xi. 𝙩𝙝𝙚 𝙣𝙤𝙨𝙩𝙖𝙡𝙜𝙞𝙖 𝙤𝙛 𝙖 𝙧𝙚𝙪𝙣𝙞𝙤𝙣

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Dedicado a la niña que no me deja escribir en paz, de verdad linda no quiero jugar Talking Angela. 💚


-A pesar de que el año pasado fue un caos, la estación 9 3/4 seguía teniendo ese ambiente tan cálido y alegre.

Los niños se despedían de sus familias, algunos con gigantes sonrisas y otros entre lágrimas. Los pequeños de primer año se movían nerviosos entre las personas como ratoncitos asustados.

Nev dió su suspiro melancólico, sostuvo la mano de Dani quien distraída miraba el tren.

La Señora Longbotom no quiso acompañarlos a la estación de tren puesto que le daba vergüenza presentarse en público con su Nieto.

El año pasado Neville anotó todas sus contraseñas en un pedazo de papel, para no olvidarse, sin embargo perdió en papel y Sirius Black lo encontró pudiendo entrar al castillo.

McGonagall se enojó demasiado y su Abuela no se quedó atrás, los estudiantes miraron mal a Nev durante el resto del año.

- Neville, mira! Que hermosa lechuza - señalo Dani hacía la maleta de algún estudiante.

Neville miro a la rubia, ella era la única que no lo había juzgado erróneamente, Dani se había quedado allí junto a el, sanando cada herida que los demás le hicieran. Una sonrisa salió de sus labios.

- Si, es una hermosa lechuza - le respondió enternecido mirándola.




















Caminaron entre la multitud buscando una entrada a el tren, Danielle vió a una pequeña niña llorando sola y sin aviso soltó la mano de Neville, quien sin darse cuenta siguió caminando.

- Hola linda, que pasa porque lloras? - pregunto a la pequeña.

- No consigo a mi mamá - explicó limpiandose las lágrimas.

- Como se llama tu mamá? - preguntó

- Narcisa - se sorbio los mocos- Narcisa Malfoy.

- Tranquila linda, te ayudaré a encontrar a tu mamá - le respondió Danielle dejándole un beso en la frente.

Danielle no era una chica que se dejara llevar por los rumores de la gente, para ella el apellido Malfoy era igual a cualquier otro apellido. Era un chica gentil, humilde y hermosa, pero también era inocente, que se puede ver como una virtud pero realmente la hacía débil.

Confiaba en todos, quería a todos, creía que todos eran buenos. Neville intentaba mantenerla dentro de esa burbuja de fantasía, no queria que su novia se desilusionara al saber la cruel verdad que era la vida real.

Danielle caminó por la estación de la mano con la niña, preguntando a cada mujer que veía si esa pequeña rubia era su hija.

- Tu! Sangre Sucia! - dijo una voz a su espalda, se volteo abrumada por el insulto - Que haces con mi hermana?.

- Hola Draco! Que tal estuvieron la vacaciones? - Saludó ella amablemente, recibiendo solo una mirada mortífera - Ella es tu hermana? Estaba pérdida, estamos buscando a Narci- la rubia fue interrumpida.

- Si si, Narcisa es mi madre, ven aquí Naga! - demandó enojado. - y no te vuelvas a acercar más nunca a esta Sangre sucia.

- Lo siento Draco, pero no entiendo porque te refieres a mi persona con ese término tan desagradable - el rubio solo giró los ojos fastidiado dándose la vuelta hacía el tren.

Danielle se sintió abrumada, no entendía, ella no había hecho nada malo para merecer ese trato, se quedó anonadada mirando el pisó, cuando derrepente un hombro la empujó haciéndole perder el equilibrio.

Cayó de boca en el piso siendo un poco pisoteada por las personas apuradas a su alrededor, intentó levantarse pero se le dificultaba.

Empezó a sentirse sofocada, el aire le faltaba y fue entonces que se preguntó donde estaba Neville para abrazarla.

Sin embargo antes de entrar en pánico un brazo la saco del suelo, al observar bien pudo darse cuenta de que se trataba de Cedric Diggory.

- Dan!!! Te estábamos buscando!, Neville esta como loco - se explicó.

Ella asintió todavía conmocionada, Cedric la guió hasta un compartimiento del tren donde Neville mordía sus uñas nervioso.

En menos de un segundo estaba envuelta en sus brazos, el aire volvió a sus pulmones, el sofocó que había sentido hace unos minutos en el piso de la estación desapareció.

Se sentía como en casa. Neville era su casa.

- Dios, estaba preocupado - Neville la soltó para mirarla.

Sus ojos cafés se detuvieron en su rodillas moradas y en algunos moretones en sus brazos.

- Te caíste? - preguntó recibiendo una mueca de la rubia.

Nev no pudo evitar sonreír, era muy tierna cuando ponía esa cara avergonzada.

La abrazo de vuelta.

- Tranquila, ya estas aquí conmigo.

Pero eso no era nada en comparación a lo que vendría después.

-Amelie
IG: @melie.melieee


CRUCIO; Neville L. (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora