La lluvia fue lo siguiente en llegar junto a la tormenta. Apenas se podía ver a través del parabrisas del coche y ambos estaban empapados.
—Deberíamos ir a un lugar cercano a aquí. No creo que volver a casa con este temporal sea lo indicado, jefa...
Kirigiri asintió.
—De camino al restaurante creo haber visto un pequeño hostal. Nos dirigiremos allí para pasar la noche.
—De acuerdo. Le escribiré a Komaru para que no se preocupe.—susurró Naegi en voz baja.
El coche recorrió la carretera hasta llegar a aquel hostal. El edificio parecía que se derrumbaría con solo mirarlo pero a fin de cuentas era la única opción que les quedaba.
Naegi agarró la chaqueta de su traje y la mantuvo sujeta con ambas manos para que ni él ni Kirigiri se mojaran más.
En la recepción pidieron una habitación.
—Solo nos queda una pero tiene una sola cama...
—No se preocupe, nos apañamos con esa.—contestó Kirigiri agarrando la llave.
Los dos se dirigieron a la habitación. Entraron y se sentaron sobre la cama exhaustos.
Kirigiri miró impasible hacia la ventana que mostraba el clima tempestuoso y agitado que había tomado la noche.
—Disculpe por la intromisión pero... lo que ha pasado...
Naegi aún no entendía bien qué había pasado. Sospechaba lo de la aventura entre Togami y la nieta de Fuhito pero... ¿qué tenía que ver Celestia en todo eso? ¿Y por qué lo sabía?
—Ah sobre eso... Lamento que hayas tenido que ser testigo de algo que no formaba parte de tu trabajo y que te ha incomodado. Debí llevar a alguien más.
—No me ha incomodado. Además, yo fui quien insistió en ayudarla. ¿Puedo saber a qué se ha debido el incidente en la cena? Su cara parecía más que la de una mujer despechada.
—No me siento despechada precisamente. Fui yo quien cortó toda relación con Togami, de hecho. Es más bien por...
—La secretaria Ludenberg, ¿no? Ella hizo algo contra usted. ¿Me equivoco?
Kirigiri negó con la cabeza.
—Estás en lo cierto. Ella hizo... algo deplorable contra mí.
—¿Puedo saber de qué se trata?
—No creo que sea la mejor idea.
Naegi suspiró.
—Kirigiri.
Dejó salir el nombre de la de cabello lavanda en un susurro ahogado.
—¿Naegi?
—Puedes confiar en mí.
Hablo con mayor cercanía. Quería dejar claro que no era un empleado cotilla, se interesaba por ella.
Desde que la vio le llamó la atención. Aquella sensación tan atrayente y densa que desprendía Kyoko Kirigiri era única.
Quizás fuera su voz armoniosa y calmada. Nunca la había oído gritarle a nadie ni siquiera cuando hacía un mal trabajo.
O sus ojos, que eran de un color amatista oscuro y reflejaban como un espejo todo lo que veían.
También podría ser el misterio que la rodeaba constantemente.
Todos hablaban mal de ella, todos contaban rumores falsos. Pero nadie se había parado a mirarla a los ojos y ver que detrás de aquella cubierta de hielo se escondía mucho más.
—¿Puedo hacerlo? ¿De verdad lo crees?—lanzó aquellas preguntas mirándolo fijamente.
—Si, más que nada.
Kirigiri desvió la mirada de nuevo a la tormenta.
—Te creo.
Volvió a mirarlo y comenzó a hablar.
—Celestia Ludenberg fue la secretaria de mi abuelo antes que la de Togami.
—¡¿Es en serio?!
—Sí. Por eso mismo tú pudiste optar a este puesto. Hubo un tiempo en el que ella era la consejera más fiable de mi abuelo. Hasta que Industrias Togami puso sus ojos en la empresa. Togami y su padre frecuentaban mucho la empresa. Esperaban poder hacer un trato con mi abuelo pero él se negó.
—Pero pasó algo.
Kirigiri asintió.
—Exacto. Togami trató de engatusarme mediante las técnicas más sucias.
—¿Quiere decir...?
—Sí. Desgraciadamente caí en su juego y mantuvimos una relación en secreto. Eso hasta que Celes se enteró.
Naegi se mantuvo en silencio.
—Tenía pruebas de ello y me amenazó con mostrarselas a mi abuelo. Para que no lo hiciera tenía una condición. Debía convencer a mi abuelo de que colaboraremos con Industrias Togami. Así fue, y en cuanto el contrato estuvo firmado Celestia se pasó a Industrias Togami, como secretaria personal de Byakuya Togami. Todo aquello era una estrategia por parte del jefe de Industrias Togami para conseguir los registros de nuestros clientes, que contienen información confidencial sobre ellos. Celestia se vio cegada por lo prometido por el CEO de su actual empresa. Y yo no pude hacer nada...
—Consiguieron la información confidencial al final, ¿no?
—Parte de ella. Pero no toda, por desgracia mi abuelo falleció antes de ello. Lo único bueno fue que pude romper el trato con Industrias Togami y conseguí volver a tomar el control de Detectives Kirigiri.
—Ya veo... Así que Celes planea volver a hacer lo mismo, ¿no?
—Eso parece... Y no puedo permitirlo. No cuando es probable que si lo hago se venga abajo la empresa y todos los trabajadores sean despedidos.
—¿Tanto te importan mis compañeros?
—Más que nada, en serio.
—Pero ellos... no hablan precisamente bien de ti...
—Eso es porque echan de menos a mi abuelo. Todos nuestros empleados tienen una historia trágica que los llevó hasta nuestra empresa. Mi abuelo siempre los cuido, a pesar de lo frío que era. Pero yo soy como una extraña para ellos...
—Aún así no lo entiendo. Eres... una gran persona, Kirigiri.
Ella sintió una punzada de vergüenza. ¿Por qué cuando decía su apellido se ponía así?
—Naegi...
Se paró para poder mirarlo con detalle. Sus ojos verdes brillaban en la oscuridad de la tormenta, su pelo desordenado y mojado y la chaqueta mojada que se pegaba a su cuerpo...
Es bastante atractivo ahora que lo miro de cerca...
—Y sobre Togami... Él no la merece.—dijo Naegi observándola con seriedad.
Kirigiri sintió una sensación extraña, un calor incontrolable que no se despegaba de su cuerpo por más que intentará apartarlo.
¿Sería por la cercanía de Naegi?
Soltó un jadeo contenido mientras lo miraba.
—¿Estás bien?—el de ojos verdes se acercó más a ella y la miró con detenimiento.
—No... creo que voy a perder el control de nuevo...—susurró con las mejillas coloradas.
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¡A sus órdenes, jefa!
FanficMakoto Naegi es el único adulto de su familia desde que sus padres murieron. Para cuidar de su hermana Komaru deberá encontrar un trabajo, el cual encontrará en la empresa que es dirigida por una "mujer sin sentimientos". Kyoko Kirigiri es una mujer...