Tanto Lucius como Regulus estaban esperando fuera de la enfermería, no tenían noticia alguna de su amigo, nadie les decía nada, ni la enfermera ni Dissy, así que solamente estaban sentados fuera de la enfermería, totalmente centrados y mirando la puerta cuando escucharon un leve llanto, con el cual ambos suspiraron de alivio, el bebé al parecer estaba bien y eso era bueno pero debían esperar un poco mas para verles.
Así fue que luego de casi 30 minutos la enfermera abrió la puerta dejando ver a los chocos, los cuales estaban esperándoles, y solo les sonríe.
- Todo esta bien chicos, Severus y su hijo están en perfecto estado, el bebé está en excelente estado de salud a pesar de todo, su núcleo mágico igual parece estar bien pero saben que hay que esperar a que realice magia accidental cuando sea más grande y ver que tal- les explica y niega levemente al ver que los chicos intentaban ver adentro – adelante, pueden pasar pero no hacer demasiado ruido, Severus y su hijo están descansando.
Ambos amigos, sin decir nada, corrieron dentro de la enfermería en donde vieron algo que jamás esperaron ver, Severus estaba durmiendo en su camilla, a su costado y bien acurrucado estaba un pequeño bebé de tez pálida similar a la de Severus y su cabello se podía ver una manchita, al parecer café,.
Ninguno de los dos esperaron ver esa escena, ambos, padre e hijo, tan parecidos, durmiendo con tanta calma que no percibían nada a su alrededor, algo realmente lindo.
Ambos amigos solamente se sentaron en unas sillas tomando turnos para vigilarlos, cuando cerca de las nueve de la mañana Severus comenzó a despertar, mirando a su alrededor con curiosidad para luego ver a su lado, observa a su bebé y le carga con cuidado, como si quisiera percatarse que era real, y cuando termina de admirarlo le besa la frente con cuidado y ve a sus amigos con calma.
- Él... es Marcus – les anuncia a sus amigos con emoción en su voz – es... es mi bebé – susurra – es...es tu sobrino Regulus, y Lucius sería un honor que seas su padrino –
- No Severus, para mí es un honor que él sea mi ahijado – le mira para acariciar la mejilla del bebé – prometo que lo cuidare como mi propio hijo
- Y no lo dudo – termina Severus para verles, sus ojos estaban totalmente brillantes de las lagrimas contenidas y la alegría que sentía en ese momento.
Entonces Severus siente a su bebé moverse lentamente así que toma el biberón que tenía en la mesa de noche, al lado de su cama, la cual tenia leche tibia para dársela a su hijo, lo hizo con cuidado mientras hablaba con sus amigos.
- Gracias a la enfermera y los libros sé los cuidados que necesita mi pequeño – susurra bajo para no molestar a su bebé – si todo sale bien quizás pueda regresar a mi cuarto esta noche, eso sí, con la supervisión de Dissy en caso que ocurra algo, según la enfermera será mejor que descanse ahí en vez de en la enfermería.
- ¿De verdad?, eso es bueno Sev, nosotros sabemos que odias permanecer en la enfermería, no por ello te vez corriendo apenas puedes – ríe bajo Regulus mirando al chico frente a el.
- Así es, lo odio, pero otra razón es Marcus, el quedarse acá puede hacerle mal puesto que, si un estudiante llega enfermo, puede contagiarle su enfermedad o por un accidentes en pociones, así que estaremos en nuestro cuarto para su mayor seguridad.
Ambos amigos sonríen, mirando como el bebé terminaba de comer, a lo que Severus deja el biberón a un lado, sacándole el aire con cuidado, como todo padre primerizo con algo de temor, para luego acomodarlo en su pecho, en donde se ve al bebé aún algo adormilado pero pudiéndose ver sus ojos con calma.
- Vaya, al parecer sus ojos serán negros – exclama Lucius.
- Eso parece pero no se puede definir aún, pasarán unos pocos días para saber con claridad.
- Si es así no podrás negar que es tu hijo, es totalmente igual a tí, excepto del cabello – dice con duda lo último pues el cabello, a pesar de ser castaño, se veía de un tono obscuro, casi negro.
- En eso tienes razón , pero jamás he tenido la intención de negarlo
Con ello Severus le acomoda de mejor forma para que el pequeño bebé se duerma.
De esa forma el trio de amigos paso en la enfermería hasta la hora de la cena en donde Severus tenía el permiso de poder irse, así que cubrió bien a su bebé con las mantas para poder llevárselo, siempre acompañado de Regulus y Lucius.
En ese momento mientras caminaban escuchan un tarareo con una voz que Severus reconoce a la perfección, la cual era la voz de Sirius, el cual solo se detiene frente a Severus con una sonrisa burlona.
- Así que nació tu bebé Snivellus – susurra – ¿Dónde está su padre? ¿Acaso vio que tu hijo es tan feo como tú y los abandonó? – comenzó a reír de su broma.
- No lo se – habla de forma segura, ahora no era contra él, era contra su bebé y no se callaría ante ello – ese maldito solo me usó una noche y se fue, así que no me importa, ni yo ni mi hijo lo necesitamos, ahora largo Black, nos molestas.
- ¿Así que la pequeña serpiente puede sacar sus garras? – lentamente comienza a caminar hacia Severus – ahora veamos... que podemos hacer con este deforme.
- ¡Aléjate de él Black! – grita de forma amenazante, mientras tanto Regulus y Lucius estaba con la varita en alto por si ocurría algo – tú jamás le veras uno solo de los cabellos a mi bebé – se acerca a el de forma seria – piérdete Black, ya no tienes poder de amenazarme, ¿entendido? Con mi hijo, no te metes.
Dicho esto, Severus lo aparta para seguir caminando como si nada a su cuarto, dejando totalmente frío y sorprendido al mayor de los hermanos Black, el cual solamente estaba mirando por donde había ido Severus junto a su bebé.
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¿Quién Es El Padre De Mi Hijo?
FanficSeverus, jamás pensó que salir al lado de Lucius Malfoy en una fiesta que al inicio parecía inocente, le traería tan grandes problemas.