Salgo de la mansión y subo a mi auto con dirección al instituto, este es mi último año. Mick no sabe que soy un híbrido, ni mucho menos sabe lo que son mis padres.
Y es mejor así, es mejor estar ocultos de todo. Lorena, ella sabe lo que soy, sólo que la amenacé con hacerle daño a su familia si decía algo, por ende se deja morder sin poner objeción alguna.
Para cuando llego a la escuela, estaciono el auto y camino hacia los casilleros en busca de los libros.
—¡Hey, hermano! —Escucho la voz del idiota de mi amigo seguido por una palmada en el hombro.
—Hola, ¿por qué tanta felicidad? —inquiero mientras cierro el casillero, y comienzo mi camino al salón de clases. "Matemática".
—¡La pasé súper! —exclama emocionado. —Esta chica, Alondra es muy buena en la cama. —Guiña un ojo.
Vaya, y yo que no pude tener sexo anoche ya que su hermana Mia me interrumpió para que bailara con ella.
—No lo dudo, tienes una cara de ponqué. —Suelto una carcajada. Él me fulmina con la mirada. —Está bien, ahora no te vayas a enamorar de la chica sexo perfecto. —Alzo una ceja.
Rueda los ojos.
—Sabes que no, es solo sexo y ya está. —Hace un gesto con la mano restándole importancia.
Asiento. Llego al salón de clases y me siento al lado de una castaña, ella me sonríe tímidamente..., ésta chica parece que le gustara mi Mick, en vista de que siempre se arregla el cabello cuando lo ve, o se sonroja, además puedo escuchar su corazón latir desbocado cada vez que Michael habla, y mi amigo ni cuenta se da.
Ella tiene unas enormes gafas, para ser honestos ¿Maya? Creo que así es su nombre, es simpática, tiene puesto una gigantesca blusa de color azul y una falda de color rojo, es súper larga y por último unas zapatillas.
Se ve... rara. Esa es la palabra. Se le nota que no se esmera por mostrar su cuerpo. Viste como las señoras de antes.
—Hola, Michael. —Saluda a mi amigo que aun se encuentra de pie a mi lado, me dice que vayamos ésta noche a las carreras clandestinas.
—¿Me hablas a mí? —pregunta Michael apuntándose con el dedo índice. Maya asiente lentamente con una sonrisa en el rostro—. No hablo con chicas que son un ratón de biblioteca —añade con arrogancia.
Veo como el rostro de la chica cambia por completo, una lágrima se desliza por su mejilla y de inmediato la limpia para después mirar al frente.
Fulmino con la mirada a Michael, quien se encoge de hombros, y se sienta en su puesto al ver que la profesora entra.
Me da pena con la pobre de Maya, ahora no cabe duda alguna de que está enamorada de mi amigo. Lo peor de todo es que a él no le importa. ¿Cómo le va a hacer algo como eso a esa chica tan tierna? sí, lo he notado en ella.
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Deseo prohibido |+18|
Manusia Serigala-Aléjate, James. -Te quiero. -Intento acercarme a ella, pero niega y retrocede. -Olvídalo, entre nosotros no puede haber nada, entiende de una buena vez. -Su voz se escucha como un tempano de hielo. -Podemos luchar juntos. -A mi velocidad sobrehuma...