Capítulo 12 "Ayúdame"

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Llego a la casa de mi amigo y todas las luces están apagadas, doy la vuelta buscando la habitación de Mick, ya que le gusta dormir con la ventana abierta. Me impulso y me adentro a su alcoba viendo que duerme plácidamente. Me imagino que Mandy tiene que estar en una de las habitaciones de huéspedes. Salgo de allí para buscar a la pelirroja; me acerco con cautela a la puerta. Por el olor sé exactamente que es Mandy la que se encuentra ahí.

Giro la perilla y la veo abrazada a sí misma. Creo que debería asesinarla. A fin de cuentas, solo me trae problemas, puesto que le ha dicho a Michael que un vampiro la persigue. Y ella pedía que la llevaran a la ciudad vecina. Lo cual quiere decir que es de allá. Camino hacia ella y me siento a su lado. Me de lástima asesinarla. Tan joven, pero bueno... ella no debió estar esa noche en el bosque.

—Hola, preciosa. —Murmuro en su oído, ella abre los ojos como platos y se incorpora con rapidez. Le cubro la boca con una mano mientras la sujeto cuando intenta correr a la puerta. —Con que pensabas irte. —Le sonrío con burla. —Si gritas te mato aquí mismo. —Mandy niega lentamente, y la suelto.

—¡Ayuda! —Grita, corriendo escaleras abajo. A mi rápida velocidad, llego hasta ella, sosteniendola del cabello, y le doy una bofetada, haciendo que caiga de forma áspera al piso.

—Lo primero que te digo que no hagas, es lo primero que haces. ¡Maldita sea! —Me paso una mano por el cabello, de forma desesperada al escuchar las pisadas de alguien que viene bajando, así que me acerco a Mandy, sujetando su barbilla. —Si dices algo sobre lo que soy, buscaré a tu familia y traeré la cabeza de ellos, uno por uno. ¿Eso quieres?

—No. —Chilla cuando la aprieto con algo de fuerza.

—Bien.

—¿Qué sucede? —Miro hacia las escaleras, viendo a Mick, quien nos mira confuso. —¿James? ¿Cómo entraste?

—Ayuda... —Mandy se arrastra por el piso, pidiéndole ayuda a mi amigo.

—Tengo llaves, ¿recuerdas que me diste una copia?

—Sí, cierto. —Sonríe. —¿Qué le pasa a ella? —Termina de bajar las escaleras, y se acerca a Mandy, ayudándola a ponerse de pie. —¿La golpeaste? —Cuestiona inspeccionando su rostro.

—No, se cayó bajando las escaleras.

—¿Estás bien? —Le pregunta a Mandy, llevándola hasta el sofá.

—Ayúdame por favor. Yo no quiero regresar con él. —Me mira aterrorizada, tocando su mejilla afectada, obteniendo una fulminante mirada de mi parte.

—Me importa una mierda si no quieres, vienes conmigo y punto.

—James, tranquilo. —Mick me mira, desconcertado. —¿Por qué no vienes mañana por ella, cuando ya esté tranquila?

—Ni hablar. Y por favor no te metas, Mick, es por tu bien. —Agarro la mano de Mandy, haciendo que se levante de la silla. —Nos vamos ya mismo. No me hagas perder la poca paciencia que tengo. ¿Me escuchaste? ¿O ya se te olvidó lo que te dije hace unos minutos?

—No, Mandy, si no quieres ir, no vayas, no es obligación. —Lo fulmino con la mirada.

—Mick. —Advierto con voz dura. —Ella es mi responsabilidad, por favor no te metas.

—Hey, viejo, te desconozco. —Me da un leve apretón en el hombro. —¿Estás bien? —Pregunta preocupado.

—Sí, estoy bien. Lo siento, es que ella es mi novia. —Paso un brazo por los hombros de Mandy, pegándola a mi cuerpo. —Y vive conmigo desde hace unos días. La traje a casa cuando fui de viaje.

Deseo prohibido |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora