Capítulo 11:Un mar de dudas

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Me despierto por la luz que entra por la ventana, es muy raro que haya tanta. Abro los ojos y veo que estoy en la cama del ático de allí la claridad, por culpa de los ventanales gigantes. Me doy la vuelta buscando el cuerpo del rubio pero estoy sola, aunque en su mesilla hay una bandeja con el desayuno.
Me desperezo yendo al baño, después de lavarme la cara vuelvo a la cama y acerco la bandeja. Hay café, zumo de naranja y unas tostadas con tomate y otra con aguacate. Al levantar el café aparece un papelito blanco doblado. Es una nota suya dándome los buenos días y pidiéndome que me quede hasta la hora de comer.
Miro el reloj son las 12:12, que tarde me he despertado, aunque también es verdad que me dormi casi cuando amanecía.
Busco mi móvil y entro en su chat.

-Gracias por el desayuno no te tenías que molestar. No puedo quedarme para comer pero esta noche vendré, sé que te debo una explicación. Cuidate!

Salgo de la conversación y busco el número de mi hermano.

-Hola peque!

-Estás ocupado?

-No, ando recogiendo las cosas del despacho en nada iré a casa.

-Puedes recogerme porfi.

-Claro, que estas en el ático con él?

-Si pero estoy sola y no quiero quedarme a comer aquí, luego te cuento.

-Perfecto, cuando llegue abajo te aviso.

Dejo el móvil en la mesilla mientras me levanto para dejar la bandeja en su sitio, lavar los cacharros, y después ducharme por que tengo una pinta lamentable.

Lo de ayer me había dañado más de lo que imaginaba, me había bajado la autoestima muchísimo y está noche iba a parar este juego. No estoy preparada para esto, no después de que ayer Rafa me hiciera sentir igual que él.
Recojo mis pocas cosas en una bolsa, echo una mirada por toda la casa, me da pena abandonar este nidito pero no quiero arrastrarle connigo cuando puede tener algo mejor.
Me llega el aviso de que mi hermano está abajo, así que dejo las llaves en la encima mientras me cuelgo la bolsa del hombro y cierro la puerta detrás mía.
Hacemos el camino en silencio, sabe que necesito pensar y no se atreve a preguntar que ha pasado.

Entramos en casa y Fla me arrastra hasta llegar a la cocina, me siento en un taburete mientras veo como saca 2 tazas para preparar café.

-Habeís discutido?-niego con la cabeza mientras intento hacer orden en mi cabeza.- Entonces a que viene este arrebato de no querer verle? Anoche estuvisteis juntos si no me equivoco.

-Bueno en parte pero no como te imaginas...

-Me lo vas a contar o voy a tener que sacartelo con los alicates?-dice mientras deja las dos tazas con líquido negro calentito. Tomo una acercandola a mi boca disfrutando del olor,doy un trago y me levanto para ir al gran sofá . Fla ya está sentado en su sitio y me mira con curiosidad esperando el por qué de mi huida mañanera.

-Verás, anoche te dije que había quedado con él pero era mentira. No quería estropear tu velada, en si le escribí pero estaba tomando algo y tampoco quería molestar. Me quede en casa llorando hasta que no había más lagrimas o eso pensaba , y salí a dar una vuelta sobre las 2 de la mañana. Acabe en la puerta del ático pero al final decidí no entrar pero para mi suerte me había escuchado así que no me dejo volver a casa. Me he pasado casi toda la noche llorando en su pecho mientras él me abrazaba en silencio.

-Pero eso es bueno, demuestra que no solo sois un polvo.

-No, no lo es Fla, esto iba a ser diversión no tiene que haber nada personal de por medio y llego yo destrozada por mi ex y a él le toca consolarme..

Pinceladas en la piel.. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora