Capítulo 6

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Pasaron de esa forma los días y las semanas, llegando casi a un poco menos de la mitad del embarazo los vómitos y nauseas ya no eran un problema, aunque los tenía de vez en cuando, ya no eran nada.

El problema actual era la debilidad, una tan grande que realmente no sabía a qué venia. Si, tenía miedo, pero no quería ir con la enfermera pues, en todo momento que intentaba ir había un alumno, y no quería que nadie supiera su secreto, por lo que decidió seguir esperando y rezar para que en algún momento está vacío el lugar.

Así pasaron y era un día viernes, en toda la semana no había logrado entrar a la enfermería y hablar con la enfermera en paz, por lo que luego de la clase de transfiguraciones, en la cual se encontraba, lo intentaría una vez más, esperando que en esta ocasión si este vacío el lugar, cosa que el dudaba pero aún tenía esperanzas.

La tarea era simple, transfigurar una copa de madera por una de oro. Una transfiguración que normalmente es rápidamente fácil de dominar, tanto que más de la mitad de los alumnos habían logrado terminarla con éxito y la otra mitad estaban en proceso pero extrañamente él no tenía avance alguno.

Uno, dos, tres, cuatro intentos y nada, ni el más mínimo cambio... revisó el encantamiento, lo decía bien... movimiento de mano y varita, excelente como siempre, por lo cual no podía explicarse el por qué no podía realizar algo tan simple.

Paso la clase, estaba molesto. La profesora Minerva, solamente le dijo que intentara hacer el hechizo con calma, que no forzara su cuerpo y ya le saldría; lo cual lo calmo un poco.

Saliendo de clases llegó frente a Lucius y Regulus, los cuales le tomaron antes de caer, sentía un gran mareo, no tenía nauseas solo un mareo y un gran cansancio, algo que no sentía hace mucho tiempo.

Pasados unos minutos Severus ya se sentía mejor, fueron con calma al gran comedor, era la hora del almuerzo, por lo cual igualmente significaba que era la hora de tomar la poción.

Una vez que llegaron Severus mira la comida frente a él y comenzó a sentir mucha hambre, antes de que sus amigos le armen su habitual plato de comida él tomó una porción de cada cosa frente suyo y comenzó a comer feliz bajando la mirada a su vientre, el cual comenzaba a notarse levemente pero, gracias a las túnicas anchas y algo grandes que normalmente el siempre usaba, no se notaba para nada.

De la nada dejó el tenedor en la mesa, sintió la magia a su alrededor pero no podía identificarla así que cerró los ojos e intentó hacer un hechizo para protegerse del ataque. No podía hacerlo sin varita como normalmente podía por lo cual estaba a punto de sacarla pero fue demasiado tarde puesto que sintió un impacto en frente de él y, por la fuerza del impacto, cae de espalda quedando inconsciente al instante.

Al sentir el estruendo tanto Lucius como Regulus corrieron donde su amigo, pues lo habían dejado solo para ir a pedir un libro a Bellatrix, por lo cual no pudieron impedir que algo que ocurriera a su amigo y su bebé; así que rápidamente fueron, le tomaron y con cuidado, Lucius lo cargo para llevarlo corriendo a la enfermería.

Pasadas unas horas Severus lentamente comienza a abrir los ojos mirando el techo, volteando su mirada logra ver a sus dos amigos los cuales le miraban de forma seria, cerró los ojos una vez más y suspira agotado...

- ¿Qué ha ocurrido? – pregunta Severus en voz baja.

- Tú... tú te encuentras débil Severus – explica Regulus.

- ¿Cómo es posible? – se pregunta habiendo los ojos – me cuido lo mejor posible, tomo mis pociones, como saludablemente, no me esfuerzo para nada – habla preocupado.

- No, no eres tú, bueno si, pero no tu cuerpo... es tu magia, tu núcleo mágico está mal – explica Regulus.

- Mira Severus – interrumpe Lucius – lo que ocurre es que en un embarazo normal, sea para una bruja o un mago, el feto para desarrollar su núcleo mágico necesita la magia de ambos padres, lo cual roba poco a poco, casi de forma imperceptible. – le toma su mano – Pero en tu caso, al estar solo y no tener al padre, el cual puede ser el único donante de magia, él bebé absorbe de la única fuente de magia que tiene que es su madre, o en tu caso, tu magia. – suspirando levemente – En simples palabras, él bebe está absorbiendo toda tu magia.

Severus al escucharle cierra los ojos, metiéndose en sus pensamientos. Estaba preocupado pues no sabía qué hacer, bueno si sabía, necesitaba buscar al padre del bebé y decirle lo que estaba pasando, pero no podía, pues no sabía quién era el padre y por lo tanto puede que jamás lo encuentre... no es una opción... ¿Qué hacer ahora?

Luego de unas horas más de descanso y unas pociones le dejaron ir, lo cual fue un alivio para Severus, el cual miro la hora y al notar que no era tan tarde aún fue rápidamente a la biblioteca, pues debía encontrar una solución a su problema mágico y sabía que debía estar ahí así que, aunque se tardara semanas, lo encontraría.

De esa forma pasaron los días, cada vez Severus estaba más cerca de encontrar la respuesta, lo cual le alegraba.

Tan metido estaba en su investigación que no estaba presentándose en sus clases además de que no estaba descansando lo suficiente puesto que solamente dormía en la noche, luego de la media noche cuando antes acostumbraba a una siesta luego de almorzar y no dormir después de las 23:00.

Durante estos días alguien estaba siempre con Severus, ya sea Lucius o Regulus, pero igualmente se sumaron Narcisa y Bellatrix, las cuales se enteraron del embarazo del menor y decidieron cuidarle y mimarle al igual que harían con el pequeño en camino.

Así paso casi una semana y media en donde Severus estaba corriendo a su cuarto y detrás de él se podía ver a Bellatrix, la cual estaba corriendo y riendo como niña pequeña, tal cual como si fuera un juego.

Severus se detuvo frente a sus amigos y algo agitado por correr, decidió sentarse en su cama en donde frente a él estaban sus amigos esperando ansiosos el motivo de la alegría de su mejor amigo.

- Lo tengo – logra decir Severus al relajar su respiración – tengo la solución a mi problema...

- ¿De verdad? – pregunta Lucius sorprendido.

- ¿Cuál es? – ahora pregunta Regulus feliz igualmente.

- Es.... Es una poción, muy compleja y costosa, pero ha ayudado a embarazos de otros magos en la antigüedad por lo cual es la solución a mi problema – comienza a explicar – es rara si... usa garra, sangre, y corazón de dragón pero igual es compleja de hacer, debe realizarse en una noche sin luna, además de que se necesita de una persona pues al momento de hacer la poción en diversos momentos debe agregar poco a poco su magia... - suspirando levemente – luego, al momento del que el gestante beba la poción la magia pasara al núcleo del mago portador y de ahí al bebe; además los ingredientes del dragón ayudaran a fortalecer el cuerpo del mismo, es perfecto – termina de hablar con una gran sonrisa.

Los presentes estaban en silencio, realmente la solución era perfecta, demasiado perfecta, era justo lo que necesitaban, tan así que ya tenían todo lo necesario, pues podían conseguir los ingredientes entre todos ellos.

- Pero... - habla Severus sacando a todos de sus pensamientos – nadie me dará su magia...es demasiado peligroso y la persona podría dar más de la necesaria, le dejará débil por días...nadie se sacrificaría de esa forma por mí, no valgo tanto... - en ese momento, Severus se acomoda en su cama, tapándose completamente con su manta para que sus amigos no le vean llorar – al menos tengo por donde comenzar, con un poco de esfuerzo podré encontrar un sustituto de la magia... debo hacerlo, estoy cerca... lo haré por mi pequeño, lo haré por nosotros, para que podamos vivir felices los dos, seremos una familia mi bebé – susurra Severus acariciando su vientre para dormirse lentamente.

Los amigos le miraban de forma seria para luego verse entre sí tomando la decisión casi inmediata por lo cual, sin hacer ruido alguno, salieron del cuarto, comprendiendo que su amigo realmente necesitaba descansar. Una vez reunidos los 4 en otro cuarto, comenzaron a ponerse de acuerdo.

Lo primero fue que Bella trajo el libro que Severus estaba leyendo, por lo cual sacaron todos los ingredientes necesarios y entre ellos decidieron reunirlos todos, solamente faltaba uno y al mismo tiempo el más importante de conseguir: un donante mágico.

Por ello mismo comenzó a esparcirse el rumor por la sala común de Slytherin, en donde todos comenzaron a hacerse las pruebas necesarias para poder ser el donante mágico para Severus, pero nadie servía. Nadie tenía ni algo similar para poder ayudarle, estresando más a los amigos del mago pelinegro, pero un día, en el momento más inesperado, escucharon a alguien golpeando la puerta, alguien quien se quiso someter a la prueba mágica, alguien quien luego de tanto esfuerzo buscando, lo encontraron, al fin alguien era compatible con su amigo, podrían ayudarle...

Ya tenían todos los ingredientes para la poción de donación de magia, hasta lo más importante: el donante de magia...

¿Quién Es El Padre De Mi Hijo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora