17°|ANILLOS|

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Anillos

Algunas veces solía pensar en su futuro si realmente podría llegar a tener otro lo que alguna vez pensó, un buen trabajo, un buen hogar, una buena familia...

Yami suspiró mientras comía de su funda de palomitas, mientras a su lado estaba un señor mayor dándole de comer a las palomas del lugar.

Soltó un suspiro mientras elevaba la mirada nuevamente hacia el cielo donde se perdió entre las nubes pero no dejó de comer sus palomitas, un suave sonido de campana le hizo regresar su mirada hacia un costado, donde miró como un gatito caminaba con su collar, se estiró para luego ir a posarse en el regazo del tricolor.

—¡Yami!

—Hola Ryou.

El albino se acercó algo cansado por haber corrido, el tricolor le hizo una seña de que se sentará a su lado, a lo que Ryou aceptó sin dudar.

—¿Es tuyo?

—Si, Kura me lo regaló hace poco y hoy salí para comprarle un collar pero me descuide y salió corriendo.

Rió algo nervioso sin dejar de mirar al pequeño gatito que estaba cómodo en su sitio.

—Supongo que tengo simpatía por los gatos.

Yami acarició el pelaje del mínimo para después tomarlo delicadamente y darselo al albino quien agradeció con una sonrisa.

—Por cierto Yami... ¿Cómo vas en tu trabajo? Yugi me dijo que estaban recortando personal....

—Si.. es una molestia pero sólo debo trabajar más duro para así mantenerme.

—¿Que pasará... con "Ese" tema?

Preguntó Ryou refiriéndose a algo importante recibiendo como respuesta un suspiro de frustración.

—Aún no, está situación me dañó todo lo planeado.

—Comprendo..

Conversaron por varios minutos más hasta que el albino de ojos chocolates se disculpó pero se tenía que marchar pues había dejado esperando a Bakura en la casa y habían quedado en salir. Ambos se despidieron rápidamente y así Yami quedó nuevamente solo pues el mayor que estaba a su lado se había ido hace tiempo.

—Eso...

Desordenó sus cabellos mientras aspiraba frustrado, había terminado de comer sus palomitas y arrugó la funda vacía para luego guardarla en uno de sus bolsillos de su pantalón para botarla luego

Se levantó de su asiento y con sus manos en los bolsillos empezó a caminar por aquel pequeño parque donde se detuvo mientras pasaba por los juegos.

—Todo por mi aibou, puedo soportar un poco más...

Se dió fuerzas a si mismo mientras retomaba su caminar escuchando el bullicio de su alrededor pero no le importó, llegó a la acera donde se detuvo debido al semáforo, estrujo la funda vacía mientras cruzaba la calle, una leve sonrisa se formó al observar una nueva floreria, pero al instante se borró pues si las compraba no podría hacer lo que quería por lo que se aguantó las ganas.

—Bien ya está listo.

Pasó toda la tarde arreglando la casa y terminando de preparar algunos bocadillos para su pareja que no tardaría en llegar, se miró al espejo intentando peinar decentemente sus cabellos pero se rindió casi al instante dejándolo como siempre.

—¡Ya llegué!

—Bienvenido aibou

Yami se acercó y le ayudó con las compras a su pareja, llevó las bolsas de comida hacia la cocina mientras Yugi se quitaba la sudadera y se sentaba en el sillón.

—¿Celebramos algo importante?

—Sobre eso aibou... Perdón.

—¿Eh? ¿Por qué te disculpas Yami? Me estás asustando.

Yugi se mostró preocupado mirando fijamente a su pareja quien traía unos chocolates y demás dulces en una bandeja dejandola sobre la mesita de centro para así sentarse a lado de su pareja y darle un pequeño pastel que había preparado, Yugi aún algo preocupado lo tomó agradeciendo.

—¿Mou hitori no boku sucedido algo malo?

—Quise preparar algo más... decente.

—No te preocupes por eso, a mi me pagaron hoy por eso vine haciendo las compras, podemos preparar más cosas mañana.

Yugi sonrió acercándose a darle un beso en la mejilla a su pareja quien asintió con una pequeña sonrisa y soltó un suspiro.

—Aún así...

—Deja de preocuparte Yami, estaremos bien. Todo saldrá bien.

Dejó a un lado el pastelito que le dio su pareja para así sentarse sobre las piernas del tricolor mayor para acariciar su cabello y empezar a jugar dejando pequeños besos en su rostro, empezando desde su frente hasta llegar a sus labios.

—Mientras esté contigo puedo aguantar todo aibou.

—Lo superaremos Yami.

Besó de nuevo sus labios para así abrazarse por unos segundos, Yugi empezó a jugar con sus cabellos mientras el contrario le abrazaba por la cintura con una mano mientras en la otra buscaba algo en su bolsillo.

—Aibou...

—¿Si Yami?

Yugi se quedó mirando fijamente lo que el mayor le mostraba, era una pequeña cajita hecha a mano, con dos anillos de plástico que veían en las palomitas pero que quedaban perfectamente en los dedos.

—Perdón, quise comprarte los que vimos aquella vez pero...

—Yami son perfectos.

Yugi le había interrumpido abrazándolo y dejando un beso en su mejilla mientras tomaba los anillos con una sonrisa.

—Sólo son momentáneos Aibou, hasta obtener el dinero y comprarte unos dignos...

—Sabes que no tienes que preocuparte Yami...

—Cuándo los obtenga te lo pediré como se debe.

Aseguró Yami mientras se colocaban los anillos en señal de promesa, sonrieron al ver sus manos y así se volvieron a abrazar para después besarse.

—Lo prometo.







a Diecisieteavo
Espero mes guste nos vemos nwn

¡Fictober 2020!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora