24°|AGUA|

69 11 1
                                    


Agua

—¡Ryou se fue el maldito agua! ¿¡Donde está la toalla!?

—¡Kura!

Inmediatamente fue hacia la ducha donde se encuentra con su pareja saliendo detrás de las cortinas y tomando la toalla que el menor le ofrece suspira molesto mientras camina hacia la habitación siendo seguido por Ryou.

El de ojos albinos estuvo algo nervioso pues adoraba ver a su pareja de mal humor, con ello tomó otra toalla para acercarse a Bakura, quien se había sentado de brazos cruzados, por ello pudo subirse a la cama para así empezar a secar el cabello del mayor.

—Perdón, quería jugarte una broma pero al parecer de verdad se fue el agua.

Ryou rió algo nervioso mientras continuaba secando el cabello de Bakura. El contrario, empezó a suspirar para luego restarle importancia y dejarse hacer sin prestar atención.

—Entonces al principio tu fuiste quien me dejó sin agua.

—S-si, pero luego ya abrí la llave, aunque cuando iba a hacerlo de nuevo ya no pude porque si se fue de verdad..

Formó un puchero en sus labios mientras dejaba la toalla mojada aun lado para después bajarse de la cama sin antes dejar un beso en la mejilla de Bakura para luego irse a dejar la toalla al cesto en el baño.

Mientras que Bakura empezó a buscar su ropa para colocarse, cuando Ryou llegó seguía cambiandose de ropa por lo que empezó a recoger las cosas que habían utilizado, aunque solamente era la toalla, pero lo hacía para evitar sonrojarse debido a la situación.

—Oye Yadonushi.

—¿Si Kura?

—¿Tienes agua almacenada?

La tierna sonrisa de Ryou fue cambiando a una nerviosa mientras desviaba la mirada hacia la puerta para después rápidamente salir de la habitación escuchando un suspiro de Bakura, el menor bajó con velocidad pero cuidado las escaleras y se dirigió a la cocina donde empezó a buscar con la mirada pensando un momento para luego dirigirse hasta cierto lugar en específico donde se supone que debería estar.

—Esto es malo...

Al no encontrar nada, se sentó en una silla cercana para empezar a pensar por lo que no se dio cuenta que su pareja ya estaba bajando las escaleras sólo lo notó al sentir su mano en su hombro pues había ido directo hacia él.

—Por tu mirada y semblante supongo que no.

—Olvidé recogerlo la vez pasada, perdón.

Ryou se disculpó mientras cubría su ropa pp r su parte Bakura negó con su cabeza para después inclinarse para quedar a su altura y revolver sus cabellos albinos tomando su mano y así logrando hacer que se coloque de pies para luego salir de la cocina sin soltar su mano.

—¿A dónde vamos?

—Primero por las llaves y después a un restaurante, ya empieza a dar hambre.

Ryou sonrió ante lo dicho por su pareja no opuso resistencia e igualmente se arregló un poco y después salieron cerrando todo con seguro.

Caminaron en silencio por algunos minutos hasta llegar al centro de la ciudad pues su casa no estaba tan lejos, conversaron un poco sobre que comer y al final se decidieron por algo rápido, además de tomar algunas malteadas.

—¿Chicos?

Al salir de comer se toparon con Yugi quién llevaba algunas bolsas de compras.

—¡Hola Yugi!

—Enano.

Cada albino saludó a su manera para luego recibir la risita de Yugi, con quien conversaron un poco mientras caminaban.

—¿De verdad?

—Sí Ryou, nosotros si tenemos agua.

Ante esto se quedó aún más confundido pues eso no se esperaba, luego se despidieron de mano pues Yugi tenía que irse a ver a Yami quien le esperaba en casa.

—¡Nos vemos chicos!

Observaron como el tricolor se alejaba con una sonrisa, y luego se miraron entre ellos.

—¿Por qué al enano no se les fue el agua y a nosotros sí?

—No lo sé, pero supongo que sólo se fue pp r nuestra zona, sabes que Yugi vive algo lejos de nosotros.

Sonaba razonable pero aún no le convencía de todo, decidieron dejar el tema para seguir paseando un poco más por las calles concurridas del centro comercial, donde rieron y se divirtieron en compañía del otro.

Ya pasó algunas horas y estaban regresando a su casa, en sus manos llevaban algunas bolsas pues habían hecho las compras para la comida de una vez aprovechando que estaban fuera. No pasó mucho para que llegarán donde abrieron la puerta y al encender la luz dejaron las bolsas en la mesa sentándose en los sillones spro el cansancio.

—Mira Kura.

Ryou había notado como una hoja estaba en el suelo, la tomó en manos y empezó a leer para luego mirar molesto a su pareja.

—Kura...

—¿Que pasa Yadonushi?

—¿Pagaste el agua, verdad?

Bakura estaba dispuesto a responder con total seguridad si no fuera porque al recibir la hoja que antes leía Ryou, se quedó congelado.

—Hikari...

—Nada de hikari, ¿cómo es eso que no pagaste el agua? Por Ra, te di el dinero hace dos días y dijiste que lo habías hecho...

—Se supone que el maniático iba a hacerlo.

Bakura se defendió mientras arrugada la hoja donde estaba escrito con puño y letra de Marik que esperaba que recogiera agua ju to a un dibujo de burla.

—¡Kura!

—Él iba a ir hacia allá, por eso también le mandé de mi parte. Sabes que odio hacer las estúpidas filas.

Ryou negó con la cabeza mientras soltaba un suspiro recargando su cabeza en el respaldar del sillón y miraba al techo.

—Yado-

—Mañana mismo vas a pagar personalmente y si no tenemos agua hasta el medio día, olvídate de dormir en la habitación.

—¡Tsk!

—¡Abstinencia un mes!









Hola mis pervertid@s!
Vigésimo cuatro día!
Ya casi se acaba esto. Faltan siete días.
Espero les guste, nos vemos nwn

¡Fictober 2020!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora