Capítulo 1. Vuelta a casa.

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Localizan a la joven de 22 años desaparecida el pasado octubre.

 El pasado mes de noviembre, Matthew y  Genevive Harrison, denunciaban la desaparición de su hija, Layla, de 21 años, quien, tras haber pasado la noche en el cumpleaños de un amigo, no volvió a casa. Este fin de semana, a apenas un mes del aniversario de su desaparición, ha sido encontrada en buen estado a las afueras de Wichita. Aún desconocemos las causas de su desaparición.

Simon Woodman, principal sospechoso de la desaparición de Layla Harrison.


La policía abre una investigación sobre el caso de Layla Harrison. 


 Joven de 21 años desaparece en extrañas circunstancias.

El juez absuelve a Simon Woodman por falta de pruebas.


Una mano apareció delante de los recortes de periódico, bloqueando mi visión.

-Layla.- Alcé la vista, un par de ojos chocolate me observaban detenidamente.- tienes que dejar de leer estas cosas.- continuó. Apartó la mano de mi carpeta de recortes y se sentó junto a mí en el respaldo del banco.

- No dirás nada, ¿verdad?- si el psicólogo o mis padres se enteraban de que seguía leyendo todas las noticias que habían publicado desde mi desaparición probablemente me prohibirían volver a clase y no podía soportar estar encerrada en casa preguntándome dónde había estado en el último año, cómo volví a casa o, aún peor, qué me hicieron.

- Sabes que no, pero preferiría que dejases de buscar esas cosas, no creo que sea bueno.- respondió Simon.

- Lo sé, es solo que no consigo hacerme a la idea de todo lo que ha pasado en el último año, necesito...

- Recordar.- concluyó por mí.- y situarte, lo sé, lo entiendo, pero no lo fuerces, ¿vale?- se levantó, colocándose justo delante de mí y tendiéndome una mano.- ¿nos vamos?

Tomé su mano y le seguí. El campus estaba lleno, solía tener muchos estudiantes pero este curso lo encontraba especialmente concurrido, en otras circunstancias ver la universidad tan llena de vida me hubiese emocionado pero teniendo en cuenta mi reaparición tras casi un año en paradero desconocido, venir a clase era parecido a ir al zoo a visitar la nueva jaula de los monos, y yo era un mono lila con cuernos.

No fue fácil soportar los murmullos y las miradas al principio afortunadamente, el boom de chica desaparecida se iba disipando conforme pasaban las semanas y ahora ya casi nadie me prestaba atención.

- Tengo ''Instrumentación y técnicas experimentales'' en el otro edificio.- comentó Simon cuando llegamos a la puerta mi facultad. Simon era un friki, le encantaba todo lo relacionado con el espacio, por ello cursaba un master en Astrofísica, tenía un gran cerebro y le envidiaba un poquito.- ¿Nos vemos para comer?

- Claro, te espero en el banco cuando salga.

- Genial, ¡hasta luego!- se despidió, no tuve tiempo de decirle nada, salió corriendo.

Desde que volví y, bueno, desde que se lo permitieron, Simon había pasado todo el tiempo posible conmigo y lejos de ser agobiante había sabido acompañarme y darme mi espacio al mismo tiempo, además, era el único que no me trataba como si fuese a romperme en cualquier momento y eso se agradecía. Todos habían estado cuidando sus palabras y sus actos cuando yo estaba cerca, como si un simple gesto pudiese hacer que me convirtiera en una especie de gremlin, lo odiaba pero a su vez no podía culparles, supongo que yo en su situación actuaría de la misma forma.

𝒮i pudiera volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora