shy ; lipsoul

os 2jin

Van de los personajes menos nombrados a los más para que sigan con la curiosidad un rato ahr

—Muse

Hyunjin caminaba por el solitario pasillo de la escuela hacia el baño, cualquiera pensaría que estaba yendo por la típica necesidad primaria pero en realidad, la joven se estaba saltando su clase menos favorita.

—¡Oh! Lo siento..— Se disculpó otra chica al haber chocado con ella mientras corría.

Hyunjin asintió mientras se levantaba con la ayuda de la otra y su corazón se detuvo cuando vio su rostro.

Jeon Heejin, la princesita de la escuela la cual iba apurada al salón del consejo estudiantil para apoyar a la presidenta, Lee Gahyeon.

Si bien el rostro de Hyunjin no era muy expresivo, Heejin pudo notar el pequeño temblor en su mano, la cual separó rápidamente.

No quería que se apartara. Tal vez nadie lo sabía pero la "princesa", que era como la llamaban, había estado enamorada de Kim Hyunjin desde la primera vez que la vio; hubiera sido una graciosa sorpresa para los demás saber que aquella muchacha tan sociable no había sabido como acercarse a la de ojos gatunos en todo ese tiempo.

—Hyun.. Kim.— Corrigió mientras sonaba su garganta. —¿Podrías ayudarme con esto?— Mostró la enorme pila de libros que tenía que llevar y la otra, por cortesía y otros intereses aparte, aceptó.

—Entonces.. ¿Qué hacías afuera?— Preguntó la mayor, queriendo sacar temas de conversación.

—No debería decírtelo a ti.

—Ah.. ¿Así que te escapaste de clase?— Se rió un poco. —No le diré a la presidenta, pero intenta no volverlo a hacer.

La contraria simplemente asintió.

—Gracias por la ayuda, creo que hubiese tenido que hacer dos viajes para mover todo esto.

Habían llegado al dichoso salón y si bien ambas pensaron que el trayecto había sido demasiado corto, no tenían ninguna excusa para seguir juntas.

Hyunjin volvió a asentir como despedida hacia la mayor y después de quedarse un momento observándola, se dio la vuelta para retirarse.

—¡Espera! Kim Hyunjin.— La llamó, después de todo no podía esperar mejor oportunidad que la que se le estaba ofreciendo. —¿Crees que podamos.. salir- comer..— Se trababa y su voz salió más grave de lo usual debido a sus nervios. —¿Podemos comer juntas, hoy, en el recreo.. Quisieras?

Hyunjin, por primera vez en el transcurso de toda su conversación, dejó salir la brillante sonrisa que se había estado aguantando y asintió.

—Bien. Entonces.. Nos vemos en un rato.— La mayor la despidió con una sonrisa embobada que Hyunjin compartía.

—Sí.— Dijo conteniendo su emoción. —Te esperaré.

Y ambas notaron como esa última frase significaba algo más que simplemente esperarla para comer ese día.

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