Adiós líderes

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Al fin los exámenes habían terminado, las fotos fueron tomadas en un parque con seguridad más de la debida y la graduación al fin había llegado.

Al día siguiente iría con mamá a ver lo del vestido de damas, pero hoy era un día exclusivo para Tyler y su alegría.

—¡Llegué familia Milles! —saludo Tyler abriendo la puerta con una sonrisa que no le llegó a los ojos.

Mamá estaba acomodando mi cabello porque yo insistía en llevarlo suelto, así que estábamos en las escaleras cuando él entró.

—Tyler, ¿y tú toga? ¿Por qué aún no te la pones? ¿Y porque parece que quieres...? ouh—preguntó mi mamá acercándose a él dejándome solo una liga.

—Mamá no deja de gritar a la escalera por Nathaniel, me volvió a confundir y se quedó discutiendo con papá —sonrió con tristeza y mi madre acarició su mejilla de manera maternal.

—Ya pasará Tyler, estamos contigo. Es un honor que nos invitaras a tu graduación. —Mi madre sonrió con orgullo

—son mi segunda familia Allison, no podían faltar —mamá soltó un gran "Awww" y besó la mejilla de mi mejor amigo.

Su celular se escuchó y corrió a la sala para contestar.

—Qué guapa Lizzie —alagó coqueto —¿me concederás un baile esta noche? —me guiñó un ojo y reí

—si tu novia no se enoja, sí. —me acerqué a saludarlo con un beso en la mejilla

—sabes que no, es una suerte que su etapa de celos haya pasado rápido porque no te dejaría.

—Si Javi, Tyler está en casa. Esta con Lizzie en la entrada. ¿Cómo que Maira se debe despedir? —Tyler y yo nos miramos y corrimos hacía donde estaba ella hablando por teléfono —eso debiste decir al principio, me asusté —regañó mirándonos —Es un alivio que al fin busqué ayuda profesional, eso afectaba mucho a Tyler. Sí, los esperamos aquí. Adiós —finalmente colgó la llamada y nos miró con una sonrisa.

—¿Por qué mi mamá se va a despedir? —preguntó Tyler con un nudo en la garganta.

—Tu mamá acepto buscar ayuda después de que te fuiste de casa, tu padre la hizo entender que no puede perderte también a ti. —mi mamá lo miro con dulzura y Tyler asintió con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa.

—Es... un alivio —dijo abriendo los ojos, lagrimas comenzaron a salir de ellos y lo abracé —Desearía que estuviera aquí, desearía tener una nueva graduación junto a él.

Siguió llorando en mi hombro, mamá se acercó a abrazarlo por la espalda dándole su apoyo, pero no le dijo nada.

Ambas sabíamos que Tyler ya había escuchado de todo desde la pérdida de su hermano y nos pidió no decirle nada, no quería nuestra compasión o que lo miráramos diferente. Así era él.

Por alguna razón, cuando Nathaniel murió sus padres buscaron apoyo entre ellos dejándolo solo, ya había dicho que Tyler no se derrumbó sino hasta que quedamos solos y era verdad.

Sus padres no notaron que pasó una semana durmiendo en mi casa, en mi cuarto para ser precisos, no notaron que durante una semana mi madre también fue su madre. Fue como si Tyler también hubiera muerto con Nathaniel, como si solo hubieran tenido un hijo al menos hasta que Tyler regreso a casa, su mamá lo tomó como que los dos estaban ahí y su padre solo se disculpó con él por no haber notado su ausencia. Parecía que Tyler no habría sido importante y luego de que mi mamá hablara con Javier muy duramente, Tyler se había vuelto el tesoro más grande de su padre; pero su mamá era otra cosa. Siempre confundiéndolo; a Ty no le gustaba estar mucho en su casa a partir de eso y había buscado otros refugios como mi casa, la de Holly o la de los niños, siempre con una sonrisa, actuando como si la muerte de su gemelo no le hubiera afectado no porque no le doliera, sino porque creía que ya había mucho dolor a su alrededor como para agregar el suyo. Él escondía sus sentimientos, siempre fue bueno en eso, ¿un secreto? El mejor para guardarlo: Tyler y eso no era justo. Quizá por eso éramos tan buenos amigos, encajábamos tan bien por los secretos que guardábamos del otro.

El escritor secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora