Tyler
A lo largo de estos seis meses de mi último año vi cambiar tanto a mi pequeña Lizzie, incluso más de lo que había hecho en 11 años y en aquel momento en que la vi reír con los demás en el entrenamiento note lo orgulloso que estoy de ella y el miedo que me da no volver a verla.
Lo último quizá no tenga sentido, pero ella, esa pelirroja es como mi hermana y si se va de mi lado para estar con alguno de ellos y no volver conmigo me dará algo igual o peor a lo que pasó con mi hermano.
Nath, como me encantaría que estuvieras aquí. Disfrutando de esto con nosotros.
Cuando al inicio del semestre vi a Lizzie pararse frente a esos bandidos sentí que mi mundo se venía abajo, pero la conozco. La conozco a la perfección y aunque en ese instante pareció que Holly me importó más, no era cierto.
Lizzie es impulsiva, intensa y no puedes controlarla. En 11 años aprendí eso de ella. Nunca vas a detenerla y estaba tan aliviado cuando Matti la tiró para cubrirla de las balas y la revise para asegurarme de que no tenía nada.
De vez en cuando aún la veo como aquella niña que solo necesitaba protección, ya de eso no queda nada. Al menos en el exterior. La situación con sus padres. Eso la ha destrozado incontables veces, pero yo estaré ahí para ella sea cual sea la causa de sus lágrimas o enojo.
Cuando me enteré de Mawritter quise matarlo, ¡Nadie se iba a burlar de mi pelirroja! Y ver su frustración solo me hacía enojar más. Mostrarme calmado es una de mis habilidades, lo aprendí con ella pues ponerme histérico solo le causaba un ataque cuando éramos niños. Sin embargo, comencé a sospechar que aquel dichoso escritor de pacotilla estaba entre mis amigos debido al apoyo que Holly daba al susodicho, siempre defendiéndolo.
Era uno de nosotros. Estaba tan cerca pero no podía simplemente decírselo a Lizzie porque la haría enloquecer y quizá sería una pista falsa. Mi novia defendía a todo el mundo.
Pero en el mísero momento en que escuche la grabación. ¡Maldición! ¡Era obvio quien era el que se burlaba de mi pelirroja! Pero no se lo dije.
¡¿Por qué no se lo dije?! ¡Era la clave de uno de sus problemas! Pero claro, tenía que tener la cabeza fría. Con Mawritter, Lizzie desquitaba todo su estrés.
La veía y lo notaba. En tres meses su frustración era solo eso. Frustración. Pero cuando llegaron sus problemas familiares desquitó toda su ira en aquellas publicaciones.
Ella era así, ella hacía eso.
Nunca exteriorizó sus problemas familiares, ¡Vamos! No iba a ir por ahí contándole sus problemas o gritando en contra de su padre, pero si podía ir por ahí quejándose de cosas notables. Como en este caso era Mawritter.
—¿pasa algo mi amor? —preguntó Holly sacándome de mis pensamientos.
—Solo pienso mi vida —dije para tranquilizarla, me incliné a besarla y lo acepto.
— ¿Y ese milagro Tyler? —pregunto mi mejor amiga burlona y le arrojé la toalla que tenía en las manos.
— ¡Hey! ¡Esto tiene sudor! —dijo ella asqueada, tomando la toalla desde una punta.
—Cortesía del gran Mateo Baker —le guiñé un ojo y su cara de asco fue épica.
Arrojó la toalla y fue de mano en mano hasta que se la regresaron y Matti se "sacrificó" con torpeza pues le cayó en la cara en un intento por tomarla.
Fruncí el ceño.
Matti.Ese chico estaba intentando quitarme a mi pelirroja y lo peor de todo es que estaba seguro de que él lo lograría.
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El escritor secreto
Fiksi RemajaLuego de la tormenta viene la calma; es lo que los alumnos del colegio Constell tienen muy presente y es que luego del triste invierno en el que su amado colegio fue invadido y un chico resultó asesinado, la alegría vuelve a los pasillos. Elisabeth...