2.10

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Sin editar
𝖙𝖗𝖆𝖓𝖈𝖊

—FUERON ATRAPADOS EN EL DESPACHO DE UMBRIDGE, Theodore Nott sostenía las manos de Dani en la espalda de la misma

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—FUERON ATRAPADOS EN EL DESPACHO DE UMBRIDGE, Theodore Nott sostenía las manos de Dani en la espalda de la misma.

Harry Potter y Hermione Granger habían salido hace algunos minutos para enseñarle a La suma inquisidora el "arma secreta de Dumbledore".

Ron pidió comer de sus dulces si  embargo Draco con una mirada llena de arrogancia tomó los caramelos y los repartió entre sus amigos. Neville miraba atentamente a Dani intentando tranquilizarla, la verdad es que ella estaba serena, el que se sentía nervioso era el.

Casí al instante se masticar los dulces los estudiantes se Slytherin empezaron a vomitar sin parar, a algunos le salieron horribles y grasosas pústulas en la cara. El ejército de Dumbledore tomaron sus varitas y salieron  corriendo en dirección a la salida.

Camino al bosque al bosque se encontraron con Herms y Harry, ambos les explicaron brevemente lo que estaba pasando, Danielle no pudo evitar llevar las manos a su boca al oir lo de Sirius, pues la verdad que durante su estadía en el cuartel general de la orden se habían vuelto cercanos, Dani le tenía tanto cariño hasta para considerarlo un padre.

Después de insistirle a Harry acompañarlo a la peligrosa misión, Luna Lovegood y su hermana Mistery los ayudaron a montar en grandes criaturas que solo aquellos que estuvieron en presencia de la muerte podría ver.

Tanto Neville como Danielle se sintieron extraños al volar en algo que no podían ver.


















El muchacho tiró hechizos tan rápido como pudo, hace rato que no sabía dónde estaba Danielle o cualquiera de sus amigos

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El muchacho tiró hechizos tan rápido como pudo, hace rato que no sabía dónde estaba Danielle o cualquiera de sus amigos. No sabía de donde un sentimiento extraño crecía por su pecho.

Era como furia mezclada con adrenalina, nunca se había sentido así pero al menos le daba el valor suficiente para poder correr por los pasillos de esa extraña Sala de profecías.

Pudo observar la salida del lugar y como todos se reunían en ella, aceleró el paso al punto que frenar se le hizo casí imposible.

- Danielle! - llamó a su chica apenas la miro.

CRUCIO; Neville L. (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora