¡Fictober 2020!

31°|MONSTRUOS|

Monstruos

Cada uno ya estaba retocando sus maquillajes, sería la primera vez que pasarían Halloween todos juntos, realmente todos estarían ahí con sus respectivos hijos e incluso mascotas.

Varias personas del servicio estaban acabando los retoques a la mansión, las luces ya estaban casi listas al igual que las decoraciones tanto afuera como por adentro del lugar. Estos sirvientes también tenían sus respectivos disfraces y por elección del rubio mandó a hacer los trajes de gatos y perros respectivamente, como era de esperarse ninguno de ellos se negó pues les agradaba la idea y al notar a su jefe felíz les alegraba también.

Por lo que sus amigos llevarían disfraces de monstruos, harían un pequeño concurso para escoger el mejor traje. Ese año sería la temática de monstruos, al principio había estado en duda y hacer de duelo de monstruos o monstruos normales, por lo que terminó por escoge el primero pues sabía muy bien que a todos les gustaba dicho juego.

—¡Estoy listo!

—¿Tu crees que era necesario hacer que todos los empleados vistieran así con esos disfraces?

—Claro Tristán, miralos se ven felices y les queda bien.

Joey muestra una sonrisa confiada y orgullosa mientras mueve sus manos sobre sus ropajes.

Habían quedado de acuerdo en vestir de acuerdo a sus monstruos favoritos del juego de duelos, sonrió de manera confiada mientras se acomodaba de nueva manera sus lentes de contacto color rojo. Era la primera vez que se pondría unos y le daba algo de miedo por como sería.

A su lado, estaba Tristán con igualmente su disfraz de hace unos años atrás sólo que está vez se notaban sus brazos más musculosos, además de que su corte estaba igual que siempre.

—Oye viejo, ya te pondrás los lentes de contacto, ¿No me digas que no puedes hacerlo sólo?

—Callate Tristán.

El joven de cabello castaño hizo un gesto de burla para después salir de la habitación de su amigo pues notó la llegada de Kaiba y no quiso incomodar.

Seto Kaiba se mostraba con su lúcido traje, su disfraz era del dragón blanco de ojos azules, el no tuvo necesidad alguna de hacer cambio en sus ojos pues él ya los tenía azules, así que sólo necesitó mandar a hacer su traje. Se veía realmente bien, con una sonrisa de lado atinó a ordenar la diadema donde tenía las orejas del dragón negro de ojos rojos.

—Dame eso cachorro.

Le quitó los lentes de contacto para ayudarle a ponerse al rubio, no tardó demasiado para lograrlo y quedar ambos ya completamente listos.

—Tus amigos ya están aquí...

—Bien, gracias Seto.

Dejando un beso en la mejilla del castaño caminó para salir de la habitación sin antes tomar de la mano  al otro para así ambos presentarse en la sala.

—¡Bienvenidos chicos! ¡A divertirse!

Como era su costumbre habló con voz eufórica mientras levantaba un puño y fue apoyado por el grito de todos sus amigos.