Capítulo 10

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Una vez mas, en medio de la noche, Severus lentamente abre sus ojos escuchando los fuertes llantos de su bebé debido al hambre que sentía por lo cual, con calma, se levantó y tomó el biberón que estaba lleno de leche tibia para acercarse a su hijo, tomándole con cuidado le acurruca para comenzar a darle de comer.

Esta es una rutina la cual estaba comenzando a tener, la verdad era algo complejo, al estar siempre solo está cuidando a Marcus de tiempo completo y en momentos en donde su pequeño descansaba él aprovechaba igualmente de tomar una siesta y recuperar algo de su energía para, nuevamente, despertar a atender a su bebé.

Sus amigos eran de ayuda, Regulus siempre que podía tomaba a Marcus para darle de comer y consentirlo, al igual que Lucius que amaba a su ahijado; pero el problema es que los chicos estaban con sus clases y cerca de sus exámenes finales, no podían hacer demasiado pero siempre hacían unos minutos para su amigo puesto que lo notaban más agotado.

Al ver que un día Severus literalmente se dormía de pie tomaron una decisión importante, la cual es pedirle permiso al director de ausentarse a algunas clases, en donde al menos entre algunas personas se turnarían y así podrían ayudar a Severus, eso sí, con la promesa de que cumplirían con sus deberes y al mismo tiempo no bajarían su rendimiento a lo cual, luego de una larga conversación entre los Slytherin y el director llegaron al acuerdo.

Así fue como los principales amigos de Severus se turnaban para cuidar al pequeño, al inicio Severus estuvo preocupado de alejarse de su hijo pero, al ver como sus amigos no estaban teniendo problemas, lentamente se dejó ayudar con más facilidad.

Y como no estar tranquilos, el pequeño Marcus realmente no lloraba demasiado pero sí era exigente y solo lloraba en gran cantidad cuando tenía hambre o cuando quería un cambio de su pañal, acciones las cuales debían ser de forma inmediata y sin mayor espera para que el bebé una vez más les mirara con sus oscuros ojos y con una sonrisa.

Con el paso del tiempo Severus llevó a su hijo al salón dentro de la casa de Slytherin en donde la mayoría de sus compañeros le vieron y quedaron encantados del pequeño bebé, así que entre todos ayudaron de mejor forma a su compañero, además de que le daban diversas cosas como juguetes y ropa, mayormente en tonos verdes, grises y blancos, más algunos maestros que le daban unos trajes elegantes para el pequeño.

Severus, por el apoyo de todos, consiguió una vez mas reintegrarse a sus clases, cosa que fue algo compleja al inicio pero gracias la ayuda de todos pudo incorporarse como si nada estuviera pasando, realizando los primeros exámenes y saliendo con notas destacadas como cada año, lo cual agradeció ya que quedaban menos de dos meses para terminar el año escolar.

Lamentablemente no quería que esa fecha llegara, Severus estaba con temor, su padre estaba en esa casa, no tenia nada para poder apoyarse y además su hijo corría riesgos. Por primera vez en su vida ha tenido temor de regresar a ese sitio, no quería.. no, la verdad es que no podía regresar a ese sitio, así que el pensamiento de conseguir una buena cantidad de dinero y así poder escapar de casa estaba en su mente.

Afortunadamente Severus no estaba solo, tenía a su mejor amigo, tenía a Lucius el cual le comento que ya tenía previsto todo, que junto a Regulus y otros de sus compañeros, tanto Bellatrix como Narcisa, se colocaron la meta de ayudarle con un nuevo hogar, no será demasiado, pero definitivamente tenía un cuarto en Hogsmeade, cuarto que estaba pagado por unos meses, en donde Severus podría ver de mejor forma como podría organizarse para más adelante y buscar un trabajo, ya sea en el mundo muggle o en el mundo mágico.

Severus no podía estar mas agradecido abrazando a sus dos amigos, demostrando que Lucius es el mejor padrino que su hijo pudo haber conseguido y Regulus el mejor tío del mundo, ambas personas consideradas sus hermanos, quizás no por la sangre pero si en sus sentimientos.

Severus, totalmente tranquilo al tener todo lo que le preocupaba resuelto de la mejor forma posible, estaba atendiendo sus clases mientras Bellatrix, la autodenominada madrina de Marcus, estaba cuidándolo ese día, sus amigos sabían que claramente era una excusa para faltar a clases pero al ver lo apegado que era el menor a ella dejaron pasar aquello, puesto que Severus estaba en sus ultimas clases de pociones las cuales eran las que más quería asistir de todas.

En ese momento la clase estaba totalmente en silencio, solo se escuchaban algunos movimientos de cucharas, algunos cortes de ingredientes y un leve murmullo de los estudiantes por estar trabajando en pareja, cuando de la nada se escuchó como la puerta de abre de forma precipitada, dejando ver a alguien que todos conocían de perfecta forma y con voz firme se acerca a Severus mirándolo frente a frente.

- Severus Snape, exijo una prueba de paternidad ante tu hijo Marcus Snape, bajo la gran sospecha de que puede ser mi hijo y heredero.

En se momento Severus estaba pálido, reconocía esas palabras por su amigo Regulus, era las palabras que usaban las familias sangre pura para reclamar un hijo cuando era ilegítimo...

Eso no era lo importante, realmente a Severus no le importaba quien era el padre de su bebé, jamás le importó y no le importaba ahora, pero el problema era la persona que tenia delante de él... esa persona no podría ser el padre de su bebé, era imposible o eso quería creer.

Quería contestarle pero no podía, su cuerpo no reaccionaba, sus piernas estaban temblando, su piel cada vez mas pálida, no podía mover nada, no podía hacer nada, su mente en blanco, sintiendo cada vez su cuerpo mas pesado, escuchando como algunos le llamaban para que reaccionara pero solamente cerró sus ojos dejándose caer a un abismo oscuro.

Mientras en el exterior todos mirando a esa persona la cual, en medio de la clase, pidió formalmente una prueba de paternidad.

¿Quién Es El Padre De Mi Hijo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora