícil saber exactamente cuánto tiempo estuvieron en esas, antes de la boda llevaban más de un mes sin poder encontrar un solo espacio de tiempo para estar a solas y sin duda habían intentado ponerse al día.