21°|HOGAR|

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Hogar

No puedo evitar suspirar frustrado pues miraba la televisión intentando encontrar algo interesante pero no había nada que llamara su atención o por lo menos que evite escuchar como sus padres debatian en algo que había preguntado la noche pasada.

—¡A mi me parece buena idea!

—Ya dije que no, sus ladridos no dejarán dormir.

Los adultos ya estaban hablando desde más o menos una hora, el chico de cabellos rubios y de ojos azules empezó a mensajear de manera lenta en su celular.

—¡Pero Seto...!

Joey quiso replicar pero al notar como su pareja se daba la vuelta ignorandole suspiró molesto, el castaño se fue de la mansión pues tenía que ir a trabajar.

Poco después el rubio se sentó en el sofá junto a su hijo quien no le prestó atención.

—Seto es un testarudo, no le cuesta nada dar su aprobación para hacerlo.

—No debí mencionar eso, mejor olvidenlo.

El chico guardó su celular desviando la mirada de nuevo al televisor donde suspiro frustrado.

Pronto sintió una mano en su hombro, observó la característica sonrisa de su progenitor para después sentir como su cabello era desordenado.

—No te preocupes, con o sin su permiso lo tendremos y daremos a ese cachorrito un hogar.

—¿De verdad?

Recibió un gesto afirmativo del contrario quien levantó un pulgar para luego mirar como su hermana menor también llegaba a la sala, sonrió al notar la presencia del pequeño canino quien venían cómodo en los brazos de la chica.

—Nosotros somos tres y papá solo es uno, si lo decidimos así no podrá hacer nada. Además que también nosotros vivimos aquí, en parte este lugar es nuestra casa, está en todos los documentos así que no puede negarse, la decisión está tomada.

La joven castaña se sentó sin dejar de hablar para luego entregar el can a su hermano quien no dudó en tomarlo y empezar a hacerle caricias en su cabeza y orejas, Joey tampoco pudo evitar acariciar al perrito ya que era muy lindo y definitivamente su debilidad.

Estuvieron conversando durante una hora más o menos para después los tres levantarse decididos y salir de la casa donde la limosina ya les esperaba, entraron y se pusieron cómodos mientras emprendan rumbo a la Corporación Kaiba donde tenían algo urgente de declarar.

Al llegar no tardaron en subir pues todos eran conocidos así que no siquiera tuvieron que ser presentados, Seika, la chica de cabello castaño abrió la puerta seguido de su progenitor, Joey y de su hermano Seth.

—¿Que hacen aquí? ¿Y que hace eso aquí?

Kaiba no estaba tan contento de verlos menos aún al mencionar al cachorrito quien simplemente le movía la cola dando unos cuantos ladridos.

—Hemos venido a decirte nuestra decisión papá.

—¿Cuál decisión? Lo que refiere a ese tema ya lo dejamos en claro que la respuesta es no.

Joey caminó decidió golpeando con sus manos el escritorio de su esposo sin dejar de mirarle le sacó la lengua molesto.

—Deja esa actitud y presta atención a lo que los chicos dirán.

El rubio de ojos azules, más conocido como Seth, dejó al cachorrito en el sillón que estaba aún lado de aquella enorme oficina, para luego acercarse junto a su hermana para quedar enfrente del CEO.

—Nos quedaremos con el cachorro, le daremos un hogar, ya fue abandonado una vez y no volver a a pasar por eso.

—Apoyo lo que dice mi hermano, además nosotros podemos decidir sobre lo que queremos o no, nuestro hogar aceptará a Dan como un nuevo miembro de la familia, si lo debatimos será una decisión justa.

Ante esto Seto bufó molesto masajeando su seño para después levantarse de brazos brazos sin despegar la mirada de sus hijos.

Joey se mantuvo aún lado de ellos pues sabía muy bien que podían defenderse a su manera no por nada son hijos suyos y del castaño.

—Bien.

—¿De verdad?

Seika no lo creía por lo que se le quedó mirando aún sin comprender para después sonreír emocionada y abrazar a su hermano mayor.

—Pero habrán reglas.

—Lo que digas papá.

El chico agradeció a su padre para así ambos acercarse y abrazar al CEO de KaibaCorp, sólo formó una sonrisa de lado tomando de los hombros a a cada uno, desvió la mirada encontrándose a un Joey sonriente quien asentía en afirmación, con u gesto le hizo que se acercará para robarle un beso.

—Primero que nada, hay que enseñarle donde dormirá.

—¡Mi habitación!

—¡La mía!

Allí iba de nuevo, los jóvenes empezaron a debatir en con quien iba a dormir el cachorro pero aún no se decidía así que acordaron en comprar dos camisetas para mascotas y colocarlas en cada habitación, así el can sería el que elegiría.

—Además nada de suciedad en la mansión especialmente en los lugares de trabajo.

Todos asintieron en acuerdo con aquello, le enseñarán al perrito donde hacer sus necesidades y tomarían turnos para limpiar.

Iban a seguir con las regla si no fuera por los ladridos del canino, se había bajado del sillón donde estaba y ahora jaloneaba el pantalón de Kaiba, inmediatamente la chica lo tomó en brazos riendo nerviosa.

—Si algo destruye ustedes lo pagarán con su dinero.

Dicho esto se sentó de vuelta en su lugar pues aún tenía muchos papeles que revisar y firmar.

Los tres se alejaron despacio y al percatarse de algo escurriendo del sillón apresuraron su paso, corrieron al escuchar el grito de su padre quien mandó de inmediatamente a cambiar el sillón por uno nuevo. Tendrían una larga charla en la noche, además que estaban considerando en ponerle pañales. Pero ante todo le darían un enorme y feliz hogar al cachorrito quien dejaría de estar solo pues ahora sería la adoración de la familia.









Vigésimoun-un día!
Espero sea de su agrado nos vemos nwn.


¡Fictober 2020!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora