Capítulo 1 | Parte IV

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¡Buenas a todxs! Quiero dedicar este avance a una personita linda que se ha enrumbado conmigo en mundos locos y desconocidos. Besitos a Erze :*

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–¿Cómo conseguiste que apostara el whisky? –dijo Morgan cuando Jake se sentó detrás de ella en la clase de matemáticas–. Lleva meses guardándolo. 

Una sonrisa de triunfo iluminó el rostro de Jake. –Fue muy sencillo, jugamos unas cuantas partidas juntos y lo hice creer que podía ganarme. No puedes imaginarte todo lo que me reía cuando soltaba el teclado para verlo hacer algo, como formaba parte de mi equipo no me prestaba atención pero al verme, claramente, ser un inútil pensó que podía lograrlo.

–Claro que puedo imaginarte –Entrecerró los ojos en él–. Además eso suena medio fraudulento.

–¿Por qué?

–Fue como si hubieras rescatado a un pobre conejo atrapado en una trampa para luego engordarlo, ponerlo bonito y después almorzártelo.

–No puedo creer que me veas de esa forma, sueno como un auténtico criminal.

–Desde mi punto de vista eres un sucio criminal.

–Lo dices porque querías abrir esa botella y beber el primer trago.

Morgan presionó la espalda contra la pared y le sacó la lengua, tenía los brazos cruzados sobre el pecho pero los separó para sacar el teléfono de su bolso. Sus dedos acariciaron una textura lisa antes de localizar el móvil. La noche anterior había llegado tan cansada a la casa que olvidó tirar el sobre con la inscripción al concurso de piano, y en la mañana, sin prestar demasiada atención a lo que llevaba dentro había salido cargándolo con ella.

–¿Qué? –dijo Jake mirándola de frente, sus ojos azul hielo fijos en los suyos grises. Morgan dejó el teléfono sobre el escritorio y sacó el sobre amarillo para entregárselo a Jake. Él la miró boquiabierto.

–Antes de decir alguna cosa al respecto, déjame decirte que anoche, antes de la paliza, le dije a Koir mi plan maligno y que aun sabiéndolo, accedió a jugar. –Tomó el sobre con ambas manos estudiándolo meditabundo–. Ahora, esto… ¿de dónde salió?

–¿Recuerdas que ayer Diana te dijo que nos habíamos conocido en detención? –Jake asintió–. Bien, no estaba en detención, de alguna forma Robert hizo que la profesora me comunicara que tenía que ir a verlo. Fue tan sospechoso que de verdad llegué a pensar que había hecho algo malo. Cuando llegué, me encontré con esa chica, quiero decir, ella se encontró conmigo porque llegó después. Cruzamos un par de palabras y después salió la secretaria. Cuando entré Robert tenía el papel en su escritorio. Mencionó algo de su hermana pero no recuerdo qué era, me dijo que lo tomara porque no era suyo así que lo recogí y antes de salir lo deposité educadamente en el basurero de su oficina.

–No sé por qué no me creo la parte de educadamente, pero continúa.

Morgan dejó pasar la broma y prosiguió. –Ahora te preguntas cómo hice para obtenerlo después de haberlo desechado, y sí, es lo que piensas. Diana me lo dio, creo que Robert la convenció de entregármelo pero a cambio ella le pidió…

–…tu horario, ya sé esa parte –concluyó Jake, Morgan suspiró.

–Eso fue lo que pasó.

–¿No lo has abierto? –dijo Jake al ver que estaba intacto a pesar de las arrugas.

Morgan negó con la cabeza y agregó–: Lo peor de todo es que hoy tuve el tiempo suficiente para hacerlo sin dejar evidencias porque me desperté una hora antes que la alarma.

Morgana - El Ángel Caído (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora