Capítulo 10 "Me gustas"

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Llego hasta donde se encuentra Thomas con Lorena, ella es muy cariñosa y amable; mi abuelo la convirtió a los dos años de estar con ella. Lo que sé, es que Lorena era la dueña del taller en donde Thomas trabajaba cuando estaba en el pueblo con mi madre.

-Hola. -Digo llegando, ambos están sentados en una banca debajo de los árboles, que están en la parte trasera de la mansión.

-James. -Thomas se pone de pie y hace un ademán con las manos de querer pellizcar mis mejillas.

Ruedo los ojos y niego, hace unos meses cuando llegaba del instituto, corría por toda la mansión al percatarme de las intensiones de Thomas, hasta que un día me enojé con él.

Recuerdo que esa fue la primera vez que me pelee con él. Mi madre me regañó al igual que Alex; pero ese día lo hice sin intensión. Pues, el muy imbécil de McCarthey me había hecho imposible toda mañana. En pocas palabras; no estaba de humor para aguantar que me pellizcaran las mejillas.

-Hola, cariño. -Saluda Lorena dándome un abrazo.

-Hola, Lore. -Ella me dedica un dulce sonrisa.

-Los dejaré solos, voy a ver en que puedo ayudar a Melissa. -Se despide.

-Abuelo, vengo a pedirte ayuda. -Le digo, él asiente y me hace seña para que me siente a su lado.

-¿De qué se trata? -Pregunta intrigado, me acomodo en mi puesto y suelto un suspiro.

-Es sobre una chica que está desaparecida. -Comienzo a decirle. -Ella se adentró al bosque y no la han encontrado, quizás..., tú puedas ayudarme a dar con su paradero. -Él me mira frunciendo ligeramente el ceño.

-Hablas de una tal Maya -asiento. -Lo sé porque se me pareció a una noticia que escuché, sus padres están desesperados, ella desapareció desde que fue a una fiesta en casa de una amiga del instituto.

-Sí. -Bufo. -¿Me ayudarás?

-Sabes que mientras pueda, yo te ayudo. -Revuelve mi cabello, haciendo que lo mire con desaprobación.

-Ya basta, Thomas. -Digo quitando su mano y arrego mi cabello.

-Enseguida iré a ver que puedo hacer. -Se pone de pie. Comienza su camino, veo que se detiene y ladea la cabeza para mirarme. -¿Saldrás ésta noche?

-Sí.

-Cuídate, James. -Añade antes de seguir su camino.

Las horas pasan rápido, me doy una ducha y me pongo unos jeans de cuero, una camiseta negra, al igual que la chaqueta. Cojo las llaves de mi motocicleta y me dirijo hacia la habitación de Mandy. La voy a llevar para que se divierta un rato; la pobre debe estar aburrida por estar todo el día encerrada. Toco la puerta y escucho un "adelante" de su parte.

Quedo boquiabierto al ver lo hermosa que está, tiene puesto un short de jeans desgastado, una blusa roja arriba de su ombligo, dejando ver su abdomen plano, una chaqueta negra. Su hermoso cabello rojizo está en risos.

-¿Lista? -Pregunto llegando a pocos centímetros de distancia, su cuerpo se tensa, escucho como late frenético su corazón, a tal punto que parece que se le fuera a salir del pecho. Ella asiente repetidas veces ante mi pregunta, paso un brazo por sus hombros y la pego a mi cuerpo. -Estás muy hermosa, Mandy. -Beso su sien.

Suspira.

-Gra..., gracias. -Dice apartándose de mí, observo como frota sus muñecas con nerviosismo.

-Antes de irnos tengo que decirte algo. -Acaricio delicadamente su mejilla, ella intenta dar un paso atrás, pero coloco mi otra mano en si cintura impidiendo que se mueva. -No intentes escapar. -Le adviento.

Deseo prohibido |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora