30°|ABRAZOS|

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Abrazos

Definitivamente iba a lograrlo, se mostró con determinación ante su reflejo en aquel enorme espejo de cuerpo completo, peinó de nueva manera sus cabellos para así seguir sonreír como siempre lo hacía. Arregló su ropa para después de otra revisión salir de su habitación con gran determinación.

—Hoy lo haré

—¿Que harás hoy, Moky?

El escuchar la voz de Noah le hizo sobresaltar en su sitio, le regreso a ver algo nervioso y rió un poco por lo mismo.

Mientras tanto Noah se dedicaba a observarlo de brazos cruzados y una expresión tranquila aunque no pudo negar que tenía curiosidad pp r las palabras del menor de los Kaiba.

—¿Entonces? ¿Qué harás hoy?

—Bueno... yo pienso lograr que mi hermano me abrace, como lo hacía cuando éramos pequeños.

Admitió con un leve rubor en su mejillas para después sonreír apenado y desviar su mirada para que el contrario no lo notase, lo cual fue en vano ya que no logró hacerlo pues Noah se había dado cuenta enseguida ya que cónica todas las expresiones corporales de Mokuba por lo que no se le podía engañar fácilmente.

Noah después empezó a procesar la información de lo que quería hacer, su rostro reveló la sorpresa y confusión sobre lo que iba a hacer, Mokuba siempre le contaba como su hermano era una persona completamente diferente a la que es ahora, e incluso la vez que le dijo que solía reír le creyó demente, pues no había visto una sonrisa sincera o risa sin ser sarcástica. Excepto que cuando Joey a sus vidas eso empezó a cambiar de a poco pero aún así era difícil ver aquello.

—¿Y cómo lo harás Moky?

No dudaba que podría lograrlo pero de verdad tenía curiosidad por como lo haría, sabía que Seto mostraba una faceta única con su hermano menor por lo que le iba a apoyar ante todo.

—Hoy Joey me dijo que cancelaran una cita que iban a tener pues tiene que ir al doctor por una revisión, así que aprovecharé eso para avisar a mi hermano y con ello empezaré una estrategia que de pequeños solía servir.

Relató con orgullo lo que haría mientras sonreía confiado, sintió unos brazos rodearle el cuerpo, Noah le estaba abrazando con una cálida sonrisa y ojos cerrados, aspiró su aroma sin evitar suspirar en el proceso.

—Sé que lo harás, pero si prefieres yo puedo darte todos los abrazos que quieras Moky.

Se ofreció sin borrar su sonrisa, sintió como el azabache correspondía de la misma manera su abrazo para después sentir un suave jalón de cabello, se quejó en voz baja y al separar notó a Mokuba con una sonrisa de maldad.

—No te pases de listo Noah, tus abrazos son cálidos pero extraño mucha la sensación que me provocaba los abrazos de mi hermano, él demuestra una gran protección cuando lo hacía así que no me voy a rendir.

Mostró la determinación típica de un Kaiba y dicho esto se dio la vuelta pero antes de empezar a caminar de nuevo escuchó la voz del peliverde.

—Buena suerte Mokuba.

Con una voz tranquila y recibiendo un gesto afirmativo por parte del menor, Noah sonrió observando como Mokuba salía de su campo de visión.

El menor de los Kaiba estaba repasando todo en su mente para recordar lo que solía hacer de niños.

Al llegar al lugar de destino, se bajó de la limusina y seguido de su guardaespaldas avanzó dentro de la cafetería de la ciudad, subió al segundo piso en la zona reservada y notó la castaña cabellera de su hermano mayor, le susurró unas palabras a Ronald para así quedar solos y avanzar con firmeza hasta su hermano sentándose enfrente de él.

—¿Que haces aquí Mokuba? Tus clases de idiomas no deberían terminar aún.

—Seto, vine porque hay algo que tengo que hacer, además que Joey no podrá venir.

Seto Kaiba levantó su mirada azulina de su laptop, observó fijamente a su hermano menor quien le devolvió la mirada.

—Ese perro, pero dejando de esp de lado, quiero saber tus motivos para estar aquí.

—Hermano... ¿Cuándo fue la última vez que me diste un abrazo?

La pregunta sin duda le hizo confundirse se desconecto un momento de lo que hacía prestando total atención a lo que hacía y decía, el menor se levantó de su silla y camino de manera lenta hasta quedar aún lado del castaño.

—Fue hace varios años, cuando aún estábamos en el orfanato, fue un día antes de que Gozaburo Kaiba nos adoptara.

—¿A que quieres llegar con ese tema Mokuba?

Kaiba empezaba a sacar rápidamente sus propias teorías pero como siempre tenía que comprobar si eran correctas.

Mokuba suspiró en su sitio mientras frotaba su brazo desviando la mirada con sus ojos brillosos.

—Seré directo. Quiero un abrazo hermano.

Eso sí, fue ser directo, cerró su laptop moviendo su cuerpo para quedar frente al menor, por un momento Kaiba se vió a si mismo hace algunos años atrás, en aquella misma escena, Mokuba con un semblante melancólico y a punto de llorar mientras él descubría nuevas estrategias para el ajedrez.

—Mokuba...

—¿Acaso ya no me quieres? Dame... no, exijo un abrazo hermano.

Levantó su mirada apretando con fuerza sus labios pues le había entrado algo de sentimiento y se hablaba comenzaría a sollozar. Escuchó el suspirar de su hermano mayor y bajó la mirada, la cual al instante fue levantada por la mano del mayor, quien formó una diminuta sonrisa como las que solía darle de niños.

—S-seto...

—Moky...

Eso fue lo necesario para hacer que el menor se lanzará a los brazos de su hermano y empezará a llorar con fuerza, sintió como las grandes y frías manos de su hermano le abrazaban con fuerza y con esa gran protección que recordaba de hace años. Nada había cambiado, los movimientos que hacía sobre su espalda y hombros e incluso el pequeño desorden que hizo en su cabello. Todo ello le hizo llorar aún más.

Kaiba por su parte, también recordó la calidez y tranquilad que le daba abrazar así a su hermano, por esos minutos no pudo borrar la sonrisa de su rostro mientras ambos disfrutaban y grababan en sus mentes aquel momento.

Desde ahí prometieron hacerlo más seguido, pero no a la vista de todos.

Hola mis pervertid@s!
Ya falta un día, un capítulo más y este fictober acabará!
Nos vemos nwn

¡Fictober 2020!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora