Certeza

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Revolvió el contenido de una de las ollas, prestando especial atención a que el contenido no hirviera y tras estar segura que estaba listo le apagó. Dejándola a un lado para que se fuera enfriando mientras servía lo demás en una bandeja, la levantó y cuando se giró casi deja caer las cosas en sus manos porque Neji estaba allí y la había asustado por no sentir su presencia, él por su parte la ayudó a sostener todo.

- Iba a llevarte el desayuno a la cama — se quejó, era algo que le gustaba hacer en su cumpleaños

- Gracias — la besó y tras estar seguro que la bandeja estaba segura en la encimera y nada se caería la acercó por la cintura, su pecho se hinchó un poco orgulloso al sentir la pequeña curvatura que se empezaba ya a notar en el vientre de la castaña. Ella posó las manos en su pecho y cuando iba a deslizarlas y buscar la forma de soltarle la parte inferior de su atuendo se escuchó a lo lejos un llanto que los hizo detenerse. Los dos suspiraron, desde que había cumplido un año Hizashi parecía tener un sensor para interrumpirlos frecuentemente sin importar qué hora fuera — yo voy

- Es hambre, ya voy a procesarle su comida — buscó la olla con las verduras y pasó el contenido a la licuadora. En el momento que estaba sirviéndola en el plato especial, su esposo volvió a entrar en la cocina con su hijo en brazos y lo sentó en su silla alta mientras hacía un ruido con la boca para intentar que no llorara tanto. Ella puso el plato y le iba a dar la cuchara al pequeño para que comiera solo pero Neji la sostuvo y se dedicó a ser quien le daba la papilla de verduras de modo que no se ensuciara, a la vez que le hacía señas para que ella fuera desayunando también pues no le gustaba que siguiera en ayunas. Así que estaban en el comedor todos, ella alternando entre comerse un bocado y darle a él y él a su vez a su hijo.

Se alistó para asistir a la conmemoración por el cumpleaños de su esposo, ese día además ellos estaban celebrando su tercer aniversario y pensaban de paso revelarle a la familia que estaba embarazada y por terminar su primer trimestre, no es que lo hubieran ocultado sino que no habían querido ir hasta allá a contarles y en su ropa al ser holgada todavía no era notorio. Adicionalmente tenía la fortuna que a diferencia de su embarazo anterior, esta vez no había tenido náuseas ni ningún síntoma desagradable.

Al llegar a los terrenos dejó a Hizashi en el suelo y se dedicó a perseguirlo mientras llegaba la hora de la reunión, el infante correteaba entre todos hasta que llegó junto a los ancianos, quienes lo observaron y de inmediato lo alzaron, cruzó una mirada con ellos

- Hizashi — su tono era duro y su hijo lo que hizo fue estirar la mano para tirar del cabello de uno de ellos, este lo levantó más para dejarlo a la altura suficiente y ahora empezar a hacerle ruidos en el estómago, desatando una risa escandalosa por parte del pequeño. Los vejestorios no lo decían en voz alta pero lo adoraban casi desde que había nacido y sus rasgos fueron mostrando que sería idéntico al hombre al que le hacía homenaje su nombre. Antes que lo bajaran para que regresara a su lado ella suspiró, estaba pensando en que lo más probable es que los harían regresar a vivir a los terrenos otra vez un mes antes del parto.

Porque finalmente después del nacimiento de su primogénito, les permitieron irse cuando este cumplió los cuatro meses, admitía que el tiempo que estuvo allí no había sido del todo malo pues había recibido muchísima ayuda por parte de las mujeres de la rama secundaria lo que le había facilitado las cosas y que sus nervios de mamá primeriza fueran superados poco a poco, pero lo que la había exasperado y hecho que ella le dijera persuasivamente a Neji que quería que se fueran era que todas las conversaciones con los ancianos giraban alrededor de su siguiente hijo. Ella estaba harta, veía a su bebé y lo amaba, pero eso no significaba que su parto no hubiera sido doloroso y que definitivamente no tuviera en su lista de prioridades tener un nuevo hijo pronto. Pero claro, ellos no eran capaces de ponerse en su lugar ni habían sido los que lo habían cargado, ni mucho menos los que ahora tenían los senos adoloridos o se tenían que despertar cada tantas horas para amamantarlo, sino que veían sencillo abrir la boca y escupir órdenes y opiniones idiotas. Lo único que pasaba por su cabeza cada vez que la frase "para su próximo hijo" era ir a hablar con su jefe de la academia y pedirle que le dejaran usar a los vejestorios como blancos para que los estudiantes de su clase practicaran su puntería.

Neji ¿Es gay? (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora