¡A sus órdenes, jefa!

Desastrosa entrevista

Aquel era el día. El día en que Makoto Naegi, un chico que apenas había cumplido la mayoría de edad iba a asistir a una entrevista de trabajo.

Su hermana Komaru, la única compañía que el muchacho tenía, lo alentaba para que no estuviera nervioso.

-¡Vamos hermanito! ¡No estés nervioso, lo harás genial!

-Dudo que me den el trabajo. No he tengo ninguna experiencia y solo figura lo básico en mi curriculum pero necesito conseguir algo de dinero o no tendremos que llevarnos a la boca...

Suspiró. Su predicción había sido cierta pero además de aquello el día parecía haberse puesto en su contra. El despertador, por algún motivo que él desconocía, había dejado de funcionar  y no solo eso si no que el autobús con el que iría a la entrevista ya se había marchado.

El castaño suspiró algo cansado, su pelo era un completo desastre y su cara expresaba de todo menos profesionalidad. Tuvo que salir corriendo para poder llegar como mínimo 5 minutos tarde.

Una vez se encontró enfrente del edificio sonrió aliviado y entró al lugar.

Apenas sabía acerca de lo que haría en aquel lugar. Al parecer era una empresa con bastante poder, dirigida por un tal Fuhito Kirigiri.

Llegó hasta el mostrador de recepción, en el cual se encontraba una morena de ojos azules. Su sonrisa era bastante cálida y parecía una persona agradable.

En aquel momento discutía con un chico que parecía de su misma edad.

-¡Hagakure! ¡Ni se te ocurra decir nada!

-¡Pero solo intentaba dar una idea! ¡Ni siquiera me has dado tiempo a terminar de hablar!

-¡Ni pienso hacerlo! ¿Recuerdas la bronca que nos llevamos después de lo que hiciste la última vez?

-¡Vamos! Tampoco fue para tanto...

-Claro, claro... Porque atascar el inodoro con una bola de cristal es lo normal.

Naegi no quería interrumpir la conversación pero si no lo hacía no llegaría a tiempo.

-Disculpa...

-¡Hola! ¿Qué te trae por aquí?

-Venía por el puesto de secretario para Fuhito Kirigiri...

El chico con rastas intervinó.

-¿El viejo Fuhito? ¡Falleció hace ya 2 semanas!- exclamó negando con la cabeza.

Su rostro expresaba sorpresa, pero no una que hubiera querido encontrarse.

-¡Idiota! ¡Vas a asustarlo!- exclamó la morena mirando con desagrado a su compañero.

Se giró hacia él y lo miró con ternura.

-Lamentablemente tiene razón. Fuhito falleció hace poco pero aún así las entrevistas han continuado pero parece que la nueva jefa no está convencida con los posibles candidatos.

-¿Jefa?-preguntó.

-La nieta de Fuhito. Ten cuidado, puede ser despiadada si se lo propone.-advirtió el chico.

-¡No hables así de ella! No le hagas caso, puede que parezca algo seria pero no es una persona despiadada.

-Eso espero. Necesito este trabajo, mi hermana y yo dependemos de esto...

-Entiendo. ¡Te deseo mucha suerte entonces! Me llamo Aoi Asahina y el que esta a mi lado es Yasuhiro Hagakure, un liante.

-¡Menuda presentación!