shy ; lipsoul

5

—¿Eso hizo?— Preguntó Jiwoo sorprendida. Todos los días mi madre nos llevaba a la escuela juntas así que siempre le contaba cosas en el camino.

—Ya sé, ni siquiera sé por qué me trata así. No fue a donde siempre nos veíamos y aparte me ignoró cuando la encontré, además de que ya tengo un mes acompañándola y me ha hablado como dos veces.— Me quejaba hundiéndome en el asiento mientras cruzaba mis brazos molesta.

—¿En serio?— Molestó mi madre para luego reírse porque había estado escuchando toda la conversación.

—¡Mamá!— Me quejé sonrojandome un poco.

—Mira Eun, si realmente te gusta esa chica intenta entenderla. No sabemos por qué es como es.— Dijo ya hablándome en serio, suspiré irritada.

—Bien, hablaré con ella.

Cuando sonó el timbre del recreo vi que Jinsol salía prácticamente disparada por la puerta así que la seguí, pero fue tan rápida que le perdí la pista. No tuve más opción que ir a donde ella solía estar pero tal y como pensé, estaba vacío. Me senté en el pasto y me recosté en el gran árbol que se encontraba allí.

—Estás aquí.— Escuché para luego despertarme.

—¿Ah? ¿Qué?— Dije atropelladamente mientras intentaba espabilar, una vez que mi vista se aclaró la pude ver parada enfrente de mí.

—Lo siento.— Fue lo único que dijo mientras jugaba con sus dedos y miraba hacia todos lados. La imagen me pareció tan tierna que olvidé que me había molestado con ella y simplemente no pude evitar acercarme para abrazarla.

—No pasa nada.— Dije acariciando suavemente su espalda mientras ella se aferraba fuertemente a mí.

—¿Qué hora es?— Pregunté una vez que nos separamos, empezó a jugar con sus dedos otra vez lo cual no me pareció una buena señal.

—Nos estamos saltando clases.— Murmuró.

—¿¡Qué!?— Exclamé con algo de pánico. —¿Por qué no me despertaste?— Pregunté en un tono algo alto del que me arrepentí porque ella sólo pareció cohibirse.

—Parecías cómoda, además de que parecías estar cansada. Quería que durmieras bien.— Dijo en un tono muy bajo después de haber empezado a temblar.

Me sentí triste de repente al verla tan asustada, sólo le había alzado un poco la voz, ¿no? —No importa, aprovechemos el tiempo ya que estamos afuera.— Le dije con una sonrisa mientras sacaba mis audífonos.

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